MONICIÓN DE ENTRADA ANTES DEL CANTO
Al empezar la Santa Cuaresma
la Iglesia nos invita a acoger la misericordia divina que sale a nuestro
encuentro como amor que nos acoge interesadamente para enternecer nuestro
corazón endurecido, dejándonos reconciliar por Cristo para que reconozcamos que
sin Dios somos solo polvo de la tierra.
Celebremos, pues, la obra de
nuestra redención pues cada vez que celebramos estos divinos misterios se hace
presente el sacrificio salvador de Cristo.
Cuando el Sacerdote llega al altar lo venera de modo acostumbrado,
luego desde la sede saluda a la asamblea de la forma habitual después del
saludo el coro entona el Kyrie Elesión (el acto penitencial se suprime, pero no
el canto del Kyrie) después del canto del Kyrie el sacerdote que preside dice
oremos y pronuncia la oración colecta:
Señor, fortalécenos con tu
auxilio al empezar la Cuaresma para que nos mantengamos en espíritu de
conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos ayude en el combate
cristiano contra las fuerzas del mal.
Por nuestro Señor
Jesucristo…
Amén.
Después se continúa con la liturgia de la Palabra.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
La Palabra de Dios que va a
ser proclamada en las lecturas inspiradas de los dos testamentos nos exhorta a
permitir que la misericordia divina entre en nuestras vidas y nos reconcilie
con Cristo. Acojamos la proclamación de las Sagradas Escrituras, reconociendo
en la antífona del Salmo: Misericordia, Señor; porque hemos pecado[1].
MONICIÓN A LA IMPOSICIÓN DE LA CENIZA
Siguiendo la tradición de la
liturgia papal, como iglesia romano latina comenzamos nuestras prácticas
cuaresmales en este miércoles con el ayuno y la abstinencia y el rito de
imposición de la ceniza que como signo de pobreza expresa nuestro deseo de
conversión.
PRECES; ORACIÓN UNIVERSAL O DE LOS FIELES
Pidamos, amados hermanos, a
Dios, nuestro Padre, que escuche las oraciones de su pueblo penitente.
1. Para que durante este tiempo de Cuaresma la
Iglesia escuche con más atención la palabra de Dios y, perseverando en la
oración y en la caridad, celebre con sinceridad la Pascua, roguemos al Señor.
2. Para que los niños y jóvenes que se preparan
para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana lleguen a la madurez de
la fe, los convertidos perseveren, los penitentes se vean auxiliados en su
deseo de volver a Dios y los discípulos de Cristo se conviertan en este tiempo
de cuaresma, roguemos al Señor.
3. Para que los pueblos de toda la tierra,
progresen por los caminos de la fraternidad y de la paz, roguemos al Señor.
4. Para que Dios consuele a los enfermos y dé
paz y serenidad a los que sufren, roguemos al Señor.
5. Para que el ayuno, la oración y la limosna nos
conceda el perdón de nuestros pecados y la absolución de nuestras culpas,
roguemos al Señor.
Oh
Dios, rico en misericordia, atiende las súplicas de tu pueblo y haz que
observemos las prácticas cuaresmales realizando obras agradables a tus ojos,
para que viviendo en austeridad, nos acerquemos con el corazón renovado a la celebración
de la Pascua. Por Jesucristo nuestro Señor[2].
MONICIÓN A LA COLECTA DE LA EUCARISTÍA
El tiempo de cuaresma es un
tiempo propicio para la generosidad, la limosna, la ayuda con un pequeño
donativo a Caritas y la colaboración con las necesidades de la parroquia. La primera
colecta de cuaresma, que ahora realizaremos, nos ayuda a unirnos con Cristo, al
recordar la enseñanza de San Pablo: Ya
sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo
pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
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