Monición de entrada
Queridos hermanos, bienvenidos a la casa de Dios. Hoy la Iglesia celebra el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), y nos recuerda la misión de evangelizar que todos los bautizados recibimos de Jesús.
La liturgia de este día nos da la ocasión para que nosotros reflexionemos sobre la siempre difícil conjugación de lo temporal y lo espiritual, del César y de Dios.
Comencemos esta celebración, orando por todos los misioneros del mundo. De pie, cantamos...
Moniciones a las lecturas
Opción 1: Monición única para todas las lecturas
Las lecturas de este domingo ponen ante nuestra mirada que Dios es el único Señor de la historia. Así lo expresa Isaías haciendo una lectura religiosa de los acontecimientos que vivía Israel. En el evangelio, Jesús insiste en el señorío de Dios y, por lo tanto, en que ningún poder en la tierra es digno del culto que a él sólo hay que ofrecer. Los cristianos de Tesalónica, nos hace saber Pablo, son ejemplo de amor y esperanza en el Señor Jesucristo. Escuchemos atentos.
Opción 2: Moniciones para cada lectura
Primera lectura (Isaías 45, 1. 4-6)
Isaías presenta a un gentil que Dios ha escogido para dar salvación a su pueblo, para que todos, creyentes y paganos lo reconozcan como único Dios.
Salmo responsorial (Salmo 95)
La idea del Dios de Israel com único Dios también es confirmada por el salmo 95, al que nos unimos respondiendo:
Segunda lectura (Tesalonicenses 1, 1-5b)
Durante cinco domingos leeremos otros tantos pasajes de esta carta de Pablo a los cristianos de Tesalónica. Leemos hoy el saludo de Pablo, a quien se unen Silvano y Timoteo, y unas expresiones de acción de gracias por los valores que se ven en esa comunidad cristiana.
Evangelio (Mateo 22, 15-21)
Las tres parábolas que leíamos en los últimos domingos tenían en su punto de mira a los dirigentes judíos. Hoy leemos el primero de los episodios de la trama que preparan para quitar de en medio a Jesús. Cantemos primero el aleluya.
Oración de los fieles
- Por la Iglesia, para que siga difundiendo el Evangelio por todo el mundo. Oremos.
- Por todos los misioneros, especialmente aquellos que trabajan en lugares en que hay persecución, para que la fuerza del Espíritu Santo les reanime en su misión. Oremos
- Por nuestros gobernantes, para que impulsen políticas que favorezcan la igualdad de derechos en nuestra sociedad. Oremos
- Por los que traspasan las fronteras hacia mejores destinos, para que reciban siempre la protección divina. Oremos.
- Por todos nosotros, para que cumplamos siempre nuestros deberes con Dios y nuestros compromisos con el Estado. Oremos
Presentación de las Ofrendas
Junto al pan y el vino, llevamos al altar, ante el Señor, a toda la humanidad, con sus logros y deficiencias, con sus posibilidades y necesidades, sobre todo, la necesidad de ser evangelizados.
Comunión
Es el momento de unirnos al mundo entero al compartir el banquete eucarístico. Acerquémonos a comulgar, orando por aquellos que aun no tienen ese privilegio de recibir el Cuerpo de Cristo porque todavía no lo conocen.
Final
La pregunta de Dios para todos hoy es: “¿A quién enviaré?. Después de terminar esta celebración es el momento de responder cono un firme: "Aquí estoy, envíame a mí", e ir al mundo a predicar el evangelio a quienes están alejados de Dios, comenzando por nuestros familiares y vecinos, a quienes podemos traer el próximo domingo a compartir con nosotros la Santa Misa.
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