09 noviembre 2020

Moniciones para el Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo A

 


Moniciones para el Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

Ciclo A


Entrada:


La Palabra de este domingo nos urge a la vigilancia productiva y al trabajo, mientras esperamos al Señor. El destinatario de la parábola de los talentos que hoy escucharemos es la comunidad cristiana, el nuevo pueblo de Dios, así como cada uno de sus miembros, a quienes se encarece la vigilancia fructífera en el tiempo eclesial de la espera, mientras se demora la vuelta del Señor.




Primera Lectura: Proverbio 31,10-13.30-31 (Elogio de la perfecta ama de casa)

En esta primera lectura, del libro de los proverbios, escucharemos el elogio de un sabio del Antiguo Testamento a una buena esposa. Elogio basado en la capacidad de trabajo y en la fe confiada en el Señor.


Segunda Lectura: I Tesalonicenses 5, 1-6 (El día del Señor llegará como un ladrón en la noche)

San Pablo sigue aclarando las dudas a la comunidad de Tesalónica sobre el fin de los tiempos. Específicamente las que le plantean la fecha precisa sobre el retorno del Señor. Imposible saber el día ni la hora, se debe estar preparado, porque puede llegar en cualquier momento, como ladrón en la noche.


Tercera Lectura: Mateo 25, 14-30 (Parábola de los talentos)

Escucharemos un interesante pasaje, tomad del capítulo 25 de San Mateo, donde se recogen varios textos que insisten en la necesidad de vigilar para estar preparado cuando el Señor llegue definitivamente. La parábola de los talentos va en esa misma línea, y remarca concretamente que la vigilancia debe ser activa y comprometida.


Oración universal

A cada petición contestaremos: "Señor, mantennos vigilantes"



  • Por el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que con su palabra y ejemplo sean estímulo de fe y esperanza para el pueblo cristiano. Roguemos al Señor...


  • Por nuestra parroquia, comunidad, para que todos los que la formamos seamos conscientes y generosos en nuestra aportación económica. Roguemos al Señor...


  • Por los que sufren a causa de la soledad, la enfermedad, el hambre o la pobreza, para que no les falte la ayuda de los que pueden hacer más llevadera su situación. Roguemos al Señor...


  • Por los que estamos aquí reunidos, para que cuando termine nuestro peregrinar en este mundo, el Padre de la misericordia nos reciba con nuestros hermanos difuntos en el banquete de su reino. Roguemos al Señor...


  • Por nuestros jóvenes, para que de entre ellos surjan las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal que necesitan la Iglesia y el mundo de hoy. Roguemos al Señor...



  • Exhortación Final

    (Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 207)
      Gracias, Señor Jesús, porque confiaste en nosotros,
      entregándonos los talentos y la responsabilidad de tu reino.
      Con la parábola de hoy nos llamas la atención sobre
      Sobre nuestra mediocridad manifiesta y nuestros pecados de omisión.
      Concédenos tener mucho amor para recibir de ti más amor.

      Acompáñanos, Señor, con tu Espíritu de creatividad fecunda,
      Para que, haciendo redituar los talentos que tú nos diste
      Para el servicio del reinado de Dios y de nuestros hermanos,
      Merezcamos en tu venida gloriosa escuchar de tus labios
      Las palabras dirigidas al servidor responsable y fiel:
      Entra tú también en el gozo del banquete de tu Señor. Así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario