DECIMOCTAVO DOMINGO: TIEMPO ORDINARIO -“A” (Mt.14, 13-21)
NARRADOR: En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.
Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle:
DISCÍPULO1: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.
NARRADOR: Jesús les replicó
JESÚS: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.
DISCÍPULO2: Maestro, parece que se te ha ido la olla.
DISCÍPULO1: Aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces ¿Cómo vamos a dar de comer a toda esta multitud?
JESÚS: Traédmelos
DISCÍPULO2: A ver, Señor, qué quieres hacer ahora.
NARRADOR: Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos.
JESÚS: Ahora, repartidlo entre la gente.
DISCÍPULO1: Maestro, seguro que llegará para todos.
NARRADOR: Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
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