Signos que podemos utilizar:
Tres niños van a leer el cuento siguiente, titulado: “Buena suerte o mala suerte, Dios dirá”
Narrador: Esta es la historia de un padre y un hijo que viven en el campo y que se dedican a cuidar y domar caballos. El hijo es joven e impulsivo, el padre es viejo y sabio.
Padre: ve con estos animales al campo y déjales comer en los pastos y beber en el río, y al atardecer vuelves....
Hijo: Papá ¡qué mala suerte tengo! se me han escapado en el campo varios caballos
Padre: Tranquilo, no te preocupes !mala suerte o buena suerte no lo sabemos, confía en Dios
Narrador: al cabo de unos días, los caballos perdidos vuelven acompañados de varias caballos más......
Hijo: Papá, ¡qué buena suerte! Los caballos perdidos se han traído con ellos a varios más, ya somos ricos......
Padre: Tranquilo, ¡buena suerte o mala suerte no lo sabemos, Dios sabrá...Confía en Dios.....
Narrador: Al aumentar el número de bestias en el patio y tener el mismo espacio, las bestias estaban más apretujadas, y el hijo al ir a echarles agua recibe una patada y se parte una pierna.
Padre: Tranquilo hijo ¡mala suerte o buena suerte, no lo sabemos, Dios sabrá...confía en Dios.....
Narrador: Al cabo de unos días, el rey manda a llamar a todos los jóvenes a filas, ya que el país acaba de entrar en guerra con sus vecinos, pero al hijo no lo llevan porque tenía la pierna rota.
Hijo: Papá ¡qué buena suerte, no me han llevado a la guerra!
Padre: Tranquilo hijo mío ¡buena suerte o mala suerte!, no lo sabemos, Dios lo dirá, confía en Dios.
Narrador: Este es un cuento que nunca termina, porque es el cuento de las cosas que nos pasan cada día, en la que tenemos que aprender a mirar los acontecimientos desde la tranquilidad y la confianza en que Dios nunca nos deja solos, sino que está siempre con nosotros en la vida de cada día.
HOMILÍA
1. Estamos en el 3º Dgo de Pascua..... y faltan muchos más... porque los discípulos son duros para entender la Resurrección y lo que significa esto para la vida real de cada uno........ellos saben solamente que cuando las cosas no les salen como ellos quieren, se desaniman y se van...
a) Hoy lo tenemos explicado claramente en las escrituras.....en el evangelio del otro día vemos que unos discípulos estaban encerrados por miedo.... hoy vemos que dos de ellos se han dado por vencidos y se marchan hundidos y decaídos........
2. Es curioso, porque les pasa lo mismo que nos pasa a nosotros..... cuando las cosas no nos salen como nosotros deseamos, nos hundimos, nos desmoralizamos.....ejemplos de esto puede haber muchos: un problema de matemáticas, cuando lo intentamos un ratito y no nos sale, tenemos ganas de dejarlo por imposible ........cuando no somos capaces de aprendernos de memoria la lista de los ríos de España......nos desanimamos y lo dejamos por imposible.
3. Pero Dios no nos deja nunca solos, no nos deja que nos hundamos, siempre sale a nuestro encuentro, como se ve hoy en las lecturas.... para hacernos ver la vida desde otra perspectiva diferente....por eso vemos que comienza a hacerles ver la misma historia que ellos están contando, pero vista desde la esperanza y la fuerza de Dios... hasta que ellos llegan a verlo todo desde el optimismo y la ilusión.
4. Es lo mismo que pasa en el cuento que os van a contar vuestros compañeros: se titula “mala suerte o buena suerte, Dios sabrá”...
5. Como habéis podido escuchar, muchas veces tenemos el error de querer entender las cosas que nos pasan con los ojos de lo inmediato y no con la sabiduría de Dios..... y nos podemos estar equivocando del todo, porque como hemos visto en el cuento, lo que en un principio nos puede parecer malo, a medio plazo puede ser lo mejor que nos ha pasado......
a) Por ellos los discípulos que se habían escondido, cuando ven a Jesús resucitado salen a las plazas y las calles a predicar con valentía..... los que se marchaban a Emaús vuelven de nuevo a la comunidad contentos a contarles que se han encontrado con Jesús. Y todos lo que lloraban por la muerte de Jesús crucificado, ahora se alegran al verlo resucitado.
6. la clave está en confiar en que Dios está siempre en nuestra vida, y con él a nuestro lado no cabe la desesperación sino la confianza. Esta es la lección que no se nos puede olvidar nunca, sobre todo cuando las cosas no nos vayan como nosotros pensamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario