26 octubre 2021

Ciclo B - Tiempo Ordinario2 - Domingo 31º - 31 de octubre - Año 2021

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Hermanos y hermanas: bienvenidos y bienvenidas a este encuentro de fe y de fraternidad, donde el mismo Dios-Padre nos convida a estar junto a Jesús, el Señor resucitado.

También hoy, los creyentes nos preguntamos qué es lo esencial de la vida cristiana. Y esto en medio de una experiencia de vida, donde la causa fundamental del sufrimiento humano es, sobre todo, la FALTA DEL AMOR; incluso por encima del dolor producido por otras situaciones límites como la enfermedad, la violencia o similares.

La liturgia de este domingo y, en este marco, el mismo Jesús nos recuerda, con enorme fuerza, que el núcleo de la vida está en el amor a Dios y al prójimo, algo que todos nosotros y nosotras lo sabemos de memoria y desde niños, pero que hacerlo realidad es… “otra historia”.

Que el Espíritu de Jesús abra nuestro corazón y nos anime a vivir con gozo el don que supone el hecho de ser cristiano, cristiana. Iniciamos esta celebración.

Moniciones a las lecturas

1ª lectura: Deuteronomio 6, 2-9

Según el teólogo predicador del Antiguo Testamento, un solo mandamiento sintetiza la ley y la rebasa: Amarás a tu Dios. Es el mandamiento que inculca el autor sagrado, sabiendo que en ello está la vida, el bienestar verdadero del mundo, la salvación plena. Quiere hacerlo presente en todo momento y situación de la existencia, de ahí que esta plegaria la recitaban los judíos tres veces al día. Escuchemos esta reflexión.


2ª lectura: Hebreos 7, 23-28

LaLa carta a los Hebreos sigue mostrando la primacía del sacerdocio de Cristo respecto del de la antigua alianza. Cristo, único y definitivo sacerdote, que no necesita ofrecer otros sacrificios, ya que él mismo se ofrece en holocausto al Padre por amor a todos y a todas. Es el testimonio y la convicción del autor sagrado.


Evangelio: Marcos 12, 28b-34

Jesús, que habitualmente denunciaba la falsedad e hipocresía de los escribas, no tiene ningún inconveniente en recibir a un escriba y reconocer que no estaba lejos del Reino de Dios. Eso sí: une, estrechamente y para siempre, el amor a Dios y el amor al prójimo. Y no basta con saberse de memoria esta formulación; su planteamiento va mucho más allá. Acogemos en el corazón su propuesta.

Oración de los fieles

Siendo conscientes de la unidad del amor a Dios y a las personas, presentemos ahora a Dios, nuestro Padre, a quien queremos sobre todas las cosas, nuestra oración de intercesión por todas las personas.


1.- Por la Iglesia de Jesús, extendida por toda la tierra, para que predique, de palabra y con la vida, el amor a su Señor y la caridad para con todos los hombres y mujeres. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Por los y las gobernantes de todas las naciones y, de forma especial por los más cercanos a nosotros y a nosotras, para que luchen por una justicia que impida las sangrantes desigualdades sociales. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Por todas las personas de buena voluntad, para que se esfuercen en vencer los odios y las divisiones y caminen hacia la solidaridad y la fraternidad, ese deseo de Dios impreso en cada corazón humano. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Por los enfermos y enfermas, los minusválidos y las minusválidas, por cuantos y cuantas viven la angustia de la situación del paro y cuantos y cuantas sufren por cualquier causa, para que no se cierren a la esperanza y encuentren en nosotros y en nosotras el amor y la solidaridad que necesitan. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Por los reunidos y reunidas en esta celebración y por nuestra comunidad, para que la palabra que el Señor nos ha dirigido hoy nos lleve a revisar nuestros compromisos bautismales y nos comprometa a un amor eficaz y constante en favor de nuestros prójimos. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.


PRESENTACIÓN DE UN CUADERNO

(Puede hacer esta ofrenda una persona adulta de la comunidad)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Señor, yo te traigo hoy este cuaderno, que es símbolo de ese diario íntimo y secreto que escriben algunas personas y que, sin embargo, Tú conoces bien, porque a Ti no se te oculta nada. Con él yo te ofrezco las dudas que tengo y que me impiden no decidirme entre el seguimiento radical de tu Hijo Jesucristo o el acomodamiento de la fe. Hoy te quiero ofrecer mis buenos deseos de ser un fiel discípulo, una fiel discípula de Cristo, pero te pido que Tú me des la fortaleza que necesito.


PRESENTACIÓN DE UN MICRÓFONO

(Puede hacer esta ofrenda el/la responsable en la comunidad de la atención social y caritativa)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo hoy este micrófono, como símbolo de mi compromiso personal y de todos y de todas y cada uno y cada una de los miembros de la comunidad para prestar nuestra voz a los y a las más pobres, para que se puedan oír sus lamentos y se denuncien sus injustas situaciones, pues estamos convencidos y convencidas de que, si no prestamos nosotros y nosotras la voz y la denuncia, no se les permite protestar y que sean atendidos y atendidas en sus necesidades.


PRESENTACIÓN DE UNOS EVANGELIOS

(Conviene que lo presente algún agente de la evangelización)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Por mi parte, Señor, te traigo y te ofrezco estos Evangelios y, con ellos, nuestra decisión firme de seguirlos y seguir los pasos de tu Hijo Jesucristo. Ellos son el libro de tus discípulos y discípulas, nuestro libro. De ellos dependen nuestras personas y nuestras vidas. Su cumplimiento lo queremos vivir como la ofrenda de nuestras personas, de nuestro ser y de nuestra existencia. Hoy, queremos unir nuestras vidas a la de tu Hijo Jesucristo. Seguro que Tú, así, nos las aceptas incondicionalmente, pues en tu Hijo se complementa lo que, por nuestra debilidad e infidelidad, somos incapaces de realizar. Lleva, Señor, nuestros deseos a la concreción de la realidad. Para ello te pedimos tu Espíritu Santo, que será nuestra fortaleza.


PRESENTACIÓN DE UN INSTRUMENTO DE LABRANZA

(Tampoco es fácil, sobre todo en las ciudades, encontrar un tipo de instrumento de este estilo, tan específico del mundo rural. Por eso, podría ser sustituido por cualquier instrumento de jardinería)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Aquí tienes este instrumento relacionado con el cuidado de las plantas o del campo. Es símbolo del trabajo de los viñadores, a los que Tú has confiado el cultivo de tu viña. Señor, nosotros y nosotras somos esos labradores, que hemos de cuidar, y con esmero, tu Iglesia. Somos conscientes de nuestro trabajo en favor de la Iglesia. A veces preferimos nuestra comodidad, y nos olvidamos de nuestras responsabilidades. Haznos despertar. Que no echemos nuestro hombro para atrás cuando se trata del trabajo en favor de la comunidad. Que no abandonemos nunca el trabajo en tu Iglesia y en favor de ella, y que tomemos conciencia, además, de que cuanto hacemos por tu Iglesia es en favor del mundo y de todos los hombres y mujeres.


PRESENTACIÓN DEL GRUPO DE LITURGIA

(Sería bueno que este día se pudieran presentar las personas que habitualmente animan y ayudan, tanto en la preparación como en las celebraciones mismas de la Comunidad-Parroquia. Una de las personas, en nombre de todos, presenta el proyecto del grupo, que convendría tenerlo ESCRITO para ofrecer a los participantes en la celebración o colocarlo en un lugar significativo del templo parroquial, y realiza la ofrenda:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Dios y Padre nuestro: por medio de tu Hijo amado, Tú mismo convocas a esta Comunidad a celebrar tu amor y tus dones. Nosotros y nosotras, Padre, nos reunimos frecuentemente en tu presencia. Este grupo que estamos aquí, ponemos de nuestra parte para animar y mejorar cada celebración. Tú sabes que cuidamos cada encuentro; lo preparamos con mimo y deseamos que todos y todas te descubran en cada celebración comunitaria. Acepta, Padre, nuestro esfuerzo y tarea, y ayúdanos a reflejar siempre tu rostro de Padre bueno, que nos acoge y nos ama.

Prefacio

(Tras la incensación a la comunidad, todos se disponen a participar en la oración de Acción de Gracias, en la que intervienen, diciendo: «TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, PARA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, TÚ NOS HAS QUERIDO PRIMERO»).


Te alabamos y te bendecimos, Dios Padre,
porque eres el Amor y al amor nos llamas.
Nos creaste a imagen y semejanza tuya,
para que llenáramos de tu amor la tierra.
Tuvimos celos de Ti y rompimos tu amistad.
Llenamos, así, de egoísmo y pecado la creación
y ya nunca más
volvimos a querernos como hermanos y hermanas.
Hicimos las desigualdades,
nos tratamos como enemigos y enemigas
y llenamos de violencia y terror la tierra.
Tú, fiel a tu mismo ser, no dejaste
de invitarnos continuamente al amor,
te uniste a nosotros y a nosotras en Alianza
y nos recordaste que teníamos que amarnos.
R/. «TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, PARA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, TÚ NOS HAS QUERIDO PRIMERO»

Llegado el tiempo de los tiempos,
quisiste darnos la enseñanza definitiva de amor,
y nos enviaste a tu Hijo Jesucristo,
hombre como uno cualquiera,
que vivió pendiente de tu voluntad,
amándonos a las personas,
invitándonos a la vida,
haciéndonos descubrir a tus preferidos
y no ahorrándose para Él nada de sí mismo,
pues entregó por nosotros su vida en la Cruz.
Resucitado, derramó en nuestros corazones el Espíritu,
que es el amor que os tenéis como Padre e Hijo,
para que entremos en profunda comunión contigo
y seamos capaces de amarnos como Él nos amó.
R/. «TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, PARA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, TÚ NOS HAS QUERIDO PRIMERO»

Te damos gracias ahora por tu Hijo y por tu Espíritu,
porque para hablarnos del amor,
Tú nos has querido, y apasionadamente, primero.
Nosotros y nosotras debiéramos responderte sólo
con el amor con el que se quieren los enamorados,
y, sin embargo, por nuestra infidelidad,
confesamos de palabra el amor
y nos caben otras admiraciones en nuestro corazón,
pretendiendo armonizar amores tan distintos.
Confesamos nuestro pecado, confiando en tu perdón.
Pero te bendecimos y te damos gracias,
porque sentimos tu palabra en nuestro interior,
que no nos deja vivir tranquilos e indiferentes.
R/. «TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, PARA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, TÚ NOS HAS QUERIDO PRIMERO»

Te queremos bendecir, también hoy,
porque tu llamada no nos deja indiferentes ante los otros,
nos abres los ojos, que cerramos para no ver la pobreza;
nos inquietas nuestro corazón,
que aquietamos para no ver el sufrimiento;
nos abres las manos, que cerramos insolidariamente;
nos despiertas, día tras día,
en medio de las contradicciones de la vida,
para que veamos en todos los hombres y mujeres
tu rostro desfigurado,
que hemos de restablecer por el amor.
Cura nuestro egoísmo con tu amor,
para que te respondamos queriéndonos entre nosotros
y queriendo, sin límites ni fronteras,
a todos los hombres y mujeres, nuestros prójimos.
R/. «TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, PARA AMARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, TÚ NOS HAS QUERIDO PRIMERO»

Monición de Despedida

Hermanos y hermanas: después de haber participado en esta celebración en la que hemos alabado a Dios y Él nos ha comunicado su salvación en Jesucristo, y nos hemos comprometido a seguirle, retornamos a nuestras vidas y a nuestras actividades. Si queremos vivir en fidelidad y en coherencia, tendremos que recordarnos mutuamente que el amor a Dios y al prójimo van inseparablemente unidos por declaración abierta del mismo Jesús. Que nos empeñemos en hacerlo realidad. ¡Ojalá sea verdad! ¡Feliz semana!

Reflexión para este día

“El que me ama guardará mi palabra
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.”






El Maestro sigue trabajando a su comunidad, a aquellas personas que van a continuar su MISIÓN, la de anunciar y hacer realidad el REINO con todas sus posibilidades. Ante esta tarea, a Jesús no le detendrá nada ni nadie, porque ése mismo es el deseo y el proyecto de Dios-Padre.

También hoy nos preguntamos qué es lo esencial en la vida cristiana. La experiencia enseña que la causa más universal de sufrimiento en el mundo no es la enfermedad, ni la guerra con sus inmensas violencias, ni otras cosas del género, sino la FALTA DE AMOR. De ahí, lo importante que es cuidar los dos fundamentos claves de la vida según Jesús: el amor a Dios y el amor al prójimo (Evangelio de hoy).

Cuando damos prioridad a miles de cosas secundarias, nuestro corazón se llena de preocupaciones, que podemos llamar tonterías y está vacío de lo esencial. No encontramos nunca tiempo para dedicarnos a las cosas verdaderamente importantes. Las excusas se multiplican según las personas y las circunstancias ambientales.

Amar a Dios y al prójimo es más que un mandamiento; es un PRIVILEGIO, pues no a todos y a todas se les da el don de conocer y de amar a Dios. Ésta es la gran invitación y el mensaje de este domingo.

Ojalá podamos escuchar de labios del mismo Señor Jesús aquellas palabras cargadas de lo mejor: “No estás lejos del Reino de Dios”.

¡DICHOSOS y DICHOSAS quienes encuentran en JESÚS
la LUZ para sus VIDAS!

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