Monición de entrada y acto penitencial: El Señor resucitado nos ha convocado de nuevo en su casa en el domingo, día de fiesta para los cristianos, y prepara para nosotros la Mesa de la Palabra y el Pan y el Vino de la Eucaristía
Que esta celebración nos sirva para prepararnos con verdadera actitud de fe y esperanza al misterio de la redención. Invoquemos para ello la misericordia del Señor, y pidámosle humildemente perdón por nuestros pecados.
· Tú, que anuncias la Buena Noticia a los pobres.
· Tu, que eres la Luz del mundo.
· Tú, que nos llamas a ser testigos de tu evangelio.
Gloria.
Colecta: Concédenos, Señor, que el mundo progrese según tu designio de paz para nosotros, y que tu Iglesia se alegre en su confiada entrega. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles: Presentemos ahora nuestras súplicas confiadas a Dios Padre todopoderoso, que sabe bien lo que necesitamos antes de que se lo pidamos, y roguémosle que escuche las oraciones de los que se reúnen en su nombre.
1. Por la Iglesia; comunidad de creyentes en Cristo; para que anuncie la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Roguemos al Señor.
2. Por las vocaciones sacerdotales; para que Dios llame a muchos a proclamar con alegría la esperanza en la resurrección, y anunciar con su caridad que Cristo nos une en el amor. Roguemos al Señor.
3. Por aquellos que buscan la justicia y la paz; para que trabajen convencidos de que el Señor no dejará sin recompensa sus fatigas. Roguemos al Señor.
4. Por todos los fieles difuntos; para que el Señor, que es justo, les vista de inmortalidad y de incorrupción. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros; para que dejándonos corregir de nuestros errores, demos frutos de bondad y de amor. Roguemos al Señor.
Escucha nuestras plegarias, Padre, y haz que la palabra que resuena en tu Iglesia como fuente de sabiduría y norma de vida, nos ayude a entender y amar a nuestros hermanos; para que no nos convirtamos en jueces presuntuosos e injustos, sino en trabajadores incansables de bondad y de paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Poscomunión: Saciados con los dones de la salvación, invocamos, Señor, tu misericordia, para que, mediante este sacramento que nos alimenta en nuestra vida temporal, nos hagas participar, en tu bondad, de la vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne:
· El Dios de la paz, que resucitó de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, os haga perfectos en todo bien, en virtud de la sangre de la alianza eterna, para que cumpláis su voluntad, realizando en vosotros lo que es de su agrado.
· Y la bendición de Dios todopoderoso...
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