14 octubre 2021

Ciclo B - Tiempo Ordinario2 - Domingo 29º - 17 de octubre - Año 2021

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Hermanos y hermanas: sed bienvenidos y bienvenidas a este encuentro de fe y de fraternidad.

El domingo pasado la Palabra de Dios nos recordaba que no podemos amar el dinero y la riqueza y ser seguidores de Jesús. Hoy, en esta celebración, el Señor nos dirá que en la vida lo más importante no es tener éxito y superar a los demás. Según Jesús, el que quiera ser grande y primero tiene que renunciar a su deseo de poder sobre los demás y tiene que aprender a servir desde una postura de amor fraterno. La invitación que hoy nos hace Jesús es clara: vive EN y DESDE el servicio y serás grande a los ojos de Dios.

Y justamente, cuando todo nos habla de servicio, nuestra Iglesia celebra el DÍA del DOMUND: un día para recordar y ser solidarios y solidarias con los hombres y las mujeres que han entregado y entregan su vida a favor de los y las demás. Vidas que se gastan generosamente para que otros y otras tengan vida. Oremos también por ellos y ellas.

Así iniciamos nuestra celebración.

Moniciones a las lecturas

1.ª lectura: Isaías 53, 10-11

Esta lectura proclama la parte final del cántico del Siervo de Yahvé. El profeta Isaías presenta al siervo que entrega su vida en expiación. Su entrega es fecunda porque ha dado vida a otros y otras. Aquí ya se está anunciando la presencia nueva y definitiva del Siervo, que es Jesús de Nazaret. Escuchamos.


2.ª lectura: Hebreos 4, 14-16

La carta a los Hebreos sigue presentándonos al Sumo Sacerdote, a Cristo el Señor. Y es que nuestro Dios es un Dios que se compadece de nosotros y de nosotras. Nos envió a su Hijo para que nos precediera y mostrara el camino. Toda su vida, su entrega, su Pasión, muerte y resurrección, son nuestra mejor intercesión ante el Padre-Dios. Acogemos esta hermosa y profunda reflexión.


Evangelio: Marcos 10, 35-45

El “Siervo de Yahvé”, presentado por Isaías en la primera lectura, ahora lo encontramos actuando y ofreciendo a sus seguidores el camino que lleva a la vida. Y no deja lugar a dudas: “El que quiera entre vosotros ser grande, que sea vuestro servidor”, es la propuesta, clara y nítida, del Maestro Jesús. Acogemos su mensaje.

Oración de los fieles

Por mediación de Jesucristo, el Siervo de Dios, pidamos al Padre que nos auxilie a nosotros y a nosotras, sus siervos y siervas, y a todas las personas del mundo.


1.- Por nuestra Iglesia, para que fiel al deseo y mandato de Jesús, no busque ni prestigio, ni honores, ni poder, sino que ponga todo su empeño en servir a todas las personas y, en especial, a los más desfavorecidos y las más desfavorecidas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Por todos los misioneros y misioneras, para que su entrega diaria no caiga en tierra estéril, sino que el Señor la haga fecunda; para que sientan el apoyo de nuestra oración y el reconocimiento a su labor. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Por todas las personas que están empeñadas en la labor evangelizadora en tantos lugares de la tierra, para que la celebración de este día del DOMUND, con nuestro recuerdo, oración y solidaridad, sea un estímulo en su entrega. Bendice, Señor, su labor y sus vidas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Por todos los hombres y mujeres que sufren la marginación o la injusticia de los poderosos, para que también ellos y ellas encuentren caminos de liberación. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Por cuantos y cuantas nos hemos reunido en esta celebración, para que seamos capaces de construir una comunidad parroquial que viva desde el servicio y la fraternidad y abierta al mundo y a sus necesidades. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.


UN MISIONERO O UNA MISIONERA DA TESTIMONIO DE SU COMPROMISO

(A poder ser, debería ser un misionero o una misionera, ya sea Sacerdote, Religioso, Religiosa o Seglar; y si pertenece a la comunidad, mejor que mejor. Conviene darle la oportunidad de que presente su labor misionera, si bien sin extenderse en exceso; es mejor organizar un encuentro específico con tal fin. Al terminar puede decir:)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Bien sabes, Señor, que a mí me has llamado a dar testimonio de la fe en medio de los que no tienen fe. Bien sabes, Señor, que, a pesar de las muchas dificultades, no me siento sólo, pues noto las manos y el apoyo de toda la comunidad, a la que hago presente, a través de mis palabras y comportamiento. Haz verdaderamente sensibles a todas tus comunidades de su exigencia y misión evangelizadora. Y danos fortaleza a los que predicamos y vivimos el Evangelio fuera de los ámbitos acogedores de las comunidades cristianas.


PRESENTACIÓN DE LA CARTA DE UN MISIONERO O UNA MISIONERA A LA COMUNIDAD

(Con antelación y para motivar la Jornada del DOMUND, será necesario contactar con la persona, sea Sacerdote, Religioso, Religiosa o Seglar; mejor si es conocida por la Comunidad Cristiana concreta. No sería cuestión de leer toda la carta; acaso alguna frase, o presentarla de manera que luego pueda quedar en un lugar accesible donde la gente pueda leerla; por eso, colocarla con letra grande, fijada en una cartulina amplia, etc.)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, al presentarte hoy la CARTA de un miembro de esta comunidad trabajando en una acción misionera y lejos de los suyos, de nosotros y de nosotras, te ofrecemos lo mejor de tantos hombres y mujeres, entregados en favor de los y de las más pobres y necesitados y necesitadas, amando a sus semejantes como Tú mismo los amas. Acepta esta ofrenda agradable y conviértenos, también a nosotros y a nosotras, en testigos de tu amor, aquí, en medio de nuestra cultura y de nuestra sociedad.


OFRENDA DEL TERCER MUNDO

(La puede hacer un o una joven o, de existir en la comunidad, un miembro de alguna ONG)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: A mí me corresponde, Señor, traerte otro de los sufrimientos que rompe tu corazón de Padre, pues implica a una buena parte de la humanidad. Te ofrezco el hambre, la miseria y el subdesarrollo del Tercer Mundo. También te traigo las semillas de la esperanza de tantas y tantas personas del Primer Mundo, que son sensibles con los problemas de los y las más pobres del mundo. Que no muera ningún justo más sin sentido, que no se te escapen sus lágrimas y sus lamentos. Que crezcan los y las que se comprometen en el cambio de la sociedad y del mundo.


PRESENTACIÓN DE UN MEDICAMENTO

(Con el envoltorio sería suficiente, para tener el valor de símbolo. Y lo puede presentar alguien relacionado con la sanidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Mira, Señor, yo te traigo un medicamento, porque pensamos que es un buen signo de la misericordia, una de las cualidades fundamentales de un pastor y de un evangelizador. Queremos ser eso: medicina para los otros; bálsamo y aceite que curen las heridas de los demás; mera capacidad de escucha, que alivie y aligere los problemas de los otros. Y lo queremos hacer a imagen de tu Hijo Jesucristo, tal como Él lo hizo antes y lo hace ahora con nosotros y nosotras.


PRESENTACIÓN DE UN PUÑADO DE GRANOS DE TRIGO

(Un agricultor -si hubiere en la comunidad- coge del recipiente situado en la parte de atrás del lugar de la celebración un puñado de granos de trigo, que lleva con cuidado hasta depositarlo en otro nuevo recipiente que le ofrece el que preside)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Con las mismas manos con las que trabajo la tierra, te ofrezco hoy, Señor, este puñado de granos de trigo, como símbolo de la vida. Tú propio Hijo lo empleó como metáfora, para enseñarnos que no hay resurrección sin muerte, ni espiga sin grano muerto en la tierra. Nosotros y nosotras hoy nos unimos a la comparación que utilizó tu Hijo, para ofrecerte nuestras vidas y la da tantos hombres y mujeres, MISIONEROS/AS, que viven en servicio a sus hermanos y hermanas. ¡Seguro que te gusta la ofrenda, Padre bueno!


PRESENTACIÓN DEL GRUPO DE PASTORAL VOCACIONAL O DE ANIMACIÓN MISIONERA

(Sería conveniente que hubiere una representación de dicho grupo y que pudieran presentar, en hoja impresa, su proyecto para este curso. En nombre de todos, una de las personas, presenta:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor y Padre nuestro: Tú nos has LLAMADO a cada uno y a cada una a vivir con gozo el seguimiento de Jesús, tu Hijo amado, y nos dices que eso es una buena noticia para todos y para todas. Gracias, pues, por nuestra VOCACIÓN. Te ofrecemos el proyecto de este grupo de nuestra Comunidad-Parroquia, que trabaja en la animación vocacional y misionera entre nosotros y nosotras. Te ofrecemos nuestro esfuerzo y nuestras acciones; acéptalas, Padre. Y te pedimos que nunca falten, en nuestras comunidades, personas que asuman el SERVICIO a los(as) demás de forma generosa, y lo hagan animadas por tu misma LLAMADA.

Prefacio

(Al acabar el canto del ofertorio, todos se ponen de pie y participan en la oración de Acción de Gracias, diciendo: «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE TU HIJO VINO AL MUNDO PARA SERVIR A TODOS»).


Te damos gracias, Señor,
y te alabamos de todo corazón,
porque, en tu designio amoroso,
creaste todas las cosas para el ser humano,
y a las personas las hiciste necesitados de amor.
De tal manera que todos y todas sean necesarios(as),
pero también que se hayan de prestar ayuda
y vivir en servicio y solidaridad.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE TU HIJO VINO AL MUNDO PARA SERVIR A TODOS»

El pecado, llenando de egoísmo el corazón humano,
rompió esta tela de implicaciones y necesidades,
y, desde entonces, el ser humano vio sólo,
en las cosas, objetos para su explotación,
y a las otras personas, cuando no enemigos y rivales,
ocasión de servidumbre y opresión.
Por los profetas y tus enviados,
recordaste al viejo pueblo
la dignidad de todas las personas, tus hijos e hijas.
Y no conforme con ello, en el tiempo de los tiempos,
hiciste que tu Palabra tomara carne en Jesús de Nazaret
y nos diera el supremo ejemplo del servicio.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE TU HIJO VINO AL MUNDO PARA SERVIR A TODOS»

Haciéndose pobre y cercano,
ninguno de las personas quedó fuera de su salvación
y vivió la libertad de servir a todos y a todas.
En los caminos de Galilea,
los pobres y los(as) pequeños(as)
supieron con claridad qué es el amor
y, si habían sido siempre perdedores,
con Jesús de Nazaret,
llegaron a ser los primeros
y a gozar del centro del corazón de Dios.
En esos mismos caminos, Jesús plantó la semilla
que fructificó, tras Pentecostés, en la Iglesia,
comunidad de iguales, reunida para el amor
y enviada al mundo y a las personas
para seguir el compromiso de su Señor
de servir a todos y a todas, sin mirar su condición.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE TU HIJO VINO AL MUNDO PARA SERVIR A TODOS»

Tu Espíritu Santo, Señor, llenó la Iglesia de dones
para el servicio del bien común.
Tus seguidores, sin embargo,
cayeron, a veces, en la tentación
de pensar que el servicio es el beneficio propio,
el dominio de los otros y la explotación,
contagiados por los modos de este mundo.
Pero Tú, Señor, nunca nos has privado
ni de tu Palabra ni de tu Espíritu,
para recordarnos a cada uno de nosotros y de nosotras
y a toda tu Iglesia, como comunidad e institución,
que reinar es servir
y que el servicio y la entrega es la puerta de tu Reino.
No nos prives de tu gracia, Señor,
para que seamos una comunidad de servidores,
signo inequívoco de que estamos en comunión
y somos fieles seguidores del camino de tu Hijo,
que le llevó hasta la muerte en la cruz,
porque comprendió que no hay amor más grande
que el que le lleva a uno a dar la vida por todos y por todas.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE TU HIJO VINO AL MUNDO PARA SERVIR A TODOS»

Monición de Despedida

Hermanos y hermanas: El único sueño legítimo del seguidor de Jesús está en seguirle hasta el final. Todo lo demás sobra. Esto no nos resulta fácil de entender y menos de aceptar. Sin embargo, es el camino, el único camino que nos ha propuesto y nos propone Dios. Seguirle hasta el final no significa buscar la muerte, sino vivir al estilo de Jesús, compartiendo sus sueños, sus gestos, sus palabras... Jesús vivió a tope hasta el final. Lo mismo espera de nosotros y de nosotras. ¡Feliz semana de entrega y de servicio!

Reflexión para este día

“El Hijo del Hombre ha venido para servir
y dar su vida en rescate por todos.”






Este domingo de octubre está cargado de significado y de mensaje; y además del bueno. Hoy, en toda la Iglesia, se oirá la voz y la llamada a ABRIR las VENTANAS hacia el mundo. Es el DOMUND (Jornada misionera mundial). Un día con raíces profundas entre nosotros y entre nosotras. Viviremos la SOLIDARIDAD.

Pero, al mismo tiempo, Jesús, el Maestro, sigue instruyendo a sus seguidores. Y aquí es donde resuena su palabra. En medio de una sociedad que busca influencias y agradece favores, Él nos indica, hoy y aquí, otro camino completamente diferente: “El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos”.

Por tanto, frente al poder, el EVANGELIO pone la entrega, la disposición a servir a los demás; el poder que salva y el único válido es el amor y el servicio. Así de simple y sencillo para quien quiera entender y aceptar la propuesta del Maestro.

Es, pues, una lógica diferente la que se está planteando: ESTAR AL SERVICIO como forma de vivir en plenitud, no es algo fácil de digerir. Y, con todo, en este día del DOMUND constatamos que un grupo muy numeroso de hombres y de mujeres, de toda edad y condición, lo han entendido y asumido como estilo de vida. La SEMILLA que dejó Jesús fue buena y… ¡ha germinado, y con qué fuerza!

¡DICHOSOS los y las que optan por hacer de su vida un SERVICIO,
porque se parecerán al Maestro Jesús!

(¡Casi nada!)

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