06 septiembre 2023

Ciclo A - Tiempo Ordinario - Domingo 23º - 10 de septiempre - Año 2023

 

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Hermanos y hermanas: bienvenidos y bienvenidas a la Eucaristía que celebramos unidos en la misma fe, y sabiendo que el Señor Jesús está en medio de nosotros y de nosotras. Estamos reunidos, reunidas en su nombre.

En el encuentro de hoy, una vez más, se nos va a recordar que Dios está siempre presente en medio de la vida, en la alegría, en las dificultades, en cada situación, en cada persona; Él está animando y empujando todo esfuerzo liberador. Lo que ocurre es que la vida nos lleva por otros derroteros; en ocasiones, “perdemos el norte”, o vivimos al margen de los demás, sin tenerlos en cuenta, porque nos molestan o enjuician nuestro modo de proceder.

Jesús nos dice que debemos CORREGIRNOS y PERDONARNOS, para poder así salir de la oscuridad y de los ensimismamientos. Pero necesitamos de delicadeza, de humildad y de sencillez para poder realizar esta tarea; y, también, de apertura al amor y a la vida que Dios nos ofrece, donde podemos aprender esta gran lección y este estilo de ser y de vivir.

Que esta Eucaristía nos ayude a descubrir a los hermanos y a las hermanas para vivir con ellos y con ellas el amor que Dios nos regala.

Moniciones a las lecturas

1ª Lectura: Ezequiel 33, 7-9

Proclamamos la lectura del Antiguo Testamento. Y vemos que la misión del profeta es estar alerta a los acontecimientos para desvelar su sentido al pueblo, y así ayudarle y conducirlo por el camino de la conversión. El profeta anuncia los peligros, para que el pueblo los evite y no se aparte de los caminos de la Alianza. Si no cumple esta misión, él mismo se convierte en insolidario con su pueblo. Escuchamos al profeta Ezequiel.


2ª Lectura: Romanos 13, 8-10

El apóstol Pablo continúa su exhortación a la comunidad de Roma sobre el comportamiento del cristiano en relación con el prójimo: es la práctica del amor lo que Dios quiere, porque somos su misma imagen, y formamos parte de su Nueva Familia. Quien ama al hermano, a la hermana le desea lo mejor y no le hace daño. Escuchamos su reflexión.


Evangelio: Mateo 18, 15-20

El evangelio de este domingo está en el contexto de la catequesis sobre la vida de la comunidad. De ahí que plantea uno de los aspectos fundamentales del amor entre hermanos y hermanas, como es la CORRECCIÓN FRATERNA; tarea nada fácil y, sin embargo, una constante en la pedagogía de Dios. Amar al prójimo, según Jesús, no es siempre sinónimo de callar; muchas veces exige y obliga a hablar, orientar, guiar, corregirle con caridad. Escuchémosle al mismo Jesús.

Oración de los fieles

Necesitamos de Dios Padre y de su fuerza. Acudimos, ahora, llenos de confianza y le presentamos nuestras necesidades, las de la Iglesia y las de la humanidad entera.

1.- Para que la Iglesia esté alerta, abierta a las nuevas necesidades que se presentan en nuestro mundo, descubriendo y anunciando la presencia del amor de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Para que en nuestra sociedad nunca falten personas entregadas y solidarias, sencillas y acogedoras, profetas de esperanza, mensajeros de la vida de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Para que los cristianos y cristianas, desde el amor que Dios nos tiene, sepamos tratar y cuidar de los y las más necesitados y necesitadas, de los olvidados y olvidadas de nuestra sociedad. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Para que la paz renazca con fuerza en el mundo, en nuestro pueblo y en cada uno/a de nosotros y de nosotras, y así seamos capaces de perdonar, de ser más tolerantes y dialogantes. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Para que nuestra Comunidad sea un lugar de encuentro entre todos y todas y con todos y con todas, en donde se viva la acogida, el respeto y el perdón. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.



PRESENTACIÓN DEL SIGNO DE LA PAZ

(Hoy podría ser éste el momento adecuado para vivir la paz, como mutuo perdón y haciendo visible el perdón del mismo Dios, su estilo y pedagogía hasta llegar a la corrección fraterna. La oración-motivación lo realiza el Presidente de la asamblea)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Padre bueno y misericordioso que te alegras ante los y las que aman y se perdonan de corazón. Hoy nos presentamos ante Ti con deseos de perdón y queriendo ser signos de ese mismo perdón, incluso realizando -con amor y delicadeza- la CORRECCIÓN FRATERNA. Míranos en este momento y acepta el gesto de PAZ que nos ofrecemos como signo del estilo de vida que Tú quieres que vivamos, corrigiéndonos y ayudándonos unos a otros, unas a otras.

- Hermanos y hermanas: daos, fraternalmente y de corazón, la paz y el perdón.


PRESENTACIÓN DE UN RELOJ

(Puede hacer la ofrenda cualquier miembro adulto de la comunidad; aunque, a ser posible, la debiera hacer un padre de familia)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Por mi parte, Señor, te ofrezco este reloj, símbolo del tiempo e instrumento para su medición. Pero hoy te lo traigo como signo del momento en que nos encontramos en nuestra cultura ante el nuevo Curso que ya está llamando a nuestras puertas. Te lo queremos ofrecer, Señor, porque es una nueva oportunidad en nuestro caminar como personas y creyentes. Gracias por tu don y ayúdanos en la tarea.


PRESENTACIÓN DE UN NIÑO O UNA NIÑA

(El niño o la niña se adelanta al presbiterio y se sitúa junto al Presidente con las manos juntas, en actitud de oración)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo en vez de traerte una ofrenda o un regalo, me ofrezco yo mismo(a). He venido con las manos juntas, en actitud de oración, porque no he encontrado mejor signo de humildad que éste. Con él yo me quiero ofrecer a Ti, Señor. Haz de mí lo que Tú quieras, pues no puedo estar en mejores manos ni aspirar a mayor dignidad. Soy todo(a) tuyo(a), Señor.


PRESENTACIÓN DE UN LADRILLO

(Hace la ofrenda una persona adulta de la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo este ladrillo. Es un elemento fundamental en el mundo de la construcción. Y te lo ofrezco, en mi nombre y en nombre de cuantos y cuantas formamos esta comunidad, como símbolo de que sólo queremos edificarnos desde Ti. En Ti depositamos nuestra fe y nuestra confianza. Y desde Ti queremos comprendernos, comprender cuanto nos rodea, toda la realidad y la historia, y construir ahí tu Reino, como lo hizo tu Hijo amado y Maestro nuestro, Jesucristo.


PRESENTACIÓN DE UN INSTRUMENTO DE BRICOLAJE

(Puede hacer la ofrenda cualquier persona de la comunidad, aunque preferiblemente debiera ser un varón)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Mira Señor, yo te traigo un instrumento de bricolaje, signo del mundo de los «hobbies», que debieran ser una forma de expresarnos y ser nosotros mismos, nosotras mismas como personas, lo cual -tantas veces- nos impide el mundo laboral; y son más bien una manera de matar el rato, llenar los tiempos libres de los que disponemos hoy y una forma de estar entretenidos o entretenidas para no encontrarnos con nosotros mismos y nosotras mismas y llenar esos tiempos de soledad y silencio, que son los que más nos aterran a los hombres y las mujeres de hoy. A mí me gustaría hoy, al ofrecerte este instrumento de bricolaje, proclamar la grandeza de los «hobbies», como esa oportunidad que tenemos de ser nosotros mismos y nosotras mismas y que no nos lo permite nuestro trabajo habitual.

Prefacio

(Ya de pie, el Presidente se dispone a pronunciar la oración de Acción de Gracias, en la que participa la Asamblea, diciendo: «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN»).

Te alabamos, te bendecimos y te damos gracias,
Señor, Dios misericordioso y eterno,
porque, para que seamos verdaderamente libres,
nos has liberado en tu Hijo Jesucristo,
desatándonos de las ligaduras de este mundo,
y llenando nuestros corazones y bocas
del deseo de la verdad, de la justicia y la paz.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN".

Sin embargo, Señor, nosotros y nosotras también
somos víctimas de lo que criticamos
y, cuando Tú vienes a nosotros y a nosotras en novedad,
preferimos caminar en los hábitos de siempre;
cuando Tú vienes a nosotros y a nosotras en la verdad,
continuamos viviendo en nuestros espejismos;
cuando Tú nos quieres en la santidad,
nosotros y nosotras seguimos tranquilizándonos con apaños.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN".

Líbranos, Señor, de nuestra presunción
de ser perfectos y perfectas;
de la incapacidad de gritar la verdad;
por ser ambiguos/as,
del miedo a gritar la justicia,
de nuestras reticencias a gritar la igualdad,
porque soñamos en privilegios;
de los escrúpulos a vivir la fraternidad,
porque nos acompleja
acercarnos a los otros y a las otras.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN".

Sin embargo, Señor, nosotros y nosotras
creemos que ya nos ha sido dado tu Espíritu,
como fuerza de novedad y contestación del mundo.
Nosotros y nosotras creemos que Tú eres el Señor
que has recreado el curso de la historia
y la dominas y la diriges hacia tu plenitud,
consumación siempre nueva y jamás cumplida.
Nosotros y nosotras hoy te pedimos,
Señor de las Edades del Hombre,
que nos tengas siempre en tu infinita novedad,
para que no callemos ante lo que se ha de cambiar
ni pactemos con nadie por humanos respetos.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN".

Líbranos, Padre, de toda idolatría,
de todo mito e ideología, que pensamos, salvadora.
Ayúdanos a descubrir el misterio del mal y la muerte,
que siempre acaba destruyendo nuestra historia.
Vacúnanos con tu cruz de todo mesianismo humano
y danos lucidez para percibir qué conquista,
qué amor, qué compromiso social, religioso o político
son un paso adelante, entre nosotros y entre nosotras,
en tu Iglesia, en la sociedad y el mundo,
hacia ese Reino tuyo de justicia absoluta
y definitiva liberación del mal.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN".

Acoge, Padre, nuestra denuncia y nuestra oración
por todos aquellos y de todas aquellas
que han hecho de tu Iglesia
un lugar de culto asegurador;
por los y las que sus prácticas piadosas,
cumplimientos y ritos o las disquisiciones teológicas
no acaban jamás molestándoles;
por todos aquellos y por todas aquellas
que con un poco de beneficencia
camuflan tu mandato de pobreza y amor;
por todos aquellos y por todas aquellas
que no hacen otra cosa
que contabilizar las presencias y las ofertas,
sin jamás hacerse don de sí mismos, de sí mismas.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN".

Ayúdanos también a nosotros y a nosotras, Señor,
a vernos en nuestras necesidades de cambio
de acuerdo a tus deseos y tu Palabra.
Llena nuestros corazones de tu amor,
para que, cuando corrijamos a otro, a otra
o a tu Iglesia o a la sociedad o al mundo,
lo hagamos con el mismo tacto
que cuando lo hacemos con nosotros y con nosotras,
poniéndonos a tu trasluz.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE INQUIETAS NUESTRO CORAZÓN".

Monición de Despedida

Hermanos y hermanas: estamos terminando la celebración, seguro que llenos de su fortaleza y con muchos deseos de vivir el amor y la entrega generosa de un Dios-comunidad, que nos invita a vivir unidos y unidas, a que seamos solidarios y solidarias, a que sepamos pedir perdón y a perdonar, y también a descubrir en profundidad a las personas que saben vivir en su amor. Que seamos buenos mensajeros en la vida. ¡Feliz semana de testimonio evangélico!

Reflexión para este día

“Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo,
y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación”




El Maestro sigue convocando a su Comunidad, a nosotros y nosotras, porque quiere seguir trabajando a quienes han aceptado su propuesta del Reino. Y es que pretende un ESTILO DE VIDA en cada uno de nosotros y de nosotras.

cuando se lleva dentro el Reino de Dios, el creyente tiene que ser testigo de los valores de ese Reino. Ésta es también la propuesta de la Palabra de Dios para este domingo. El cristiano o la cristiana se enfrenta cada día al mal que constantemente le rodea; no puede quedar indiferente ante él, sino que lo tiene que denunciar (1ª lectura). Por lo tanto, con escandalizarse de lo que hacen los y las demás, no ese suficiente; querer encerrarnos en algún lugar “puro y santo” para huir de esa realidad, tampoco es el camino, según la Palabra de Dios.

Quiere que permanezcamos en el lugar donde el hombre y la mujer vive y se relaciona, donde trabaja y se afana, donde lucha y se divierte. Pero no para condenarle, sino para SALVARLE. Éste es el objetivo último (el Evangelio de hoy). Quiere que no se juzgue a los otros ni a las otras, sino que se les perdone; no quiere que se les margine, sino que se esté a su lado mientras caminan y quiere que andemos a su mismo paso.

Ésta es la forma que utiliza el mismo Señor para con nosotros y nosotras. La razón es que nos lleva en el corazón y desde ahí todo se ve diferente.

¡DICHOSOS y DICHOSAS quienes aceptan el ESTILO de Jesús:
porque su vida será una BENDICIÓN para nuestro mundo!


Bidean

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