07 febrero 2023

Moniciones 6ºDomingo Tiempo Ordinario Tiempo Ordinario Ciclo A.

 Monición de entrada


Buenas noches, (días, tardes). Hermanos en Cristo, hoy celebramos el sexto domingo durante el año. Las lecturas de hoy nos exhortan a participar de las riquezas espirituales de la casa del Padre. Esta invitación es basada en el regalo que el Padre nos dáhaciéndonos hijos libres. Poseemos la libertad sobrenatural que el Resucitado nos ha merecido y que nos capacita para llegar al Padre. Comportémonos como libres, hijos de Dios, pensando, actuando y viviendo según el evangelio. De pie por favor para recibir la procesión de entrada mientras cantamos.


Primera lectura Eclesiástico 16, 16-21 Dios no mandó pecar al hombre (Libertad y pecado

En su infinita sabiduría, Dios nos ha dado el don de la libertad para que lo amemos espontáneamente y con corazón sincero y generoso. El bien y el mal, la vida y la muerte se nos ofrecen como opción. La libertad es a la vez grandeza y riesgo. Es responsabilidad del hombre lograrse o malograrse. Ni lo uno ni lo otro acontece en ausencia de Dios. Escuchemos.

Segunda lectura 1 Cor 2,6-10 Una sabiduría que no es de este mundo

Hacemos recto uso de nuestra libertad cuando nos comportamos según la Sabiduría sobrenatural que ha sido revelada por Dios. Es la Sabiduría del Evangelio, en todo opuesta a la visión egoísta y sensual de la vida que el mundo propone a sus seguidores. Pongamos atención a éste profundo mensaje.


Tercera lectura Mt. 5,17-37 Se dijo a los antiguos…, pero yo les digo

Vivir según el Evangelio es vivir en la luminosa libertad de los hijos de Dios, echando a un lado toda virtud fingida y todo arrastrado legalismo. La libertad del Espíritu no acaba con la ley, más bien le confiere la plenitud necesaria que da felicidad eterna. De pie por favor.



Oración Universal:

Por la Iglesia; para que en su legislación se trasparente siempre el mandamiento nuevo de Cristo, roguemos al Señor.

Por los adeptos de las religiones no cristianas, fieles cumplidores de sus preceptos religiosos; para que descubran en Cristo la plenitud de toda ley, roguemos al Señor.

Por los que elaboran las leyes; para que procuren siempre lo que es justo e interesa al bien común, roguemos al Señor.

Por nosotros que nos disponemos a celebrar la eucaristía; para que vivamos sus exigencias de amor fraterno, roguemos al Señor.




Exhortación Final

Te bendecimos, Padre, porque gracias a la unión con Cristo, la

ley vivificante del Espíritu nos ha liberado de la ley del pecado

y de la muerte, para vivir en la libertad de tus hijos.

Jesús mismo, con su palabra y su ejemplo, nos impulsa

a una respuesta personal y agradecida al don de tu amor de Padre.

En su nueva ley evangélica adquiere plenitud la antigua,

y el espíritu desborda sobre el marco de la letra escrita.



Concédenos, Señor, caminar bajo la guía de tu Espíritu,

sin gratificar nunca los deseos y las obras de la carne,

para vivir gozosamente la ley de Cristo con plena fidelidad.

Así tu ley será nuestro gozo y nuestra fortaleza. Amén.

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