15 noviembre 2022

Liturgia Domingo 20 de Noviembre del 2022- Jesucristo. Rey del Universo

 Liturgia Domingo 20 de Noviembre del 2022

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos sean todos ustedes, hermanos y amigos. Que la gracia, la paz y la alegría de Dios inunden por completo nuestros corazones.

En este último Domingo del año litúrgico, la Iglesia nos invita a celebrar la Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo. ¿En qué señales se reconoce a un Rey? El “buen ladrón” tiene ante sus ojos a un Jesús crucificado, colmado de sufrimientos, burlas y acusaciones… y a pesar de todo eso no duda de su realeza: la reconoce y la anuncia públicamente. Y Jesús le concede la gracia de ser el primer ciudadano de su Reino.  Seguros de la presencia del Resucitado aquí y ahora en medio de nosotros,  pongámonos de pie y – como ciudadanos del Reino – celebremos a nuestro Rey. 

MONICIÓN PRIMERA LECTURA (2 Samuel 5,1-3)

En la Primera Lectura vemos cómo David, ungido Rey de Israel, queda encargado de cuidar del pueblo de Dios del mismo modo como el pastor debe cuidar a sus ovejas. Escuchemos.

PRIMERA LECTURA

Ungieron a David como rey de Israel.

Lectura del segundo libro de Samuel 5, 1-3

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron:

—«Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: «Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel»».

Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 121, 1-2. 4-5 (R.: cf. 1)

R. Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R.

Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R.

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA  (Colosenses 1,12-20)

Hoy Pablo nos dice que Cristo es la clave del verdadero sentido del Universo: todo fue creado por medio de Él, y después del pecado todo fue reconciliado con Dios por medio de su Sangre.  Escuchemos con atención.

SEGUNDA LECTURA

Nos ha trasladado al reino de su Hijo querido.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 12-20

Hermanos:

Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,

por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda criatura;

porque por medio de él
fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,

Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo,
y todo se mantiene en él.

Él es también la cabeza del cuerpo:
de la Iglesia.

Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.

Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres:
los del cielo y los de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Palabra de Dios.

Aleluya Mc 11, 9b-10a

Bendito el que viene en nombre del Señor.
Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.

MONICIÓN EVANGELIO  (Lucas 23,35-43)


Hoy Jesús, moribundo, se atreve a hacer a un malhechor – también moribundo – una promesa de Amor que encierra esta maravillosa Noticia: la reapertura del Paraíso, la instauración del Reino de Dios. Abramos los oídos, la mente y el corazón, y pongámonos de pie para la proclamación del Santo Evangelio.

EVANGELIO

Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43

En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo:

—«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».

Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:

—«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».

Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:

—«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

Pero el otro lo increpaba:

—«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibirnos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada».

Y decía:

—«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».

Jesús le respondió:

—«Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Palabra del Señor.

Reflexión del Evangelio de Hoy

Celebramos a Cristo Rey del Universo. Estamos culminando el año litúrgico. Es curioso el nombre de esta fiesta y las lecturas que nos propone la Iglesia para hoy, pareciera ser contradictoria. La gloria del reinado de Dios se manifiesta, precisamente ahí, donde lo vemos más frágil, moribundo en la cruz. En todo el ministerio de Jesús encontramos esas contradicciones: Unos pastorcitos adorándolo en el pesebre, un soldado romano que exclama: «No soy digno de que entres en mi casa», una cananea en la cual encontró una gran fe, un leproso samaritano que se devuelve a darle las gracias, un ciego de nacimiento que lo proclama: «Hijo de David». Prostitutas, cobradores de impuestos, enanos ricos, los excluidos. Por una misteriosa sensibilidad espiritual que venía de Dios basada en la humildad pudieron captar en sus hechos y en sus palabras la mano de Yahvé que se estaba haciendo presente. Hoy ese reconocimiento viene de parte de un ladrón crucificado, Jesús le da el mayor de los regalos, la liberación definitiva al decir: «Hoy estarás conmigo en el paraíso».

Padre José Luis Toro

Oración de los fieles – Jesucristo, Rey del Universo

Celebrar la fiesta de Cristo, Rey del Universo, es reconocer a Jesús, como testigo de la verdad, como libertador, como Señor del mundo. Por eso encomendamos a El nuestras necesidades, para que interceda al Padre por nosotros. Y respondemos:

VENGA A NOSOTROS TU REINO SEÑOR.

1.- Por la Iglesia, portadora de la historia de salvación, para que ayude a los hombres a liberarse de tantas esclavitudes como pone el mundo de hoy y muy especialmente la sociedad de consumo. OREMOS

2.- Por el Papa, los obispos, los sacerdotes, para que nos ayuden a vivir en la verdad y en el desinterés por lo económico, siendo nosotros donación permanente para los hermanos. OREMOS

3.- Por todos los que pasan por la vida sin vivir los verdaderos valores que sacan de la esclavitud, para que descubran que el Reino de Dios es Vida aquí en la tierra y también el Cielo. OREMOS.

4. – Por todas las familias que atraviesan momentos difíciles, para que sean conscientes de que sólo el amor puede salvar esas carencias que poco a poco van minando la convivencia. OREMOS

5. – Por todas las naciones de la tierra, para que descubramos que el Reino de Dios es: vida, verdad, justicia, paz, gracia, amor y no nos cansemos de pedir para que nos llegue a todos ese Reino. OREMOS

6. – Por nosotros, los que asistimos a la Eucaristía –y por los que no pudieron o no quisieron venir– pues todos somos portadores de tantas gracias recibidas del Señor, para que seamos generosos al compartirlas y ofrecerlas a los demás. OREMOS

Escucha Señor, Dios Padre Nuestro, estas súplicas que te dirigimos con la confianza de que siempre nos escuchas.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

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