Invoquemos al Espíritu de Dios para que venga en ayuda de nuestra flaqueza y nos enseñe a orar. Respondamos: Ayúdanos, Señor.
-Señor, los que no te conocen, buscan la felicidad donde no pueden encontrarla. Oremos.
-Señor, nuestro corazón te busca, pero a veces no sabemos encontrar el camino. Oremos.
-Señor, nuestra vida está sujeta a muchas tribulaciones que intentan quitarnos la esperanza. Oremos.
-Señor, por el bautismo recibimos el Espíritu Santo, pero no hemos integrado suficientemente este gran don. Oremos.
-Señor, en tu Iglesia nos falta conocer más a Jesús y vivir a su estilo. Oremos.
-Señor, tus profetas son pocos y perseguidos. Oremos.
-Señor, entre nosotros muchos padecen las consecuencias de la crisis económica. Oremos.
-Señor, muchos jóvenes se sienten lejos de la Iglesia. Oremos.
-Señor, tenemos muchos difuntos junto a ti en el cielo. Oremos.
Atiende, Padre, con bondad nuestras necesidades y escucha también las otras que llevamos ocultas en el corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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