Entrada: Alrededor de la mesa de Jesús, nos reunimos como pueblo de Dios para compartir esta cena Santísima. Iniciemos con gozo esta celebración que nos prepara para la gran fiesta, para la noche santa; celebración donde todos reviviremos esa gran entrega de amor del Señor por todos los hombres, que nos conducirá a la vivencia de la gran resurrección de Cristo. Dispongamos nuestro corazón a vivir estos tres días centrales del año litúrgico.
Lecturas: Con Jesús, la Pascua celebrada por los judíos tiene un nuevo sentido: Ya no es el recuerdo de la liberación del pueblo de Israel del yugo egipcio; ahora es el memorial de su entrega de amor, es el memorial de su pasión, muerte y gloriosa resurrección. Escuchemos con atención.
Lavatorio de los pies: El gesto del lavatorio de los pies, quiere recordarnos que, para ser, en verdad, discípulos del Señor, que ha dado su vida por la humanidad, es necesario ir por el camino del servicio, sin condiciones y hasta el final.
Ofrendas: En esta Cena Santa presentemos, además del vino y el pan, nuestra vida y el anhelo de servir, amar y entregarnos a Él de la misma manera como lo hace Dios con cada uno de nosotros.
Comunión: Comulgar con el Cuerpo y la Sangre de Cristo debe ser para el cristiano participación en la Pasión redentora de Jesús. En esta eucaristía en que iniciamos el Triduo Pascual dispongámonos, mediante la comunión eucarística, a experimentar conscientemente el Misterio de la Pascua.
Antes de la procesión al lugar de la reserva eucarística: Hermanos, ahora el sacerdote se prepara para llevar en procesión a Jesús Sacramentado al lugar de la reserva solemne. Jesús hecho Eucaristía es presentado como verdadero pan de vida para que lo admiremos, lo contemplemos y lo adoremos. Permanezcamos ante Él en oración y en alabanza, agradeciéndole por los dones recibidos a través del misterio que hoy celebramos, misterio de amor y de entrega. Adorémosle con toda reverencia.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Hemos compartido el pan de la Palabra y luego seremos comensales en la mesa de esta Cena eucarística. Supliquemos a Dios, como comunidad de discípulos de Jesucristo, diciendo: Cristo, pan de vida, escúchanos.
- Roguemos por la Iglesia, sus ministros ordenados, los religiosos y laicos, para que este Triduo Pascual sea vivido con conciencia clara de ser discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en él, tengan vida. Oremos.
- Roguemos por los gobernantes, para que en el cumplimiento de su deber ejerzan la justicia y velen por el bien común. Oremos.
- Roguemos por los débiles, los enfermos, los encarcelados, los secuestrados, para que todos tengan vida por el alimento que perdura hasta la vida eterna y se distribuye en esta Cena. Oremos.
- Roguemos por los religiosos, las personas consagradas, los laicos y animadores de la vida pastoral, para que viviendo plenamente el amor demos ejemplo de unidad y mutuo servicio al mundo. Oremos.
- Roguemos por todos nosotros los que compartimos esta Cena, para que redescubriendo la alegría de creer, vivamos las realidades temporales, como primicia de las realidades eternas. Oremos.
Dios y Padre Nuestro, atiende la oración que tus hijos te dirigen al inicio de este Triduo santo, y haz que sus vidas sean un permanente servicio, a ejemplo de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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