09 noviembre 2020

Moniciones: Ciclo A - Tiempo Ordinario2 - Domingo 33º - 15 de noviembre - Año 2020

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Bienvenidos y bienvenidas, hermanos y hermanas, a este encuentro fraterno en torno a la Mesa y a la Palabra. El Señor Jesús está en medio de nosotros y nosotras.

Nos encontramos casi al final del Año Litúrgico, y Jesús, en el evangelio, nos presenta una nueva parábola, para que cada uno de nosotros y de nosotras seamos conscientes de qué hemos hecho con los TALENTOS que hemos recibido, con los valores, con su llamada, con la fe.

Y es que cada uno de nosotros y de nosotras tenemos que descubrir que sólo somos encargados y encargadas de los bienes, porque quien nos da todo es Dios, nuestro Padre. Y lo que hemos recibido, no nos lo podemos guardar, ni hacerlo producir para nuestro provecho propio, sino que la tarea encomendada tiene su origen en Dios mismo: anunciar la BUENA NUEVA a todos los hombres y a todas las mujeres, desde los talentos y capacidades de cada uno, de cada una. He aquí la propuesta.

Que esta Eucaristía nos haga trabajadores ilusionados y trabajadoras ilusionadas del Evangelio.

Moniciones a las lecturas

1ª Lectura: Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31

La primera lectura, basándose en la sabiduría popular, propone el modelo de la mujer hacendosa que, con la destreza de sus manos, multiplica los bienes de su casa y familia, y abre sus manos al necesitado y pobre. Así, el autor sagrado recoge el sentir de su pueblo y que, en su conjunto, tiene plena validez. Acogemos, desde el corazón, estas sabias y sencillas reflexiones.


2ª Lectura: 1 Tesalonicenses 5, 1-6

En la comunidad de Tesalónica se discutía mucho sobre el fin del mundo y sus consecuencias. El apóstol Pablo rehúsa las especulaciones sobre esos temas y acerca de la fecha de la vuelta del Señor. Pero insiste en que llegará ese día con toda certeza, en el momento en que menos se piense. El cristiano, hijo de la luz, debe estar dispuesto a recibir al Señor en todo instante, debe estar disponible y siempre despierto. Acogemos su testimonio de vida.


Evangelio: Mateo 25, 14-30

En el evangelio, Jesús sirviéndose de la parábola de los talentos, interroga a cada uno de sus seguidores y a cada una de sus seguidoras sobre su respuesta a los dones recibidos. Y es que no es posible esconderlos bajo tierra, sino que deben producir sus frutos. Según Jesús, no somos dueños ni dueñas, sino administradores y administradoras de los bienes del mismo Dios. Por eso, Dios valorará nuestro trabajo. Acogemos con serenidad su planteamiento.

Oración de los fieles

Sabemos que, para vivir entregados y entregadas a los dones que de Dios hemos recibido, estamos necesitados y necesitadas de su ayuda. Pidamos con sencillez por todas las necesidades.

1.- Para que la Iglesia sepa reconocer -de forma creíble- la dignidad y grandeza de la mujer, defendiendo sus aspiraciones y deseos, valorando y siendo reconocidas todas sus capacidades. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Para que en nuestra sociedad busquemos y trabajemos el respeto y la dignidad de cada persona, haciendo desaparecer toda forma de violencia, ya sea el maltrato físico, psicológico o verbal. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Para que la PAZ sea posible en cada uno de nosotros y de nosotras, y sea una realidad en tantos lugares del mundo; para que los caminos de convivencia se abran paso entre nosotros y entre nosotras. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Para que los y las seguidores de Jesús siempre y en todo momento, trabajemos con alegría, poniendo nuestras capacidades al servicio de los y de las demás y, sobre todo, en favor de más desfavorecidos y desfavorecidas, siendo más tolerantes, más fraternos y fraternas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Para que en nuestras comunidades se acoja a todas las personas y juntos escuchemos la Palabra de Dios, porque todos somos hijos e hijas del mismo Padre. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.



PRESENTACIÓN DE UN PUZZLE

(Puede hacer la presentación uno de los o una de las adolescentes)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Aquí tienes, Señor, este puzzle. Como bien sabes, es un juego de niños y de niñas que, para formar una imagen, necesita mil pequeñas piezas. Yo te lo ofrezco hoy como el símbolo de nuestra disponibilidad a la colaboración y la cooperación con todos los hombres y mujeres. Que allí donde haya un problema o una necesidad de una persona, estemos nosotros y nosotras siempre dispuestos a colaborar con todos los demás en la búsqueda de su solución y en la construcción de tu Reino.


PRESENTACIÓN DE UN RELOJ

(Lo presenta cualquier persona joven o adulta de la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Por mi parte, Señor, te ofrezco este reloj, símbolo del tiempo e instrumento para su medición. Pero hoy te lo traigo como imagen de tu señorío sobre la historia. Tú la diriges y, sentado a la derecha del Padre, la atraes hasta Ti como a su único sentido. Haznos colaboradores tuyos, para que en Ti todo logre su plenitud.


PRESENTACIÓN DE UNA BALANZA

(Lo presenta una persona adulta de la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, aquí tienes una balanza, que es un instrumento para pesar las cosas. Sin embargo, en la iconografía clásica era representación del juicio final, pues en ella Tú pesabas nuestras obras. Hoy te la ofrezco como símbolo de mi confianza y de mi empeño diario a tus dones. Mi vida y mi persona están en Ti y no descansarán hasta que gocen de Ti en tu Reino. Mi confianza no me hace temer tu juicio, pues bien sé que en Ti está mi salvación. Ayúdame a responder cada día a tus dones.


PRESENTACIÓN DE UNA CESTA DE LA COMPRA

(Una cesta de compra, de esas que existen en todas las casas, que puede ser presentada por un ama de casa de la comunidad. Bajo ella se esconde la tentación consumista de todo ser humano. Es una tentación de adormecimiento)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo un instrumento de mi trabajo, aunque a la vez es signo del afán consumista que nos invade a todos y a todas los que formamos la sociedad actual. Haz, Señor, que no caigamos en la trampa consumista, porque, de lo contrario, en nada nos distinguiríamos de este mundo y sus valores. Danos luz para discernir, para permanecer despiertos, despiertas y en vela, porque Tú nos prometiste tu Espíritu para poder vivir según el estilo de Jesús.


PRESENTACIÓN DE UN LIBRO RELIGIOSO DE OTRA RELIGIÓN

(Puede hacer esta ofrenda una de las mujeres de la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, por mi parte, yo te ofrezco este libro de otra religión. Con él, te quiero hacer presente, en mi nombre y en el de toda la comunidad, que de la misma manera que Tú eres el Padre de todas las personas, pertenezcan a la religión que sea, nosotros y nosotras nos comprometemos a ser dialogantes, cercanos y cercanas, a colaborar con todos los hombres y mujeres con los y con las que nos encontremos en nuestro caminar, aunque su piel tenga otro color, o tengan una religión diferente.


PRESENTACIÓN DEL GRUPO DE PASTORAL JUVENIL

(Sería bueno y deseable que hubiera una representación maja de los animadores y las animadoras de la pastoral juvenil de la Comunidad. Uno de ellos o una de ellas realiza la ofrenda del símbolo que ellos mismos y ellas mismas han preparado)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, nos presentamos un grupo de los animadores y de las animadoras de la pastoral con los y las jóvenes de nuestra Comunidad. Tú sabes bien que no es nada fácil la tarea que tenemos entre manos. Por eso mismo te la ofrecemos y ofrecemos también el PROYECTO que tenemos para este curso pastoral y las acciones que, con tu ayuda, nos proponemos llevar adelante. Ayúdanos en la tarea y haz que seamos TESTIGOS de Ti mismo en medio de nuestros y nuestras adolescentes y jóvenes.

Prefacio

(Puestos ya de pie, el Presidente inicia la oración de Acción de Gracias, en la que participan todos y todas, diciendo: «BENDITO SEAS, SEÑOR, QUE NOS INVITAS A TODOS Y A TODAS A TU REINO»).

Nosotros y nosotras te damos gracias, Señor,
te alabamos y te bendecimos,
porque nos has dicho tu Palabra,
nos has revelado tu rostro de Padre
y nos has abierto las puertas de tu Reino,
sembrando en nuestros corazones la esperanza,
sin que seamos unos iniciados o unas iniciadas
ni una élite privilegiada,
sino hombres y mujeres de tu pueblo,
tan sencillos y sencillas como la humanidad entera
que camina por la historia
con ansias de salvación.
R/. "BENDITO SEAS, SEÑOR, QUE NOS INVITAS A TODOS Y A TODAS A TU REINO".

Nosotros y nosotras
te damos gracias hoy, Señor,
porque tu Reino se realiza ya en esta tierra
en todo acto de liberación,
en todo gesto de humanidad,
en toda conquista de amistad,
que se encaminan hacia tu Plenitud absoluta.
Porque Tú mismo, Señor,
eres quien las haces posible,
las siembras en nuestros corazones
y nos das tus dones, como habilidad personal,
al ser nuestra hambre y sed,
de hacer crecer en la historia tu propio Reino.
R/. "BENDITO SEAS, SEÑOR, QUE NOS INVITAS A TODOS Y A TODAS A TU REINO".

Nosotros y nosotras
te damos gracias también, Señor,
porque tu Iglesia está hecha de esta humanidad en camino,
con las mismas alegrías y esperanzas,
tristezas y angustias de cualquier ser humano;
con los mismos egoísmos y pecados,
bastardos intereses y mezquindades de todos y de todas.
Por eso, te damos gracias
porque llegar a ser creyente es abrirse
al hambre y a la sed de hombre y de mujer,
que Tú nos das en Jesucristo;
te pedimos perdón,
cada vez que impedimos o frenamos
el milagro de la fraternidad
allí donde el Espíritu lo suscita.
R/. "BENDITO SEAS, SEÑOR, QUE NOS INVITAS A TODOS Y A TODAS A TU REINO".

Ayúdanos, Señor, y danos lucidez
para percibir el crecimiento de tu Reino,
cada vez que los hombres y las mujeres
sienten la fuerza de la liberación
y perciben, a través de nuestras manos,
la libertad del amor.
Ayúdanos siempre y desde el principio, Señor,
a reconocernos creyentes
y discípulos y discípulas de tu Hijo,
bajo la medida del compartir
con los hombres y con las mujeres,
hasta que no haya ninguno ni ninguna
que sufre por las muchas limitaciones
y las señales del pecado,
que siembran injusticia, odio y marginación
y hacen que el hombre y la mujer
no sean tu imagen y semejanza.
R/. "BENDITO SEAS, SEÑOR, QUE NOS INVITAS A TODOS Y A TODAS A TU REINO".

Ayúdanos, por último, Señor,
a que no escondamos nunca nuestro talento
en las entrañas oscuras de la religión,
ni en los miedos y recelos
de las posibles contaminaciones o contradicciones,
que nos impidan el mancharnos del barro del ser humano,
contradiciendo la ley de la encarnación
y enmascarando aquel coraje de amar,
que hicieron de Cristo, tu Hijo,
el hermano hambriento y sediento,
el rechazado y el último.
R/. "BENDITO SEAS, SEÑOR, QUE NOS INVITAS A TODOS Y A TODAS A TU REINO".

Monición de Despedida

Hermanos y hermanas: hemos escuchado en el evangelio que es necesario desarrollar los dones y talentos de los que somos portadores, para así transmitir la Buena Nueva a todos los hombres y a todas las mujeres. Es la tarea a la que el Padre nos invita. Él confía en que es posible esa nueva realidad de la fraternidad y ese mundo nuevo con el que siempre ha soñado. Que vivamos como hijos e hijas de la luz. ¡Feliz semana en la construcción del Reino!

Reflexión para este día

“Permaneced en mí,
el que permanece en mí da fruto abundante”




La comunidad de Jesús sigue caminando y cada domingo nos constituimos en su ASAMBLEA y renovamos la EUCARISTÍA, significándolo con signos diversos y que destacan la presencia de Jesús resucitado.

El mensaje de este domingo es la conocida parábola de los TALENTOS. ¿Qué nos pide? Es una llamada a fructificar nuestros dones y talentos en el servicio del Reino (antes que nada, será necesario conocerlos, pues nadie hay tan pobre que no tenga dones específicos y personales).

Pero… ¿Qué es eso de “al servicio del Reino”? Según Jesús es aquello que favorece a los y a las pobres y a los y a las débiles. El administrador gandul no es que hiciera algo mal, sino que dejó de hacer aquello que podía hacer. Al contrario, Jesús invita a dedicar la vida a hacer realidad lo que Él ama, lo que Él valora, lo que es objetivo de su misma vida. Y ésta coincide con el deseo del Padre del cielo, que es lo que llama REINO de DIOS. Y todo esto, no es algo que se realiza en las cosas grandes y llamativas, sino en los detalles de la vida, en las pequeñas cosas de cada día.

¡DICHOSOS y DICHOSAS quienes construyen el REINO,
porque Dios estará con ellos y con ellas!

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