Introducción
XXXIV Domingo del tiempo ordinario
Hoy cerramos el ciclo litúrgico con la celebración de Cristo Rey, celebración que sirve de bisagra entre el final del presente ciclo, al que pone el broche, y el nuevo. La clave de esta celebración se encuentra en la compresión que tengamos de este título de Rey, pues esta comprensión marcará nuestra perspectiva y balance de lo vivido como cristianos a lo largo del año anterior y también marcará nuestras expectativas con respecto al futuro que se abre.
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