10 diciembre 2020

¿QUIEN ERES TÚ?

 ¿QUIEN ERES TÚ?

JOSETXU CANIBE
“¿Quo vadis Europa”? (¿A dónde vas Europa?).Un periódico de amplia tirada dedica con éste título un extenso y reciente reportaje a esta continente. La pregunta supone que Europa ha tenido una meta, un modelo, es decir, un referente. El “El Quo” lo podemos aplicar a cualquier institución.
Dando un salto de más de 20 siglos, una comisión enviada por las autoridades judías pregunta a Juan el Bautista: “¿Quién eres tú?. ¿Eres el que debemos esperar o esperamos a otro?”. En ambos casos contemplamos al ser humano preguntándose si está enfocado correctamente en su vida o no. El diagnóstico sobre Europa es más bien pesimista. Una de las manifestaciones en las que se basan para dar éste juicio es el miedo que se observa en las fronteras, en la multiplicación de medidas controladoras, en el levantamiento de muros. Pero no todo es negro ni todos lo ven negro.
 Europa ha sabido resistir y sobreponerse en las situaciones de crisis y de dificultades.Incluso algunos la ven como una isla de bienestar en un océano de problemas. Fijándonos en lo religioso, es de todos conocido que estamos asistiendo a un cambio profundo y desconcertante. “Mientras en la Edad Media, Dios era referencia central y el ateísmo no tenía espacio”a partir del siglo XVII, el hombre se viene afirmando como centro, dejando a Dios en segundo lugar hasta reducirle a hipótesis inservible. Cierto que la humanidad ha superado las desgracias, pero pagando un precio elevado en sufrimiento, en injusticias, sobre todo de los débiles. Ante el fenómeno de la globalización, de la crispación, de la desigualdad, probablemente la cabaña de Belén nos dice algo¿Eres tú el referente o esperas a otro : El poder, la astucia, la mentira, la fuerza?.
“¿Eres Tú el que ha de venir o esperamos a otro?”. Buena pregunta, ya que en la vida es importante encontrar un referente, es decir, alguien que sea fuente de inspiración, alguien que nos oriente de modo que la vida tenga sentido, que nos abra horizontes. Antes empleábamos preferentemente los términos “modelo” o “ejemplo”.De esto individualmente y comunitariamente tenemos necesidad. Nos urge descubrir un referente, quién será el que ilumine nuestro caminar. La respuesta de Juan a los enviados fue: “Yo no soy ni el Mesías ni el Profeta. Yo soy la voz que clama en el desierto. Allanad el camino al Señor. En medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí y al que no soy digno de desatar la correa de sus sandalias”. Jesús puede ser nuestro referente. Simplemente nos basta la famoso frase de Kierkegard: “EL ÚNICO CRISTIANO HA SIDO CRISTO LOS DEMÁS INTENTAMOS SERLO”.
Cuenta una fábula persa que un viajero halló un trozo de barro tan aromático que su perfume llenaba toda la casa. ¿Quién eres tú?, le pregunta el caminante. “No soy más que un trozo de barro”.Entonces, ¿cómo tienes un aroma tan agradable?. “Te voy a revelar un secreto. He estado viviendo junto a una rosa.”
Adviento es el tiempo de preparación a la Navidad. Llevamos tres semanas y nos resta, por tanto, una. Somos el barro. Que nos acerquemos al misterio navideño a la cabaña de Belén y seremos impregnados de su olor, de su fuerza, de su espíritu.
Que encontremos en Jesús el referente que dé sentido a nuestra vida.
Escuchemos a San Pablo que nos dice” No apaguéis el espíritu”. “Sed constantes en la oración”. “Examinadlo todo, quedándoos con lo bueno.”

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