DOMINGO 6 DE FEBRERO DE 2022
DOMINGO 5º DURANTE EL AÑO
PREPARACIÓN:
Antes de la salida del celebrante
En este domingo quinto del tiempo durante el año, nos encontramos reunidos alrededor de la mesa del altar, convocados por el mismo Señor, que quiere alimentarnos con su Palabra y con la Eucaristía, para hacer de nosotros verdaderos discípulos suyos.
AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
Hoy el Señor nos llama a todos a conocerlo, a amarlo, a poner toda nuestra confianza en el poder de su gracia, y nos convoca a todos los bautizados, como lo hiciera hace dos mil años a sus primeros discípulos, a ser sus apóstoles, los evangelizadores que Él necesita para que trabajemos en el mundo y su Evangelio llegue a todos los hombres. Con nuestra oración y nuestra profunda reflexión podremos descubrir qué es lo que hoy nos pide.
1ª. LECTURA: (Is 6, 1-2a. 3-8) (Ver texto)
El Profeta es consciente de su incapacidad, pero ante la gracia de Dios que viene en su ayuda, responde con una entrega total para servirle en la misión a la que ha sido llamado.
SALMO RESP.: (137, 1-5. 7c-8) (Ver texto)
R. Te cantaré, Señor, en presencia de los ángeles.
2ª. LECTURA: (1 Co 15, 1-11) (Ver texto)
El Apóstol reconoce que la gracia de Dios ha obrado en él para que sea así un fiel transmisor del Evangelio que recibió de Jesús.
EVANGELIO: (Lc 5, 1-11) (Ver texto)
En el santo Evangelio es el mismo Jesús, como hace veinte siglos a sus primeros apóstoles, el que nos llama hoy a ser los anunciadores del mismo, en este nuevo milenio de la salvación.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Queridos hermanos y hermanas, conociendo el amor que Dios nos tiene y que nada de lo que sentimos o necesitamos le es indiferente, presentémosle nuestras necesidades con una confianza filial.
GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:
"POR CRISTO, ESCÚCHANOS SEÑOR"
v Padre, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que en su palabra, los hombres de hoy escuchemos nuevamente a tu Hijo, que pone el remo de su barca en nuestras manos y cuenta con nosotros para la pesca de cada día, oremos...
v Padre, te pedimos por nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, para que en una íntima unión con ellos, formemos una Iglesia diocesana en la que emprendamos el vivir el evangelio, con autenticidad y coherencia, oremos...
v Padre, te pedimos para que todos los habitantes de esta nación, vivamos de verdad tu Evangelio, y los políticos católicos asuman su responsabilidad de que no deben dar nunca su consenso a la introducción de leyes que vayan en contra de los principios morales y la ley natural, oremos...
v Padre, te pedimos por nuestra comunidad, para que hoy, dejando nuestra barca, nuestras redes y nuestros peces, sigamos a tu Hijo que hoy nos llama, nos hace sus profetas y nos sigue enviando para que vayamos creando una sociedad solidaria, más austera, donde quepa la alegría de saberse de verdad hermanos, oremos…
CELEBRANTE:
Señor, al expresarte nuestras necesidades, queremos pedirte que el Espíritu Santo nos de la fortaleza necesaria para poder continuar en el mundo la misión de tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Junto a las ofrendas, presentemos al Padre un sincero compromiso: ser sus discípulos y llevar la Buena Noticia de la salvación a todos los hombres que diariamente nos rodean.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")
Demos gracias a Dios, que en su infinito amor nos dio a su Hijo como prenda de salvación, y también nos confió el ser portadores de ese mensaje a toda la creación.
COMUNIÓN:
Hoy Jesús nos ha invitado a ser quienes colaboren con Él en esta nueva evangelización de nuestro continente y de todo el mundo, y para esta tarea se nos ofrece ahora como alimento.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que jamás me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Volvamos a nuestras tareas cotidianas meditando la Palabra del Señor. Él va por delante. Y, teniéndole a Él en guardia y retaguardia, podremos dudar de nuestras habilidades y capacidades pero nunca de lo que Él nos promete: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el final del mundo”
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