MONICIÓN DE ENTRADA Iniciemos con gran alegría la celebración de esta Asamblea Eucarística dominical. Jesús habla de salvación y sabemos que Dios Padre quiere que todos nos salvemos. La promesa es muy importante y su consecución –el ser salvos—nos dará la felicidad eterna. Pero hemos de trabajar para conseguirlo. Dios nos ha creado libres y podemos adoptar el camino fácil y la puerta ancha. Nuestro mundo de hoy, como el de tiempos de Jesús, ofrece muchas falsas ofertas de puertas anchas que llevan a la nada. Pero es la oferta de Jesús, la de la humildad y la del amor, la que nos salva. ¡Qué nadie nos engañe! |
Lectura de Postcomunión MONICIÓN La Beata Teresa de Calcuta compuso esta oración que sus Hijas leen diariamente. Es importante hacer de esta oración una plegaria frecuente entre nosotros. Es todo un canto a la fuerza que Cristo da a quienes le aman. IRRADIAR A CRISTO ¡Oh, Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya. Inunda mi alma de tu espíritu y vida. Penétrame y aduéñate tan por completo de mí, que toda mi vida sea una irradiación de la tuya. Ilumina por mi medio y de tal manera toma posesión de mí, que cada alma con la que yo entre en contacto pueda sentir tu presencia en mi alma.
Que al verme no me vea a mí, sino a Ti en mí. Permanece en mí. Así resplandeceré con tu mismo resplandor, y que mi resplandor sirva de luz para los demás. Mi luz toda de Ti vendrá, Jesús; ni el más leve rayo será mío.
Serás Tú el que iluminarás a otros por mi medio. Sugiéreme la alabanza que más te agrada, iluminando a otros a mi alrededor. Que no te pregone con palabras sino con mi ejemplo, con el influjo de lo que yo lleve a cabo, con el destello visible del amor que mi corazón saca de Ti. Amén EXHORTACIÓN DE DESPEDIDA La única puerta posible es la que nos muestra Jesús de Nazaret y después en el lugar donde nos encontraremos con Él, todo será luz, amor y felicidad. Hay muchos que nos quieren mostrar puertas anchas que, tras muchas vueltas y recovecos, no conducen a parte alguna. Es la enseñanza de Jesús en este domingo. Marchemos a casa satisfechos por la enseñanza recibida: siempre debemos seguir el camino marcado por el Señor. Es apuesta segura. |
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