31 marzo 2022

Moniciones y peticiones QUINTO DOMINGO DE CUARESMA Abril 3 de 2022

 Entrada: En este domingo venimos como la mujer pecadora del Evangelio, a postrarnos ante Jesús, reconociendo en Él un juez justo que dicta sentencia de amor, un médico que sana las heridas de nuestro corazón. Sintiéndonos acogidos por su amor fraternal, celebramos con alegría estos sagrados misterios.

 Lecturas: Las lecturas de este domingo nos recuerdan que quien confía en Dios no debe preocuparse, sino más bien mirar hacia delante, fijarse una meta: Jesucristo y la vida eterna. Nos recuerdan también que tenemos un padre misericordioso que siempre perdona y olvida el pasado. Escuchemos con atención. 

 Ofrendas: Con el pan y el vino para la Misa, ofrezcamos al Señor una nueva postura frente a los demás: de respeto, comprensión y amor.

 ComuniónPor la comunión nos unimos más a Jesús y a los hermanos. Formamos un pueblo peregrino, en busca de perdón, para caminar con alegría hacia la Pascua.

 ORACIÓN UNIVERSAL

 Queridos hermanos: A Dios, que obra en nuestras vidas la salvación y que es la fuente de nuestras alegrías, oremos sabiendo que Él siempre nos escucha. Digamos juntos: Perdónanos y escúchanos, Señor 

  1. Por la Iglesia y por todos los fieles que viven este tiempo de Cuaresma, para que caminen como compañeros, uno al lado del otro en el mismo camino . Roguemos al Señor.
  2. Por el Papa, obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos: para que Dios, que hace nuevas todas las cosas renueve, en sus vidas la alegría y el deseo de instruir y de ser misericordiosos. Roguemos al Señor. 
  3. Para que no nos creamos sin pecado y no nos sintamos jueces de los demás, como acusadores de la mujer adúltera, y aprendamos de Cristo a ser comprensivos. Roguemos al Señor.
  4. Por nosotros, por nuestras familias y comunidades: para que este tiempo de Cuaresma obre en nuestras vidas la conversión del corazón. Roguemos al Señor. 
  5. Por los que se sienten acosados y discriminados por tantos lanzadores de piedras; para que reconozcan a Jesús, como el que siempre dispersa a esa gente despiadada, mostrándoles la grandeza de su corazón. Roguemos al Señor.

 Dios de las misericordias y Padre de bondad, mira las oraciones que con confianza te hemos presentado, encamina nuestros pasos hacia Ti, y haznos testigos de tu amor incondicional. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

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