05 agosto 2020

Domingo 9 de agosto (2): Reflexión

miscosasyyo: Mt 14, 22-36. ¡Ánimo, soy Yo, no tengan miedo!

De Miguel Funes Gálvez

DOMINGO XIX DEL T. ORDINARIO /A

1 Rg 19,9ª.11-13 /; Sal 84/ Rm 9,1-5/ Mt 14,22-23

La fe vence al mundo


++La misericordia y la fidelidad se encuentran. La Justicia y la paz se besan (Sal.84).

El Salmo 84 es de lo más bonito del salterio, compuesto por los hijos de Coré, familia levita. Es himno, canto, disciplina…; es como el salmo de la Encarnación y de la Navidad…, eco del Cantar de los Cantares y del final del Apocalipsis , donde la esposa súplica: ¡ Ven, Señor, Jesús ¡… Evoca toda la historia de la salvación, con el retorno de los judíos a su tierra después de su destierro en Babilonia, con mucha riqueza temática: retorno físico después de una prueba curativa como signo de conversión…, llamada a ser fieles a la ley de la encarnación y pregoneros de la primera Navidad, uniéndonos al ángel mensajero y a la coral celestial, trabajando por la paz…, testigos de la misericordia de Dios y defensores de la justicia frente a un mundo basado en estructuras de pecado, en el que crece la espiral de la violencia y se multiplican los escándalos de injusticias y en el que unos pocos lo tienen todo y unos muchos no tienen nada.
Buscas la felicidad y la felicidad está a un minuto de ti: recuerda los días que te sentías feliz por tu limpieza de conciencia, y porque hacías algo por los demás. ¡Ojalá que te encarnes en tu ambiente sin renunciar a tus convicciones religiosas como Cristo que se encarnó en este mundo sin renunciar a ser Dios!. Repite ante el mundo el pregón del ángel, porque los verdaderos hijos de Dios son los pacíficos, y canta con los ángeles “gloria a Dios y paz a los hombres”!.
Me cuentan que uno de los pobres de nuestros pueblos vivía en una cueva y se sentía feliz hasta el día que cogió un poco leña para el invierno, y ya desde ese momento perdió el sueño y la felicidad, porque creía que le podían robar el haz de leña.
No nos apeguemos a las cosas de Este mundo y seamos misericordiosos, porque los misericordiosos alcanzaran misericordia.

++ ¡Hombres de poca fe! ¿Por qué dudáis ? (Rom.9 – Mt.14)

La velita que pusieron en manos de nuestros familiares el día de nuestro bautismo, símbolo de la fe que gratuitamente recibíamos de Dios, se siente amenazada por éstos vientos huracanados de inmoralidad e increencia y en más de uno se ha apagado, porque no supieron mimarla.
Y como San Pablo en el año 57, después de recorrer todo el Próximo Oriente, suframos y no nos importe ser considerados anatema por Cristo con tal de que nuestros contemporáneos recuperasen la fe perdida, a pesar de ser el Pueblo de los Privilegios de la Palabra, del culto con su templo y de la tierra fecunda que dio el Salvador.
También nuestros tiempos muchos hermanos nuestros arriesgaron sus vidas y sus vivencias religiosas, haciéndose sacerdotes obreros, defendiendo, en parte, la teología de la liberación, y encarnándose en suburbios deshumanizados, solo con el deseo y compromiso de liberar su entorno de las esclavitudes y opresiones que trae consigo la pérdida de la fe, un mundo sin Dios.
Pablo pudo confirmar sus palabras confundiéndonos con la hoja de servicios que presenta en la segunda carta a los Corintios. Y tú y yo ¿Qué es lo que podemos presentar? , y eso que somos unos privilegiados, porque conocemos la Palabra de Dios, podemos fortalecernos con el Cuerpo de Cristo y nuestro ambiente aún está sano.

Juan Pablo II vuelve a repetirnos: “¡No temáis¡ Abrid las puertas a Cristo”.
Alber Camus en uno de sus escritos diagnostica que nuestro siglo es el siglo del miedo. Enfrentémonos, pues, a nuestros miedos y dudas, a nuestros cansancios y frustraciones, a nuestro miedo al fracaso y a nuestra falta de ilusión.
El oleaje de las dudas y miedos hoy es muy fuerte. Pedro, en el Evangelio de este Domingo, es el mejor paradigma – se lanza, duda, tiene miedo y se apoya en sus propias fuerzas…, aunque nos enseña que hay que caminar hacía Cristo, no por vía de milagros, sino de fidelidad a su Palabra.
¿A qué tememos? ¿Al fracaso? Más fracaso que fue el Viernes Santo, no es el nuestro, y es que el grano de trigo cayó en el surco, murió y dio el fruto de la Resurrección.
¿De qué dudamos? De la existencia de Dios, de la divinidad de Jesús, de la Iglesia por sus fallos, del más allá ¡Cristo nos da la clave de respuestas: ora, consulta!, Los mismos ateos te ofrecen pistas, y si no por qué hablan tanto de Dios y se empeñan en echar a Cristo de la historia; ¿por algo será? Con San Anselmo te insisto – “Credo ut intelligam – Creo para entender”.
Que ha habido, que hay y habrá muchos escándalos en la Iglesia, pues es muy santa por parte de Cristo, que es la cabeza, pero es muy pecadora por parte nuestra, que somos el cuerpo…
No tengas miedo, nos dirá Chesterton, que yo me hice católico previamente por eso, porque si, a pesar de tantos escándalos, sigue adelante, es que es cosa de Dios. ¡ Que no ves claro el problema del más allá! Piensa que en esta orilla dejamos unas pobres cenizas al pasar por el puente de la muerte, y que en la otra orilla te espera un Dios Padre para darte ese abrazo de amor, que es el Cielo. Terminada nuestra participación en este Carnaval que es nuestra vida terrena, Dios nos quita la careta, que hemos fabricado con nuestros pecados, y aparece nuestro verdadero rostro, pues hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y hemos sido elevados a la categoría de hijos de Dios. Al llamar a las puertas de la eternidad se quedan fuera la fe y la esperanza, porque ya vemos a Dios cara a cara y hemos conseguido la meta por la que luchábamos…, sólo entra con nosotros la caridad, idioma oficial del Cielo.
Como Cristo después de la crisis de Galilea a finales de su segundo año de su Vida Pública decide robar tiempo a su labor como rabí itinerante, para consagrarlo a la educación de sus apóstoles, tal vez también nosotros deberíamos modificar nuestra política pastoral dedicando más tiempo a la búsqueda y formación de dirigentes en un clima de oración y de compromisos puntuales evangelizadores a través de internet y de los nuevos areópagos de comunicación.
Cristo convenció a Pedro que El tenía poder para dominar las aguas y tempestades, pero que a nosotros nos viene la fuerza de la fe.
++El Señor va a pasar (1Rg.19)

Elías aparece, providencialmente, en un momento de crisis, en el que la fe en el Dios verdadero se siente herida por el culto idolátrico a los dioses cananeos, impuesto por la reina Jezabel y el rey Acab.
Los libros de los Reyes (1 Rg.17; 19; 2 Rg. 1) narran los rasgos fundamentales de Elías, “Dios es el Señor”, como hombre de Dios, conducido por el Espíritu de una forma inquebrantable frente al sincretismo cananeo, hombre de una vida interior profunda que le lleva a descubrir a Dios, no en las fuerzas de la naturaleza divinizada por la mitología, sino en el silencio de una brisa misericordiosa. Su lucha en el Carmelo con los 450 profetas de Baal es el punto culminante del enfrentamiento entre el Dios verdadero y los ídolos.
La huida de las manos de la reina Jezabel, que le busca para matarle, se convierte en su peregrinación al Monte Horeh, montaña santa de las teofanías. En su caminar cansado se duerme bajo una retama, llegando a arrepentirse de haber nacido…, y un ángel lo despierta, diciéndole – toma y come, que tu camino es muy largo.
Nuestros días necesitan nuevos Elias que se enfrenten a tantos pseudoprofetas y apóstoles de la increencia, deformando la conciencia religiosa…, pero ante tanta corrupción oímos a S. Agustín que nos dice: “ Timeo Jesum transeuntem- Temo que Jesús pase y que tanta polución moral no nos permita verlo, y así pase de largo”.


GUIA PARA LA PREDICACIÓN DOMINGO

++ La misericordia y la fidelidad se encuentran. La justicia y la paz se besan
Salmo compuesto por lo hijos de Coré, familia levita.
Rico en temática como el retorno del destierro de Babilonia y como llamada a vivir los misterios de la Encarnación y Navidad

++ Hombres de poca fe, ¿por qué dudais?

La fe, que gratuitamente recibimos en el Bautismo, en muchos se apaga, y con San Pablo no nos importa ser condenados con tal que la fe vuelva a iluminar sus vidas. Muchos han arriesgado su vida y su vivencia cristiana por salvar al hermano. Tú y yo, ¿qué hacemos?

Juan Pablo II vuelve a repetirnos: ¡ no tengáis miedo! Abrid las puertas a Cristo. Ante tantas dudas y miedos ¿ Cómo reaccionamos?, ¿qué orientación debemos dar a nuestra acción pastoral?.

++ El Señor va a pasar

Nuestro tiempo tiene necesidad de nuevos Elías que se enfrenten al sincretismo idolátrico actual, pero tememos con S. Agustín que Jesús pase y pase de largo ante tanto ruido y tanta corrupción ambiental.

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