DOMINGO III ADVIENTO B
Monición de entradaEl tiempo de Adviento ya va avanzado y hoy nos encontramos en el tercero, en el penúltimo domingo. Es el llamado “domingo gaudete” puesto que nos invita a la alegría porque la venida del Señor está ya muy cerca. La verdad es que la alegría es una característica que define la fe en Jesús y su seguimiento. En efecto, vivir en el reino es causa de alegría para quien adopta y encarna sus valores. Las lecturas de hoy nos darán motivos para una alegría duradera… “Estad siempre alegres” nos dirá San Pablo. SaludoQue el gozo y la alegría de la cercanía del Señor, que viene un año más a nuestras vidas, os acompañen y estén siempre con vosotros Acto PenitencialCorona de Adviento. La tercera vela del Advientola encendemos recordando a Juan Bautista,que decía que él no era el más importante, sino Jesús.Juan no era la luz, pero anunciaba la luz.Y era testigo de la alegríaque Jesús iba a traer al mundoanunciando la Buena Noticia a los pobres. Nosotros queremos traer esa misma alegríapensando más en los demás que en nosotros mismosy ayudando a los que hoy están necesitados. ¡Ven pronto, Jesús! ¡Ven Salvador! Monición a la Primera lecturaIsaías 61, que es la que vemos a continuación es la cita que Jesús tomará en la sinagoga de Nazaret para exponer su misión. Aquí vemos algunos versículos que están poco más adelante y en los que se habla de la unión de Dios con su pueblo como con un novio, como con una esposa. La alegría nupcial la dará Dios a quien le ama. Salmo Responsorial (Lc 1)Me alegro con mi Dios. Monición a la Segunda LecturaSan Pablo es muy enfático cuando nos invita a estar siempre alegres. No se trata de una tontería. El cristiano que vive su amor con el Señor vive en la paz, en el sosiego, en la tranquilidad… en la alegría. No se trata de una alegría de jolgorio ni de algo histriónico; no, se trata de una actitud profunda del alma, es una alegría interior que se expresa afuera. Monición a la Lectura EvangélicaPara expresar su misión y su identidad, Juan el Bautista tiene que empezar por explicar quién no es. Las autoridades del templo han oído hablar de él y de la gente que convoca en torno a su rito bautismal, pero les preocupa que está fuera del alcance de ellos. Quieren saber qué vinculación tiene con Dios, con lo sagrado, por qué realiza ritos religiosos, por qué predica y enseña. Juan expone simple y llanamente ser la voz que quiere allanar el camino al Señor. Oración de los fieles Poder dirigirnos a Dios con nuestra oración de súplica es también motivo de alegría para sus hijos. Llevemos, pues, ante él ahora nuestras necesidades.- Por la santa Iglesia, para que sea causa de alegría para el mundo. Roguemos al Señor.
- Por el Papa, los obispos, los sacerdotes, para que sean los que prolongan el anuncio de la buena noticia del Evangelio cada nuevo día que amanece en la tierra. Roguemos al Señor.
- Por los que lloran por tantas causas en el mundo, para que la cercanía de Dios cambie su llanto en sonrisas, su tristeza en alegría. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que vivamos siempre alegres en el Señor. Roguemos al Señor.
- Para que la venida del Señor llene al mundo de esperanza y de paz. Roguemos al Señor.
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