09 noviembre 2021

Ciclo B - Tiempo Ordinario2 - Domingo 33º - 14 de noviembre - Año 2021

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Hermanos y hermanas: bienvenidos y bienvenidas a la Mesa de la Palabra y de la Eucaristía. El mismo Señor Jesús se sienta junto a nosotros y nosotras y se une a la fiesta.

Nos estamos acercando al final del Año Litúrgico. Por eso, no es extraño que esa tensión aparezca en las lecturas de este penúltimo domingo del Tiempo Ordinario. Todos nosotros y nosotras corremos el riesgo de pasarnos la vida entera enrollados y enrolladas en mil intereses accidentales, extraños y extrañas a la tarea del Reino y al sentido más profundo de nuestra vida.

Es clara la llamada a la VIGILANCIA que nos hacen hoy los textos que escucharemos. Jesús desea que vivamos despiertos y despiertas, atentos y atentas ante las necesidades de quienes nos rodean, siendo sembradores del Reino que ya llega.

Iniciamos, con gozo, esta celebración.

Moniciones a las lecturas

1ª lectura: Daniel 12, 1-3

El profeta Daniel, -ya a finales del Antiguo Testamento y con un lenguaje propio y especial, denominado “apocalíptico”-, anuncia la llegada de unos tiempos difíciles como no los ha habido nunca jamás. Sin embargo, significará la salvación y el triunfo de los justos, que se llevará a cabo en el Mesías. Acogemos este relato que nos habla del final de los tiempos.


2ª lectura: Hebreos 10, 11-14. 18

El autor de la Carta a los Hebreos compara el sacerdocio y los sacrificios de la antigua Alianza con el sacerdocio y la ofrenda de Cristo, y descubre que en Cristo se da en plenitud el perdón y la salvación para toda la humanidad que espera. Un mensaje, cargado de esperanza, para todos y todas las creyentes. Lo acogemos.


Evangelio: Marcos 13, 24-32

En el relato evangélico que vamos a escuchar, se nos presenta a Jesús, -quien utilizando un lenguaje propio de su tiempo y de su pueblo-, habla del final de los tiempos. El mensaje es claro: vivir VIGILANTES como quienes esperan a su Señor; pero, sobre todo, CONFIADOS y CONFIADAS en su palabra, porque el plan de Dios es de de salvación y de vida. El miedo no tiene cabida en su mensaje. Escuchamos desde esta clave.

Oración de los fieles

Confiando en la Palabra del Señor Jesús que nos prometió que el Padre siempre está atento a las súplicas de sus hijos e hijas, presentémosle las necesidades de la Iglesia y de toda la humanidad.


1.- Por nuestra Iglesia, por todos y cada uno y cada una de sus miembros, para que seamos fermento de unidad y esperanza en medio de este mundo tan distinto en culturas y razas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Por los responsables de la vida pública, para que busquen, con todas sus acciones y decisiones, el fomento del bien común. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Por todos los/as marginados/as y excluidos/as de nuestra sociedad, para que, con nuestro esfuerzo y servicio, hagamos posible su plena integración. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Por los LAICOS y LAICAS comprometidos y comprometidas desde su pertenencia a los Movimientos apostólicos o directamente en la tarea política, sindical o ciudadana, para que siempre luchen en favor de la justicia y la transformación de un mundo mejor. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Por todos nosotros y nosotras los aquí reunidos y reunidas, y por nuestra comunidad, para que, encendida nuestra esperanza, y estando vigilantes y unidos y unidas en nuestra oración, busquemos que el Reino sea posible. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.


PRESENTACIÓN DE LOS SACERDOTES: UNA ESTOLA GRANDE Y ROJA

(Convendría que hiciera la ofrenda el mismo presidente de la Asamblea o el responsable de Consejo Pastoral de la Comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor y Padre nuestro: en la carta a los Hebreos de hoy (en la segunda lectura) se nos ha presentado el Sacerdocio de Cristo y su papel tan significativo para con nosotros y nosotras. Nosotros y nosotras, tu Comunidad, hoy queremos ofrecerte a nuestros SACERDOTES, su vida entera, con su entrega y con sus cansancios, compartiendo de manera especial la Misión del mismo Señor Jesús. Te pedimos, Padre, que bendigas a cada uno de los Sacerdotes, y llénales de gozo en su caminar y en el ejercicio de su tarea. Te lo pedimos.


PRESENTACIÓN DE UN JUGUETE BÉLICO

(Hace la ofrenda un niño o una niña)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Mira, Señor, yo te traigo este juguete que tanto nos atrae a los niños de hoy. Al ofrecértelo, quiero renunciar a él y a cuanto significa el ver la vida desde la guerra y el poder del más fuerte. Ayúdame y ayuda a todos los niños, como también a los y a las jóvenes y mayores, a comprender la importancia de la paz; a saber que sólo, desde unos corazones pacificados, se puede sembrar y vivir la paz con los y las demás y en medio de la sociedad y del mundo. Y que sólo así podremos llegar a ser bienaventurados y bienaventuradas.


PRESENTACIÓN DE UN CORAZÓN

(Esta ofrenda debiera haber sido preparada previamente por alguno de los grupos de catequesis de la comunidad. Consistiría en la elaboración de un gran corazón de cartulina, en el que se han pegado multitud de rostros humanos de todo tipo, raza y condición. Lo puede llevar todo el grupo, aunque uno solo es quien hace la ofrenda)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, nosotros y nosotras nos hemos reunido y elaborado este gran corazón, repleto de rostros humanos, rostros a los que Tú amas porque son tus hijos e hijas. Hoy te lo queremos ofrecer como signo de nuestra apertura al amor universal. Que no se nos escape ninguno, por muy lejos que se encuentre de nosotros y de nosotras, tanto en la distancia, como ideológica y culturalmente. Comprometemos en esta ofrenda nuestra capacidad de tolerancia y optamos por actitudes de misericordia, como Tú mismo lo haces. Y te pedimos nos des fuerzas para amar a todos, incluso a los poco amables.


RESENTACIÓN DE UN PUZZLE

(Puede hacer la presentación uno/a de los adolescentes)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Aquí tienes, Señor, este puzzle. Como bien sabes, es un juego de niños que, para formar una imagen, necesita mil pequeñas piezas. Yo te lo ofrezco hoy como el símbolo de nuestra disponibilidad a la colaboración y la cooperación con todos los hombres y mujeres. Que allí donde haya un problema o una necesidad de una persona, estemos nosotros y nosotras siempre dispuestos/as a colaborar con todos los demás en la búsqueda de su solución y en la construcción de tu Reino.


RESENTACIÓN DE UN RELOJ

(Lo presenta cualquier joven o persona adulta de la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Por mi parte, Señor, te ofrezco este reloj, símbolo del tiempo e instrumento para su medición. Pero hoy te lo traigo como imagen de tu señorío sobre la historia. Tú la diriges y, sentado a la derecha del Padre, la atraes hasta Ti como a su único sentido. Haznos colaboradores tuyos, para que en Ti todo logre su plenitud.


PRESENTACIÓN DEL GRUPO DE PASTORAL JUVENIL

(Sería bueno y deseable que hubiera una representación maja de los animadores de la pastoral juvenil de la Comunidad. Uno de ellos o una de ellas realiza la ofrenda y el símbolo que ellos mismos han preparado)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, nos presentamos un grupo de los y las animadores de la pastoral con los y las jóvenes de nuestra Comunidad. Tú sabes bien que no es nada fácil la tarea que tenemos entre manos. Por eso mismo te la ofrecemos y ofrecemos también el PROYECTO que tenemos para este curso pastoral y las acciones que, con tu ayuda, nos proponemos llevar adelante. Ayúdanos en la tarea y haz que seamos TESTIGOS de Ti mismo en medio de nuestros/as adolescentes y jóvenes.

Prefacio

(Puestos en pie, el Presidente inicia la oración de Acción de Gracias, a la que se une la comunidad, diciendo: «VIGILANTES, SEÑOR Y PADRE NUESTRO, ESPERAMOS EL TRIUNFO DEFINITIVO DE TU HIJO»).


Te alabamos, te bendecimos y te damos gracias,
Señor, Dios Padre,
que nos has elegido para nuestra salvación
antes de la creación y el origen del mundo,
regalándonos toda clase de bienes,
sin escamotear ninguno,
hasta llegar a ser elevados al rango de hijos e hijas
e invitarnos a tu Reino eterno,
donde, con los ángeles y los santos,
podamos cantar para siempre tu alabanza.
R/. «VIGILANTES, SEÑOR Y PADRE NUESTRO, ESPERAMOS EL TRIUNFO DEFINITIVO DE TU HIJO».

Y a pesar de que, por nuestra torpeza
y el egoísmo de nuestro corazón,
rompimos tu ofrecida amistad,
Tú nunca nos dejaste de tu mano
ni cerraste para nosotros y nosotras
el amor de tu corazón.
Nos diste caudillos que dirigieran a tu pueblo,
profetas que nos dijeran tus palabras,
sabios que nos participaran tu sabiduría.
Y, en el tiempo de los tiempos,
nos enviaste a tu único Hijo,
nacido de una mujer,
para así podernos querer como a Él le quieres.
R/. «VIGILANTES, SEÑOR Y PADRE NUESTRO, ESPERAMOS EL TRIUNFO DEFINITIVO DE TU HIJO».

Por los caminos de Galilea,
con sus palabras y gestos,
nos abrió las puertas del futuro
y nos dibujó en qué consistía tu Reino.
Todo pareció venirse abajo,
cuando fue muerto en la cruz de los malhechores,
y Tú nos sorprendiste llenándole de vida de nuevo,
para que nunca más volviera a morir
y, desde entonces, como un Rey,
sentado a tu derecha, espera el momento definitivo
de volver de nuevo para juzgar al mundo
y salvar a los redimidos y redimidas.
R/. «VIGILANTES, SEÑOR Y PADRE NUESTRO, ESPERAMOS EL TRIUNFO DEFINITIVO DE TU HIJO».

La Iglesia que nació de su costado
peregrina hoy en este mundo,
en medio de dificultades,
pero a la espera de que el triunfo de tu Hijo sea el suyo.
No nos dejes caer víctimas del desaliento.
Mantén encendida nuestra esperanza,
a pesar de lo costoso del caminar en algunos momentos.
Haz que leamos continuamente tus signos,
los que hablan de la nueva aurora,
de los nuevos cielos y el nuevo mundo.
Que unidos y unidas en la oración,
trabajemos, sin embargo, por hacer de esta tierra,
y con todas las personas de buena voluntad,
el ámbito digno de tu Reino eterno.
R/. «VIGILANTES, SEÑOR Y PADRE NUESTRO, ESPERAMOS EL TRIUNFO DEFINITIVO DE TU HIJO».

Monición de Despedida

Hermanos y hermanas: no se puede ser fiel a este nuestro Dios, siempre sorprendente y que lleva la iniciativa en tantas situaciones, si no es tomando -por nuestra parte- una postura dinámica y comprometida. Frente al presente, frente a lo que acontece en nuestro mundo y sociedad, no podemos desentendernos ni dormirnos. Hay que estar alerta. Hay que saber mirar, ver, discernir y responsabilizarse. Sólo así podremos descubrir y vivir cotidianamente la presencia de este Dios en nuestra vida y nuestro mundo. ¡Feliz semana para todos y todas!

Reflexión para este día

“Estad siempre despiertos,
pidiendo fuerza para manteneros en pie
ante el Hijo del Hombre.”






Estamos llegando al final del Año Litúrgico y, por pura lógica, la liturgia que celebra la vida, sus procesos, sus luchas y esperanzas, también nos va a hablar del final. ¿Qué sucederá al final de los tiempos? ¿Cómo vivirlo?

Esta preocupación no es, en absoluto, ajena a la vida. Siempre el ser humano se ha preguntado por el FUTURO. ¿En qué van a terminar los esfuerzos, las luchas y las aspiraciones de tantas generaciones de personas? Es verdad que ante este interrogante podemos dar o recibir las respuestas más variadas. Y seguro que necesitaremos agarrarnos a alguna de ellas.

En este domingo, aunque sea en un lenguaje bastante difícil para nosotros y nosotras, la PALABRA DE DIOS viene a iluminarnos este futuro. La respuesta es el reto y la promesa de la resurrección. ¡Casi nada! Pero para el creyente en Jesús no es algo irracional ni una evasión, porque esa fe le lleva a luchar y esforzarse, como el que más, por un mundo y una sociedad más humana, porque sabe que ése es precisamente el camino de la VIDA. Animado y animada, pues, por la esperanza de la resurrección final, el creyente y la creyente caminan seguros, aunque no sin dificultades.

El creyente escucha constantemente las palabras de Jesús: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. ¡Buen ánimo, hermanos y hermanas!

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