“El hijo del hombre tiene que padecer” (Mc 8,27-35)
Pedro quería mucho a Jesús pero le quería mal. Cuando le dice que tiene que padecer, Pedro se lo lleva aparte y le increpa. Nosotros hacemos lo mismo, haríamos lo que fuese por ahorrar sufrimientos a nuestros seres queridos y nos equivocamos. Como se equivoca la madre que le da a su hijo cuanto pide, con tal que no sufra. Si su amor no se purifica, lo matara. Pedro estaba dispuesto a matar para evitar el sufrimiento a Jesús, pero no estaba dispuesto a sufrir con Él. Aprende a amar a la manera de Dios, Él en lugar de acabar con tu dolor, lo sufre contigo. Así a ti, el amor a Jesús no te moverá a querer bajarlo de la Cruz, sino a subir tú a esa cruz para con Él sufrir, morir y resucitar.
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