MONICIONES (Domingo 2 Tiempo Ordinario - A)
Inicial.
Tras el Adviento y la Navidad, iniciamos los domingos del Tiempo que llamamos Ordinario, que en su primera parte llegarán hasta el 22 de febrero, Miércoles de Ceniza, con el que iniciaremos la Cuaresma.
Este domingo seguimos en el mismo punto donde lo dejamos el domingo pasado, el ría Jordán. Contemplábamos el cielo abierto y el Espíritu que bajaba y daba testimonio de Jesús: Él es el Hijo amado del Padre. Cuando el cielo se abre ya no vuelve a cerrarse y cada vez que escuchamos la Palabra de Dios, en cada acontecimiento de nuestra vida, en cada persona que nos rodea, Dios nos sale al encuentro y nos dice de Jesucristo: este es mi Hijo, el Hijo de Dios.
En este domingo celebramos la Jornada de la Infancia Misionera y la Colecta será para las Misiones. Y del 18 al 25 de enero, como cada año, celebramos la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos. Que todos seamos uno, como Cristo pedía al Padre.
Primera Lectura.
El profeta Isaías nos presenta al siervo de Dios, al que se le ha confiado la misión de reunir al pueblo de Israel y ser luz de las naciones, salvación para todos.
Segunda Lectura.
Iniciamos hoy la lectura de una de las cartas más importantes de San Pablo y la seguiremos en domingos sucesivos. La dirige no sólo a Corinto, sino a todas las personas que tienen como único Señor a Jesucristo.
Evangelio.
Juan nos presenta a Jesús como el Cordero de Dios, el Mesías esperado, el que tenía que venir a bautizar con Espíritu Santo. También nosotros podemos dar este testimonio.
Puestos de pie cantamos aleluya.
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