12 diciembre 2020

Misa del domingo 13 diciembre: misa con niños

 SALUDO

Dios Padre que nos llena de alegría con el nacimiento de Jesús, y la fuerza de su Espíritu que nos envía a ser testigos de la Luz, esté con todos nosotros.

ENTRADA

Hermanos, en medio del Adviento la Palabra de Dios nos muestra la figura de Juan el Bautista, el hombre enviado por Dios para reconocer que en Jesús se cumplen todas las esperanzas humanas. Juan abre el Nuevo Testamento, el tiempo en que queda inaugurado el Reino de Dios. Si siempre, a lo largo de toda la Historia de Salvación, Dios se muestra  cer­cano y envía profetas a los suyos, ahora envía a su propio Hijo. Ya no queda, pues, espacio para la duda ni el temor: ha llegado la Buena Noticia a los que sufren. Ya no podernos predicarnos a nosotros mismos pues lo más importante es Jesús. Seguimos en Adviento.

Que la Eucaristía haga más fuerte nuestro deseo y grito: ¡Ven, Señor Jesús!

ACTO PENITENCIAL

No cabe el pesar cuando esperamos que la Luz de Dios disipe nues­tra oscuridad. Pidamos perdón:

– Tú, que nos has ungido para dar la Buena Noticia a los que sufren. SEÑOR, TEN PIEDAD.

– Tú, que nos llamas a ser constantes en la oración y en el trabajo por el Reino. CRISTO, TEN PIEDAD.

– Tú, que nos llamas a ser tus testigos en un mundo necesitado de amor y de paz. SEÑOR, TEN PIEDAD.

Oración: Padre, escúchanos y ten piedad. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACIÓN COLECTA

Dios Padre nuestro, que en Jesús nos haces hijos tuyos, y nos enví­as al mundo para ser testigos de la Luz; te rogamos que nos hagas ser en la vida personas entregadas y activas que, buscando la paz y el bien de todos, hagamos creíble la Buena Noticia a los que más sufren y necesitan de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA PROFÉTICA

Dios se deja ayudar por la pequeñez humana. Por eso el trabajo del profeta, además de suyo, es sobre todo del mismo Dios que le ha ungido y llenado de alegría para llevar su Buena Noticia, y no a cualquicra, sino a los pobres y a los que sufren. Esta Palabra de Dios por medio del pro­feta está destinada a levantar el ánimo y la esperanza.

LECTURA APOSTÓLICA

Pablo anima a los cristianos de Tesalónica a tener un modo de vida marcado por la alegría que viene de Dios Padre. Alegría, oración, Euca­ristía, aprecio de la profecía, vida en el Espíritu…, son modos concretos de vivir la grandeza de nuestro ser cristiano.

LECTURA EVANGÉLICA

Como signo visible de querer estar preparado para el Señor que viene, Juan bautiza en el Jordán. El sabe  bien que su misión es preparar, alla­nar cl camino. El protagonista siempre  es la Luz, de la que Juan es el  testigo. Su mensaje sigue siendo  una clara llamada a la vigilancia, a estar preparados. Solo Jesús es la Luz, es el Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Mientras esperamos la venida definitiva del Señor, oremos con confianza diciendo: VEN, SEÑOR JESÚS.

  1. Para que toda la Iglesia, todos los cristianos, sepamos renovarnos para recibir al Señor que viene a nosotros. OREMOS:
  2. Para que los padres y madres cristianos sean siempre para sus hijos ejemplo de amor mutuo, de generosidad con los pobres, y de fe en Jesús. OREMOS:
  3. Para que en el mundo crezca la justicia; para que la riqueza no quede en manos de unos pocos, sino que llegue a todos, como Dios quiere. OREMOS:
  4. Para que los buenos deseos que todos manifestamos estos días se conviertan en compromiso de vida para todo el año. OREMOS:
  5. Para que en todas las circunstancias de la vida, pase lo que pase, no dejemos nunca de confiar en el Señor. OREMOS:

Escucha, Señor, nuestras oraciones y ven a salvarnos. Tú, que vives y reinas por los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

AI presentarte, Señor, estas ofrendas. te rogamos que ellas ali­menten nuestro cuerpo y nuestro espíritu, nos transformen para que obremos según tu voluntad, y nos hagan conocer la Luz que nos alurnbra y da sentido a nuestras vidas. Por Jesucristo.

Prefacio I de Adviento

PREFACIO

En verdad necesitamos darte gracias y glorificarte. Señor; darte gra­cias por todo lo creado, y en especial hoy por todas las personas, profetas anunciadores de la verdad y la alegría, que con su vida gritan a nuestra conciencia dormida e instalada en las seguridades de la vida. Darte gra­cias por quienes con su modo de actuar, preparan el camino al Señor, haciendo frente a la intolerancia, el desamor y la injusticia. Darte gracias por  Jesús, manifcstacicín plena del Amor que nos tienes.

Haz, Señor, que nucstra vida sea un continuo canto de alabanza y que en todo podamos glorificarte como ahora haccmos con este himno en tu honor: Santo, Santo, Santo…

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNION

Llegue a Ti, Señor, nuestra acción de gracias, sobre todo por Jesús que nos trae tu Amor, haz que en nuestra vida, llena de esperanza y ale­gría, anunciemos siempre tu Reino, donde los hombres viven como her­manos donde la paz es una realidad gozosa. Por Jesucristo.

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