Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Sean bienvenidos a la Santa Misa en el Trigésimo Primer Domingo del tiempo ordinario, cuyas lecturas nos invitan a poner los preceptos del Señor en el lugar que le corresponden en nuestra vida. Por eso estamos aquí, para darle a Dios el culto que primero se merece.
Comencemos cantando... De pie.
Moniciones a las lecturas
Opción 1: Monición única para todas las lecturas
Las lecturas de hoy nos sitúan en el corazón de la espiritualidad bíblica. El evangelio y la primera lectura exhortan a vivir desde lo esencial, que se resume en un amor indiviso a Dios y al prójimo. Jesús, el sumo sacerdote de la nueva alianza, del que nos habla la carta a los hebreos, es quien llevará este mandamiento a su plenitud. El estribillo del salmo ofrece la respuesta del creyente a esa exhortación de Dios. Escuchemos muy atentos este mensaje.
Opción 2: Moniciones para cada lectura
Primera lectura (Deuteronomio 6, 2-6)
El pasaje que escucharemos hoy, del libro del Deuteronomio, es una exhortación al pueblo de Israel para que sea fiel a los mandamientos de Dios. Escuchemos.
Salmo responsorial (Salmo 17)
Con el salmo 17 manifestamos nuestra disposición a cumplir los mandatos de Dios. Lo haremos respondiendo:
Segunda lectura (Hebreos 7, 23-28)
Después de exponer lo que tienen de común los sacerdotes del Templo con el de Cristo (lo leíamos el domingo pasado), el autor de la carta a los hebreos llega al momento culminante de su exhortación. Escuchémosla con mucha atención.
Evangelio (Marcos 12, 28b-34)
Entre los 365 mandamientos negativos y 248 positivos que tenían los Israelitas, ¿habría alguno que tuviera prioridad sobre todos los demás?. Hoy escucharemos a Jesús dialogando con un escriba sobre este tema; pero primero cantemos el aleluya.
Oración de los fieles
- Por el papa, obispos y sacerdotes: que, a imagen de Cristo, único y eterno sacerdote, sean hombres que manifiesten su amor al pecador, llevándole hacia Dios. Oremos.
- Por los políticos y todos los que tienen responsabilidades de gobierno: que trabajen con honestidad, transparencia y amor a aquellos a quienes deben servir. Oremos.
- Por los pobres, las personas que viven solas y marginadas, los enfermos mentales y los encarcelados: que sepan que son objeto especial del amor de Dios y nosotros les manifestemos con hechos el amor al prójimo que nos pide hoy el Evangelio. Oremos.
- Por todos los que nos hemos reunido hoy en la casa de Dios: que aprendamos a vivir entre nosotros el mandamiento del amor. Oremos
Presentación de las Ofrendas
Con el pan y el vino, ofrezcamos también nuestra entrega total en amor a Dios y al prójimo. Cantemos todos.
Comunión
Por amor a nosotros, Cristo se nos hace presente en el Pan y el Vino. Al comulgar, nos unimos a él y a nuestros hermanos, a quienes debemos amar como a nosotros mismos. Cantemos agradecidos por ese gran gesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario