24 octubre 2020

Misa del domingo 25 de octubre: misa con niños

 


DOMINGO XXX DE TIEMPO ORDINARIO

 SALUDO

Dios Padre, que nos llena de Su Amor en Cristo Jesús, y su Espíritu, que es Fuerza permanente para la vida, nos acompañe y esté con todos nosotros.

ENTRADA

No somos nosotros, hermanos, los que elegimos a Dios: él nos ha ele­gido desde todos los ticmpos haciéndonos hijos queridos y llenándonos de la grandeza de su Amor. Desde que Jesús se hizo humano todos fui­mos hechos un poco más divinos, y por eso todo nuestro actuar, todo lo que hagamos para descubrir y vivir según el Padre es un modo  de corresponder, a una Historia de Amor escrita antes de dar nosotros ningún paso. Pero eso sí, la iniciativa de Dios ha de llevar a la respuesta activa, a la acogida de su don. Y eso hace que nuestra fe tenga que ser comprometida, llamada a crecer y purificarse, llamada a extender ese amor universal, sin dejar de lado la dimensión anunciadora de unas relaciones humanas que apunten a la fraternidad, y la denuncia profética de la justicia. Fina aventura de la que sabemos el final: la Vida en plenitud

ACTO PENITENCIAL

Con frecuencia, y con la excusa de un pretendido amor a Dios, olvi­damos e! amor a las personas, hijos de Dios. Pedimos perdón:

  • Cuando hacemos acepción de personas buscando nuestro interés, cal­culando qué podernos sacar de cllos. SEÑOR, TEN PIEDAD.
  • Cuando nos rodeamos de aquellos que no pueden enjuiciar nuestro modo de vida. CRISTO TEN PIEDAD.
  • Cuando, con una falsa idea de respeto, olvidamos la corrección fra­terna y no aceptamos ninguna crítica. SEÑOR, TEN PIEDAD.

Mira, Señor, con bondad a tus hijos y líbranos de todo lo que nos aparta de ti. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACION COLECTA

Dios  Padre nuestro, que nos haces partícipes de todo bien y nos has dado la dignidad de hijos queridos, haz que la Eucaristía que ahora celebrarnos sea motivo para la esperanza y el compromiso en el mundo de modo que, entregados a las personas más sencillas, descubramos y anunciemos la grandeza de tu Amor. Por nuestro Señor Jesucristo

LECTURA NARRATIVA

EI pueblo de Israel no se encuentra con una serie de preceptos abs­tractos  que cumplir o creer, sino con una historia de libertad y de entrega de Dios  a la que es posible corresponder, y en esa correspondencia hay más libertad, más relación humana. Todos los compromisos humanos nacenn dc ser un pueblo elegido

 

LECTURA APOSTÓLICA

Pablo recopila y destaca el modo de actuar de los cristianos de Tesa­lónica, que no sólo han acogido la Palabra de Dios, sino que les ha ayu­dado a abandonar los viejos ídolos y a descubrir al Señor llevándolo a los demás. Todo un proceso de evangelización y de descubrir que la fe si no se comparte se muere

LECTURA EVANGÉLICA

Hoy vemos otra trampa para Jesús: decir cuál es el mandamiento prin­cipal. Y Jesús responde con una doble respuesta, amor a Dios y amor a los hombres, sin separación. Es una respuesta que aquellos fariseos ya tenían en su ley, pero que no habían querido interiorizar. La ley es nece­saria, pero sólo es válida en cuanto que es instrumento y medio para que las personas desarrollen su valía y dignidad.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Presentemos al Padre nuestra oración, unidos a Jesucristo, nuestro Señor y Mesías. Oremosdiciendo: TE ROGAMOS, ÓYENOS.

  1. Por la Iglesia católica, y por los cristianos de todas las Iglesias. OREMOS:
  2. Por los responsables de las distintas actividades de nuestra parroquia, y por los responsables de la pastoral diocesana. OREMOS:
  3. Por las entidades y organizaciones que trabajan por la paz y la justicia en el mundo. OREMOS:
  4. Por las personas que son maltratadas y tienen que vivir en angustia constante. OREMOS:
  5. Por nosotros, y por nuestros familiares y amigos. OREMOS:

Dios de misericordia, origen y fuerza de todo amor, recibe estas peticiones, y todas aquellas que llevamos en nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira con bondad, Señor, estos dones que te presentamos; acépta­los y haz que esta celebración sea para nuestro bien y para tu ala­banza. Por Jesucristo.

PREFACIO

Es necesario volver una y otra vez a Ti, Creador de todo bien y amor, porque eres la casa paterna donde volvemos unas veces cansados y ago­biados, otras recelosos y con temor, pero siempre sabedores de que en Ti está el verdadero Amor, ése que simpatiza con la verdad y busca siempre cl bien.

Ya sabes, Señor, que hablamos mucho del amor y vivimos en el odio, siempre insatisfechos y buscadores de algo que no alcanzamos por noso­tros mismos. De ahí el ruego, Padre, de que nos acojas una vez más, nos pongas el vestido de fiesta y las sandalias en los pies, porque el camino es largo y costoso. El camino de la vida donde tenemos que mostrar tu rostro, Señor, y que han hecho cuantos valientes se han sentido y se sien­ten interpelados por Ti. A ellos nos unimos para decirte: Santo, Santo, Santo…

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te damos gracias, Señor, Padre por esta celebración que nos une en la fe y en la esperanza cristianas, y te pedimos que nos hagas per­sonas creadoras de fraternidad, que demos testimonio de tu Amor entregado para la Vida del mundo. Por Jesucristo.

DESPEDIDA

Continuemos nuestro camino. Mostremos y demostremos nuestra fe de la única forma válida: con la justicia y con el amor; que en todo momento busquemos el bien y la felicidad de los demás, que vivan siempre con dignidad. Sólo así podremos autodefinirnos como cristianos.

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