Conviértenos a Ti, Señor,
para que abandonemos el rumbo que nos despista,
para que sigamos seguros el camino elegido,
para abandonar la vida mediocre y rutinaria,
para que nuestro corazón sienta tu presencia,
para que nos dejemos dinamizar por Ti.
Conviértenos a Ti, Señor,
para que tu entusiasmo revitalice
nuestra existencia,
para que nos queremos a nuestros mismos
como Tú nos quieres,
para salir al encuentro del otro,
con corazón de hermano,
para dolernos con los demás,
como si fuéramos nosotros mismos,
para regalar nuestro trabajo al mundo,
para hacerlo mejor,
para instaurar un tipo de comunicación
profunda y cálida.
Conviértenos a Ti, Señor,
para saber ser buenos compañeros
del camino de la vida,
para poder con la enfermedad,
la dificultad y la lucha,
para aliviar la vida de los otros
y para compartir el peso de su carga,
para saber acompañar la enfermedad
y suavizársela,
para provocar encuentros
en nuestras conversaciones.
Conviértenos a Ti, Señor,
para trabajar por la justicia y construir tu Reino,
para que tengamos un corazón pobre,
libre de las cosas,
para salir al encuentro de los solos, los tristes,
los desencantados,
para que iluminemos otras existencias
y otros caminos,
para que cures nuestras dolencias y debilidades,
para inundarnos de tolerancia
y entender del todo al otro,
para que nuestra vida esté fortalecida con tu Espíritu.
Conviértenos a Ti, Señor,
para que te encontremos.
Mari Patxi Ayerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario