(Misa con niños, catequistas y padres)
Prepara: Javier Leoz
*Idea: Dios es el Dueño del mundo y hacedor de Paz
*Objetivo: el futuro será mejor con Dios y con María
1.MONICIÓN DE ENTRADA
Amigos y hermanos. La noche vieja ha quedado atrás. Hoy, María, como Madre de Dios y Madre nuestra, nos recibe en el día más nuevo del año 2020. ¿Seremos capaces de dejar atrás todo aquello que nos estorba para ser felices y fieles a Jesús?
Comencemos este nuevo año poniéndonos bajo la mirada de la Virgen. Además, en estas primeras horas de estos doce meses, pongamos en el pórtico de este año un deseo que es necesidad y urgencia en el mundo: LA PAZ.
Que estas tres notas que hoy suenan en nuestras canciones: María, Año Nuevo y Paz, sean un motivo para vivir intensamente esta Eucaristía, que por ser la primera del año, la tenemos que celebrar como si fuera la vez primera.
Iniciemos esta celebración.
2. ACTO PENITENCIAL
(Se prepara una gran cartulina donde ponga “2019”. Según se vaya pidiendo perdón se va rompiendo el calendario en dos, cuatro y seis partes respectivamente)
2.1. Antes de iniciar la Eucaristía pidamos al Señor perdón por las malas palabras y malos sentimientos que hemos tenido en el año pasado. SEÑOR DEL AÑO NUEVO, TEN PIEDAD (se rompe en dos trozos el año 2019)
2.2. Pidamos, además perdón al Señor, por habernos alejado de El. Porque su Palabra no siempre la hemos escuchado ni vivido con sinceridad. SEÑOR DEL AÑO NUEVO, TEN PIEDAD (se rompen en cuatro trozos el año 2019)
2.3. Finalmente, hermanos y amigos, reconozcamos nuestros egoísmos, nuestros malos modos y miradas, nuestra falta de amor. SEÑOR DEL AÑO NUEVO, TEN PIEDAD (se rompen en seis trozos el año 2019)
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
Hoy, en las tres lecturas que vamos a escuchar, se nos recuerda que la paz es fruto de la vida espiritual. Además, en la segunda y en la tercera, veremos como Jesús es el gran regalo que estamos contemplando en estas Navidades. Claro está que, para ello, hemos de cultivar la pequeñez que, por ejemplo, tuvieron los pastores. O, por ejemplo, la pequeñez que tuvo María. Que con Ella, en este día dedicado a su Maternidad, escuchemos con alegría el anuncio de estas lecturas.
4. ORACIÓN DE LOS FIELES
4.1. Por la Iglesia. Para que sea como una paloma de paz. Que vuele a todos los continentes anunciando el amor que Dios nos tiene y la paz que llegará cuando todos los hombres nos amemos. Roguemos al Señor.
4.2. Por nuestra tierra. ¿Os habéis dado cuenta que no hay noticiario ni periódico sin referencia a guerras o conflictos? Que en este primer día del año 2020, crezca en nosotros nuestro apetito por la oración a favor de la paz. Roguemos al Señor.
4.3. Por los que, en este recién estrenado año, esperan algo de nosotros, de la suerte, de Dios, del trabajo, de la salud, de los hijos, del estudio, de la iglesia….para que puedan alcanzar aquello que es necesario para su progreso espiritual y material. Roguemos al Señor.
4.4. Por todo lo que, en el año pasado, no hemos realizado bien de palabra o de obra (hagamos un breve silencio) …..para que procuremos superar esos obstáculos y ser en este año 2020 unas buenas personas y unos ejemplares cristianos. Roguemos al Señor.
4.5. Tiene que ser así, no olvidemos a los pobres; a los que terminaron el año siendo pobres y lo han iniciado también así. Y, ¡cómo no! recordemos igualmente a nuestros familiares difuntos. Que, en el cielo, intercedan para que vivamos un año en paz y en armonía con Dios. Roguemos al Señor.
4.6. Y, finalmente, un recuerdo por la Virgen María. Que unidos a Ella sepamos dar testimonio del amor de Dios y que no olvidemos que, a Jesús, hay que seguirle todos y cada uno de los días del año, en todas las horas y semanas de cada mes. Roguemos al Señor.
5. OFRENDAS
5.1. Con esta paloma queremos traer hasta el altar el drama de un mundo que no alcanza la paz. Que nos haga pensar la siguiente frase: Sin Dios, el hombre tiene razones para destruir. Con Dios, tiene mil razones para construir.
5.2. Con esta cesta de flores, señaladas cada una con cada mes del año 2020, queremos llevar a María nuestro agradecimiento por habernos dado a Jesús. Que sean flores que, lejos de marchitarse, se mantengan vivas con nuestra oración, la eucaristía dominical y la caridad con aquellos que nos necesitan.
5.3. Igualmente, y ante el altar, presentamos el calendario del año 2020. ¿Qué ocurrirá en estos próximos meses? Que el Señor nos bendiga a todos los que estamos aquí e ilumine nuestros caminos.
5.3. Finalmente, con el pan y con el vino, hacemos propósito de trabajar como hijos de Dios y con empeño por llevar al mundo la paz y un orden nuevo.
6. ORACIÓN FINAL
Te damos gracias, Señor, por el año que ha terminado,
ilumina, Señor, el que ahora iniciamos
Te damos gracias, Señor, porque nos das otra oportunidad,
haz que no te perdamos en ninguno de los meses que vamos a vivir
Te damos gracias, Señor, porque nos haces instrumentos de tu paz,
que no olvidemos pedir tu ayuda cuando asome el pesimismo
Te damos gracias, Señor, porque Tú eres el Dueño del tiempo,
que seamos relojes empujados y alentados por tu mano
Te bendecimos, Señor, porque conoces nuestra vida pasada,
y te bendecimos, Señor, porque guiarás la futura
Te bendecimos, Señor, porque pasas o detienes el calendario,
que vivamos con amor y fe todas y cada una de sus jornadas
Te bendecimos, Señor, porque Tú elaboras, construyes y levantas,
que en estos próximos meses lo hagas realidad a través de nuestras manos
Te bendecimos, Señor, por tu Madre y Madre nuestra, María,
que nos ayude a olvidar lo malo del año precedente
y a prepararnos con amor de Madre, en el presente y en el mañana.
¡Gracias, por la vida, Señor!
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