20 enero 2022

ANUNCIO Y REALIDAD LIBERADORA, 23 enero

 ANUNCIO Y REALIDAD LIBERADORA

1.- Escuchar la Palabra y hacerla vida. "Y todo el pueblo escuchaba atentamente la Palabra de la ley y todo el pueblo respondió Amén", señala el libro de Nehemías. La escucha es un acto de disciplina que exige dejar otros pensamientos y exige concentración. La escucha es un acto de amor. El crecimiento y el cambio, en la vida cristiana, comienza cuando se escucha con atención la Palabra de Dios. La escucha de la Palabra de Dios produce la rehabilitación de nuestro vivir. Respuesta del pueblo: Amén. Adoraron al Señor y su Palabra. Yo me pregunto si esta misma emoción y alegría es la que sentimos nosotros cuando nos acercamos a la "Mesa de la Palabra" Parece que no le damos importancia, pues a menudo llegamos tarde, estamos distraídos o quizá nos entra por un oído y nos sale por otro, sin calar en nuestro interior. Deberíamos ir cada domingo a la iglesia con hambre de la Palabra de Dios, dispuestos a dejar iluminar nuestra realidad concreta por el Seño. Es su Palabra la que va a darnos la paz que buscamos, el alimento que necesitamos y la fuerza para sostenernos. Cada domingo lo que escuchamos en las lecturas debería ser "palabra de vida", de tal manera que, al escuchar lo que Dios nos dice, intentáramos llevarlo a la práctica durante toda la semana.

2. – “Hoy se cumple esta Escritura”. Jesús viene a abrir nuestros ojos y a proclamar el "Año de Gracia". Este se proclamaba cada 47 años y significaba el perdón de todas las penas, la cancelación de todas las deudas y la vuelta de las tierras a sus antiguos propietarios. Jesús ofrece un perdón sin límites y sin condiciones. ¿Cuándo será esto?, se preguntan sus oyentes y nos preguntamos también nosotros. "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír". Hoy, también para nosotros, puede ser ese gran día para ti y para mí, si la Palabra de Dios que has escuchado comienza a ser viva y eficaz, porque es espíritu y vida. Jesús no vino a leer la Biblia. Vino a cumplirla. Un “hoy” que se repite muchas veces en el evangelio y que hace referencia a la actualidad, a nuestra situación personal y comunitaria: "Hoy se cumple esta Escritura". "Hoy ha nacido el salvador". "Hoy estarás conmigo en el paraíso". Hoy debe cumplirse lo que es la Buena Noticia. El cristiano vive siempre en el hoy de Dios siempre presente, siempre buscándonos, siempre amnistiándonos. Este hoy del que nos habla el Evangelio nos sigue cuestionando.

3.- La liberación que trae Jesús. Es profeta de Dios dedicado a liberar la vida. Solo le podremos seguir si aprendemos a vivir con su espíritu profético. Su actuación es Buena Noticia para la clase social más marginada y desvalida: los más necesitados de oír algo bueno, los humillados y olvidados por todos. Jesús se siente enviado a cuatro grupos de personas: los pobres, los cautivos, los ciegos, y los oprimidos. Los pobres lo sienten como liberador de sufrimientos; los cautivos, como el que les quita sus opresiones; los ciegos lo ven como luz que libera del sinsentido y la desesperanza; los pecadores y oprimidos lo reciben como gracia y perdón. Son los que sufren los que más dentro lleva en su corazón, los que más le preocupan. La Iglesia es de los que sufren, o deja de ser la Iglesia de Jesús. Si no son ellos quienes nos preocupan, ¿de qué nos estamos preocupando? Nos empezamos a parecer a Jesús cuando nuestra vida, nuestra actuación y amor solidario puede ser captado por los sufren como algo bueno. Seguimos a Jesús cuando nos va liberando de todo lo que nos esclaviza, empequeñece o deshumaniza.

 

José María Martín OSA

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