I DOMINGO DE ADVIENTO
Misa del Domingo (morado)
Misal: Antífonas y oraciones propias, sin Gloria, Credo, Prefacio I o III de Adviento.
Leccionario: Vol. I (A)
- Is 2, 1-5.El Señor congrega a todas las naciones en la paz eterna del Reino de Dios.
- Sal 121.Vamos alegres a la casa del Señor.
- Rom 13, 11-14a.La salvación está más cerca de nosotros.
- Mt 24, 37-44.Estad en vela para estar preparados.
Antífona de entrada Sal 24, 1-3
A ti levanto mi alma, Dios mío, en ti confío; no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos, pues los que esperan en ti no quedan defraudados.
A ti levanto mi alma, Dios mío, en ti confío; no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos, pues los que esperan en ti no quedan defraudados.
Monición de entrada
El Adviento es un tiempo de alegre esperanza ante la venida del Señor. Al mismo tiempo que nos preparamos, para preparar su primera venida, miramos hacia su última venida en gloria y majestad al fin de los tiempos. En este primer domingo los textos litúrgicos subrayan este segundo aspecto.
El Adviento es un tiempo de alegre esperanza ante la venida del Señor. Al mismo tiempo que nos preparamos, para preparar su primera venida, miramos hacia su última venida en gloria y majestad al fin de los tiempos. En este primer domingo los textos litúrgicos subrayan este segundo aspecto.
Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la esperanza. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte, porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre y nos ha dado la verdadera vida.
El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona deben significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad. Por eso hoy, primer domingo de Adviento, bendecimos esta corona y encendemos el primer cirio.
Con las manos extendidas dice la oración de bendición:
La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos en las tinieblas de la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de aquel que, por ser la luz el mundo, iluminará todas las oscuridades. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Acto penitencial
Si se hace la bendición de la Corona y el encendido del primer cirio, se omite el acto penitencial.
Si se hace la bendición de la Corona y el encendido del primer cirio, se omite el acto penitencial.
Oración colecta
CONCEDE a tus fieles, Dios todopoderoso,
el deseo de salir acompañados de buenas obras
al encuentro de Cristo que viene,
para que, colocados a su derecha,
merezcan poseer el reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
CONCEDE a tus fieles, Dios todopoderoso,
el deseo de salir acompañados de buenas obras
al encuentro de Cristo que viene,
para que, colocados a su derecha,
merezcan poseer el reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Credo
Porque confiamos en la Palabra de Dios, proclamamos el credo de nuestra fe.
Porque confiamos en la Palabra de Dios, proclamamos el credo de nuestra fe.
Oración de los fieles
Oremos a Dios Padre, que ha constituido a Jesucristo dispensador de todos los bienes.
Oremos a Dios Padre, que ha constituido a Jesucristo dispensador de todos los bienes.
1.- Por la Iglesia, para que sea en medio del mundo luz de Cristo, que ilumine y atraiga a todos. Roguemos al Señor.
2.- Por los gobernantes, responsables de la justicia y la paz, para que no defrauden la esperanza de los pueblos y se realice el sueño del profeta: «De las espadas forjarán arados, no se adiestrarán para la guerra». Roguemos al Señor.
3.- Por los que viven sin sentido, para que encuentren en el testimonio de los cristianos un estímulo para su vida y su esperanza. Roguemos al Señor.
4.- Por nosotros, que no sabemos qué día vendrá el Señor, para que, dándonos cuenta del momento en que vivimos, dejemos las actividades de las tinieblas y caminemos hacia la luz de Cristo. Roguemos al Señor.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
ACEPTA, Señor, los dones que te ofrecemos,
escogidos de los bienes que hemos recibido de ti,
y lo que nos concedes celebrar con devoción
durante nuestra vida mortal
sea para nosotros premio de tu redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACEPTA, Señor, los dones que te ofrecemos,
escogidos de los bienes que hemos recibido de ti,
y lo que nos concedes celebrar con devoción
durante nuestra vida mortal
sea para nosotros premio de tu redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento
Antífona de comunión Sal 84, 13
El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto.
El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto.
Oración después de la comunión
FRUCTIFIQUE en nosotros, Señor, la celebración de estos sacramentos,
con los que tú nos enseñas, ya en este mundo que pasa,
a descubrir el valor de los bienes del cielo
y a poner en ellos nuestro corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
FRUCTIFIQUE en nosotros, Señor, la celebración de estos sacramentos,
con los que tú nos enseñas, ya en este mundo que pasa,
a descubrir el valor de los bienes del cielo
y a poner en ellos nuestro corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne
— Dios todopoderoso y rico en misericordia,
por su Hijo Jesucristo,
cuya venida en carne creéis y cuyo retorno glorioso esperáis,
en la celebración de los misterios del Adviento,
os ilumine y os llene de sus bendiciones.
R./ Amén.
— Dios todopoderoso y rico en misericordia,
por su Hijo Jesucristo,
cuya venida en carne creéis y cuyo retorno glorioso esperáis,
en la celebración de los misterios del Adviento,
os ilumine y os llene de sus bendiciones.
R./ Amén.
— Dios os mantenga durante esta vida firmes en la fe,
alegres por la esperanza y diligentes en el amor.
R./ Amén.
alegres por la esperanza y diligentes en el amor.
R./ Amén.
— Y así, los que ahora os alegráis por el próximo nacimiento de nuestro Redentor,
cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria recibáis el premio de la vida eterna.
R./ Amén.
cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria recibáis el premio de la vida eterna.
R./ Amén.
— Y la bendición de Dios todopoderoso
del Padre, del Hijo † y del Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.
R./ Amén.
del Padre, del Hijo † y del Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.
R./ Amén.
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