Gracias, Señor, por venir a nosotros en esta comunión.
También nosotros nos dejamos vencer a veces por el ansia de dinero, todo nos parece poco. Y nos ciega y nos aleja del compromiso y de la solidaridad con los que tienen poco o muchas veces nada.
Cambia nuestros corazones, haznos generosos y desprendidos, atentos a las necesidades de los demás, pues sólo el amor nos lleva a ti.
Gracias, Señor, por rodearnos de tantas cosas que nos hacen disfrutar de una vida agradable, pero no dejes que nuestro egoísmo prive a los demás de ese bienestar.
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