14 septiembre 2021

¿SERVISTE HOY? Domingo 19 septiembre

 ¿SERVISTE HOY?

1.- "Servir a Dios es reinar". Así rezaba una frase lapidaria a la que acudían frecuentemente los predicadores para marcar el camino del cristiano. ¿Cómo podemos servir a Dios? He aquí la repuesta que nos da hoy el evangelio: sirviendo al hermano. Solo el que hace esto puede decir que en verdad reina, pues se realiza auténticamente como persona y está en disposición de sentarse a la derecha del Padre. En el reino de los cielos ocurre algo parecido a lo que se cuenta en esta historia:

2.- El primero, el que más sirve…. “El que quiera ser el primero entre vosotros que sea el último de todos y el servidor de todos, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo”. Lo dijo después de haber anunciado su Pasión. Pero se ve que los discípulos no habían comprendido nada de lo que Jesucristo había venido a enseñarles. El mismo vino a servir a todos, dando su vida por todos nosotros. Servir es a menudo gratificante, pero otras veces no sólo no hay recompensa, sino que trae consigo incomprensión, desprecio y hasta persecución. Esto es lo que parece indicar el texto del Libro de la Sabiduría que escuchamos hoy. El justo es perseguido sólo por ser justo. En el fondo, quienes se meten con él están rechazando a Dios. Cuando esto ocurra debemos recitar las palabras del Salmo 53: "Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida.

3.- ¿Cómo servimos en la Iglesia? Conviene hacer autocrítica para ver si ejercemos bien nuestro "ministerio" o servicio a favor de los demás. Frecuentemente, tanto clérigos como laicos, utilizamos la autoridad para sentirnos importantes o abusar de nuestro poder. También hay ambición en el campo espiritual: queremos ser los primeros en virtud, en experiencia de Dios, en radicalidad evangélica. ¿Por qué queremos hacerlo?, ¿para obtener una parcela importante en el cielo?, ¿para que los demás nos honren? Sólo la humildad y el espíritu de servicio es lo que debe distinguir al cristiano. Esta es la auténtica sabiduría que viene de arriba. Es sabio aquél que es amante de la paz, comprensivo, dócil, lleno de misericordia y buenas obras. Es sabio aquél que acoge a los pequeños, a los que nadie aprecia. El que acoge al más pequeño e inocente, acoge a Jesús y al que le ha enviado. Porque ha sabido captar el mensaje de Jesús.

4.- El placer de servir Quien sirve da sentido a su vida. Cada día tenemos mil oportunidades de demostrarlo. He aquí una hermosa reflexión de la escritora chilena Gabriela Mistral:

“Toda la naturaleza es un anhelo de servicio; sirve la nube, sirve el aire, sirve el surco. Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú.

Sé el que aparte la estorbosa piedra del camino, sé el que aparte el odio entre los corazones y las dificultades del problema.

Existe la alegría de ser sano y de ser justo; pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.

¡Qué triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera rosal que plantar, una empresa que acometer!

Que no te atraigan solamente los trabajos fáciles: ¡Es tan bello hacer lo que otros esquivan!

Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios que son buenos servicios: Adornar una mesa, ordenar unos libros, peinar una niña. Aquél es el que critica, éste es el que destruye, sé tú el que sirve.

El servir no es una faena de seres inferiores. Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamársele así: El que sirve. Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿Al árbol? ¿A tu amigo? ¿A tu madre?”.

 

José María Martín OSA

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