07 enero 2020

El Bautismo del Señor 12 de enero de 2020 Moniciones


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MONICIÓN DE ENTRADA

Sed bienvenidos a la Eucaristía. Celebramos hoy la fiesta del Bautismo del Señor. Hace una semana le veíamos Niño, en el pesebre de Belén, adorado por los Magos. Hoy, ya adulto, se va a someter al bautismo de penitencia de Juan, que Él, obviamente, no necesita. Terminamos, además, el Tiempo de Navidad y mañana iniciamos el Tiempo Ordinario que nos llevará, este año, a una cuaresma muy madrugadora. Hemos de ver, queridos hermanos, en el Bautismo del Señor a nuestro propio bautismo pues en ambos el Espíritu nos anima a la misión de ayudar y salvar a los hermanos. Comencemos con alegría esta asamblea de hermanos.




MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS

1.- Nuestra primera lectura de hoy –como la mayoría de las primeras que hemos escuchado a lo largo del Tiempo de Navidad— procede del Libro del Profeta Isaías, y es de una belleza muy especial. Nos describe al Mesías como lo es siempre Dios, que no llega en el viento impetuoso, sino en el susurro. No romperá la caña tronchada, dice. Es un bello retrato de Jesús que hemos de escuchar con especial atención.

3.- El Salmo 28 nos muestra la fuerza y majestad de Dios. Y desde su poder ofrece la salvación a su criatura predilecta: al hombre, a la mujer. El versículo responsorial nos lo explica todo. El Señor nos bendice que la paz.

2.- La segunda lectura es del capítulo 10 del Libro de los Hechos de los Apóstoles. Y es Pedro quien describe ahora a Jesús: pasó su vida haciendo el bien y liberando a los oprimidos por el diablo.

3.- Mateo nos presenta la escena del bautismo del Señor. Juan no quiere bautizar a Jesús porque sabe que no tiene pecado, pero el Señor se presta al bautismo como un pecador más. Y es Juan --y todos los presentes-- quien va a ver y oír la fuerza de la Trinidad, del Dios uno y Trino.

Como solemos citar de vez en cuando, estos textos de moniciones, pueden leerse de uno en uno, antes de cada una de las lecturas. O todo junto antes de la proclamación de las mismas. Se ha redactado para que sirva en ambas posibilidades.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

El inolvidable papa Juan Pablo II, redactó una oración sobre el Bautismo del Señor en su visita a Tierra Santa en el año 2000. Aquí en Betania, en muchas otras ocasiones, la hemos publicado en parte. Ahora hemos preferido darla íntegra para que pueda conservase. En el caso que fuera a utilizarse como lectura de postcomunión pueden elegirse unos cuantos versos.

BAUTISMO: LA ORACIÓN DEL PAPA WOJTYLA

¡Gloria a ti, oh Padre, Dios de Abraham, Isaac y Jacob

Tú has enviado a tus siervos, los profetas

a proclamare tu palabra de amor fiel

y a llamar a tu pueblo al arrepentimiento.

A las orillas del Río Jordán,

Has suscitado a Juan el Bautista,

una voz que grita en el desierto,

enviado a toda la región del Jordán,

a preparar el camino del Señor,

a anunciar la venida de Cristo.

¡Gloria a ti, oh Cristo, Hijo de Dios!



Has venido a las aguas del Jordán

Para ser bautizado por manos de Juan.

Sobre ti el Espíritu descendió como una paloma.

Sobre ti se abrieron los cielos,

Y se escuchó la voz del Padre:

"Este es mi Hijo, el Predilecto!"

Del río bendecido con tu presencia

Has partido para bautizar no sólo con el agua

sino con fuego y Espíritu Santo.

¡Gloria a ti, oh Espíritu Santo, Señor!



Por tu poder la Iglesia es bautizada,

Descendiendo con Cristo en la muerte

Y resurgiendo junto a él a una nueva vida.

Por tu poder, nos vemos liberados del pecado

para convertirnos en hijos de Dios,

el glorioso cuerpo de Cristo.

Por tu poder, todo temor es vencido,

Y es predicado el Evangelio del amor

En cada rincón de la tierra,

para la gloria de Dios,

el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,

a Él todo honor en este Año Jubilar

y en todos los siglos por venir. Amén.

Exhortación de despedida

Salgamos llenos de alegría del templo. Hemos terminado un nuevo periodo de Navidad y nos adentramos en el Tiempo Ordinario, camino de la Cuaresma. Así es la Iglesia, así es la liturgia, no para, siempre marcha en busca de Dios.

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