25 octubre 2022

Reflexión DOMINGO 31 DEL T. ORDINARIO /C

 DOMINGO TREINTA Y UNO (Lc.19,1-10). /C


“El silencio es el mayor cómplice de la corrupción; quien lo oculta al final de cuentas se termina convirtiendo en cómplice”
(Giordano Bruno).
1.- Dice el teólogo Hans Küng: “Jesús es el hombre que rompe todos los esquemas... Siempre resulta que Jesús es distinto.”
- Efectivamente:
+ En la sinagoga de Nazaret Jesús había proclamado: “El Señor me ha ungido para dar la Buena Noticia a los pobres” (Lc.4,18).
+ En el sermón de la montaña Jesús afirma: “Felices los pobres... y pobres los ricos” (Lc.6,20.24).
+ En el capítulo anterior al del evangelio de hoy Jesús le dice a un rico: “¡Qué difícil es que un rico entre en el Reino de los cielos!” (Lc.18,24).
+ Sin embargo, ahora, al pasar por delante de Zaqueo, rico y corrupto, se autoinvita a entrar en su casa (Lc.19,5). En verdad, que Jesús es distinto, como dice Hans küng. Nosotros no lo hubiéramos hecho. ¿Con quién está Jesús con los pobres o con los ricos y corruptos?
- Pero Jesús es distinto y rompe nuestros esquemas:
+ El rico se salva y también todos los de su casa: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (Lc.19,9), dice Jesús.
Las palabras que hemos leído en el libro de la Sabiduría se han hecho realidad en Jesús: “A todos perdonas porque son tuyos, Señor... Por eso corriges poco a poco a los que caen... para que se conviertan” (Sap.11,26-12,2).

2.- Ciertamente que la salvación no le llega al rico así porque sí:
- Quien recibe a Jesús, allí se da un cambio de vida.
- Zaqueo ha recibido a Jesús y ha cambiado, deja de ser corrupto, devuelve lo robado y empieza a compartir. Le dice a Jesús: “Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más” (Lc.19,8).
- No es, pues, cuestión de dar limosnas; es cuestión de cambiar la vida, los valores por los que se lucha y darse cuenta de que el otro es mi hermano y me necesita.
- No sólo hay que dejar de ser corrupto, es necesario devolver lo robado, compartir y empezar a construir estructuras donde se haga posible que llegue el pan para todos.
- Esta lección del corrupto Zaqueo, se debía aprender en este mundo nuestro lleno de tanta corrupción. Ante la corrupción no vale el silencio ni la apatía. Callar ante la corrupción es colaborar con ella. Como decía el astrónomo y poeta italiano Giordano Bruno: “El silencio es el mayor cómplice de la corrupción; quien lo oculta, al final de cuentas se termina convirtiendo en cómplice.”
+ Ningún corrupto devuelve lo robado hoy. Esta es la voz del pueblo. Como dice el refrán: “Al ladrón, para que se le perdone el pecado, tiene que devolver lo robado”
+ Difícilmente los corruptos van a la cárcel.
+ Difícilmente, después de lo robado, son capaces de ser solidarios con los más pobres.
Ya lo decía el historiador romano Tácito: “En un espíritu corrupto no cabe el honor.”
Como dice también el refrán: “Honra y dinero no caminan por el mismo sendero.”

3.- Hay una leyenda que dice:
“Cierto día un sabio visitó el infierno. Allí vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. La mesa estaba plena de alimentos apetitosos; sin embargo los comensales tenían cara de hambrientos y demacrados. Tenían que comer todos con palillos, pero no podían porque eran demasiado egoístas y ninguno hacia el esfuerzo por darse de comer mutuamente.
Impresionado el sabio, salió del infierno y se fue al cielo. Con gran asombro vio que allí había mesas llenas de espléndidos alimentos como en el infierno. Sin embargo todos los presentes lucían con semblante bien alimentado, contentos y alegres. Tenían que comer con palillos tan grandes como los comensales del infierno. Sólo que los comensales del cielo se preocupaban de darse de comer los unos a los otros.”
Los corruptos no entienden el lenguaje de la honradez, de la solidaridad; sólo entienden de egolatría.
¡SÓLO COMPARTIENDO Y SIENDO SOLIDARIO Y HONRADO ES COMO PUEDE LLEGAR LA SALVACIÓN A NUESTRA CASA Y A NUESTRO PAÍS!

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