Entrada: Bienvenidos hermanos a la casa del Señor. Estamos ya en el cuarto domingo del tiempo ordinario, al que bien podríamos llamar «Domingo de las bienaventuranzas», pues ahora Jesús comienza el sermón en la montaña, del que estaremos escuchando parte en los siguientes domingos. Vivamos la Eucaristía con una participación activa y consciente.
Lecturas: La opción preferencial de Dios por el pobre y el humilde, resaltan hoy en la palabra que escucharemos, desde la primera lectura hasta el evangelio. Como los discípulos en la montaña se dispusieron a escuchar el sermón de Jesús, nos preparamos con mucha atención también nosotros a escuchar la palabra que hoy nos será dirigida.
Ofrendas: Junto a las ofrendas del Pan y el Vino, que serán convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, presentemos las necesidades de toda esta comunidad.
Comunión: «Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios», nos ha dicho el evangelio de hoy. Con un corazón limpio y dispuesto, acerquémonos a recibir el Cuerpo del Señor.
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