Entrada: Bienvenidos a esta celebración festiva de “todos los santos”. Traemos a nuestra celebración a todos los hombres y mujeres de vida ejemplar que nos han precedido en la fe. Lo que Dios ha realizado en los santos lo esperamos para cada uno de nosotros, y lo hacemos confiando en nuestra condición de hijos de Dios. Celebramos la gracia abundante de Dios, que es germen y semilla de todo lo noble, lo bueno, lo justo y hermoso que abunda en la vida de cada creyente.
Lecturas: Estemos atentos con el corazón y oídos abiertos, a la Palabra de Dios que se nos proclamará, porque ella describe y manifiesta el contenido y el sentido de esta hermosa fiesta que estamos celebrando. Escuchemos lo que Dios nos dice.
Ofrendas: Junto al pan y al vino que depositamos en el altar, pongamos en la presencia del Señor nuestro deseo de santidad.
Comunión: Al comulgar nos configuramos con Cristo, que esta comunión nos comprometa a vivir las exigencias del Evangelio.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: En comunión con tantos hermanos nuestros que nos han precedido con la señal de la fe y gozan ya de la claridad de Dios, oremos a Dios Padre diciendo: Dios de misericordia, escúchanos.
- Por la Iglesia, santificada en la sangre de Cristo: para que sea conducida fielmente por sus pastores hasta la santidad de su Cabeza. Oremos.
- Por el Papa, obispos, sacerdotes y laicos: para que el gozo de conseguir el reino de los cielos les infunda valor para vivir según el espíritu de las bienaventuranzas. Oremos.
- Por la justicia y la paz del mundo, por los gobernantes: para que sean ejemplo de honestidad ante los demás ciudadanos. Oremos.
- Por cuantos estamos reunidos celebrando esta solemnidad: para que seamos hombres y mujeres de palabra, manteniendo cada día nuestras promesas bautismales. Oremos.
Concede a tu pueblo, Dios todopoderoso, la protección de todos los santos, a fin de que, por su intercesión, obtenga los beneficios que te implora. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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