16 marzo 2022

CONTENIDO HOJA LITÚRGICA 19 DE MARZO DE 2022 SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ

 R I T O S    I N I C I A L E S

CANTO DE ENTRADA.

Juntos cantando la alegría, de vernos unidos en la fe y el amor. Juntos sintiendo en nuestras vidas, la alegre presencia del Señor.

 

Hay una fe que nos alumbra con su luz, una esperanza que empapó nuestro esperar. Aunque la noche nos envuelva en su inquietud, nuestro amigo Jesús nos guiará. 


SALUDO Y MONICIÓN.


ACTO PENITENCIAL.


GLORIA.

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.


ORACIÓN COLECTA.


LITURGIA DE LA PALABRA


PRIMERA LECTURA.

Lectura del segundo libro de Samuel 7, 4-5ª. 12-14ª. 16

 

En aquellos días, vino esta palabra del Señor a Natán: «Ve y habla a mi siervo David: ´´Así dice el Señor: Cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino.

Será él quien construya una casa a mi nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. 

Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo.

Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para siempre”». 

PALABRA DE DIOS    

                              


SALMO RESPONSORIAL.  Salmo 88.   

Antífona: Su linaje será perpetuo.


Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dijiste: “La misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.”

 

Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: “Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.”

 

Él me invocará: “Tú eres mi Padre, mi Dios, mi Roca salvadora.”  Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable.


SEGUNDA LECTURA.

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 4, 13. 16-18. 22

 

Hermanos: 

No por la ley sino por la justicia de la fe recibieron Abrahán y su descendencia la promesa de que iba a ser heredero del mundo.

Por eso depende de la fe, para que sea según gracia; de este modo, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la que procede de la ley, sino también para la que procede de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. 

Según está escrito: «Te he constituido padre de muchos pueblos»; la promesa está asegurada ante aquel en quien creyó, el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe. 

Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza que llegaría a ser padre de muchos pueblos, de acuerdo con lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia».

Por lo cual le fue contado como justicia.                        

  PALABRA DE DIOS


VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO.

Dichosos los que viven en tu casa, Señor, alabándote siempre.


O bien:


ANTES DEL EVANGELIO. 

Canto:

Habla, Señor, que tu hijo escucha, habla, Señor, te quiero escuchar, habla, Señor, danos tu mensaje, habla, Señor, danos tu verdad.


EVANGELIO.

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 1, 16. 18-21. 24ª

 

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. 

José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apena había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. 

PALABRA  DEL SEÑOR


HOMILÍA.


CREDO.


ORACIÓN DE LOS FIELES.


LITURGIA EUCARÍSTICA


OFERTORIO.

Canto:

Te ofrecemos Señor, lo que nos diste Tú.


La fe que sembraste en todos los hombres, el amor y la esperanza que llenan la vida.


El pan en las manos de tu sacerdote, el cáliz que ofrece por todos los hombres.


Los días que se abren con luz y oraciones, las tardes repletas de frutos y gozo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.


PREFACIO Y SANTO.


PLEGARIA EUCARÍSTICA.


RITO DE LA COMUNIÓN


PADRE NUESTRO.


RITO DE LA PAZ.


CORDERO DE DIOS.


COMUNIÓN.

Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra.


Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado.  Qué es el hombre, para que te acuerdes de él; el ser humano, para darle poder.  Qué es el hombre, para que te acuerdes de él; el ser humano, para darle poder.


Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies.


Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, todo lo sometiste bajo sus pies.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.


ORACIÓN DEL SEMINARIO (2022)


Oh, Señor, que guiaste a tu pueblo por el desierto a la tierra prometida; tú llamaste a los discípulos y caminaste con ellos anunciando el Evangelio y los condujiste a Jerusalén, para que, a través de tu pasión y muerte, conocieran la gloria de tu resurrección. 

 

Ahora, que acompañas a tu Iglesia, peregrina en el mundo, te pedimos que envíes sacerdotes que caminen hoy junto a aquellos que convocas en tu Iglesia; que nos fortalezcan y consuelen con la unción del Espíritu Santo; que nos animen e iluminen con la predicación de tu Palabra; que nos alimenten y sostengan con la celebración de la eucaristía y la entrega de su propia vida.

Amén.    


ORACIÓN.


RITO DE CONCLUSIÓN.


BENDICIÓN Y DESPEDIDA.

Canto.

Hoy a tus pies ponemos nuestra vida, hoy a tus pies ¡glorioso San José! Escucha nuestra oración y por tu intercesión, obtendremos la paz del corazón.

 

En Nazaret junto a la Virgen Santa, en Nazaret ¡glorioso San José! Cuidaste al Niño Jesús, pues por tu gran virtud, fuiste digno custodio de la luz.

 

Con sencillez humilde carpintero, con sencillez ¡glorioso San José! Hiciste bien tu labor, obrero del Señor, ofreciendo trabajo y oración.

 

Tuviste fe en Dios y su promesa, tuviste fe ¡glorioso San José! Maestro de oración, alcánzanos el don, de escuchar y seguir la voz de Dios.


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