12 abril 2019

Para la catequesis: Domingo de Ramos

Domingo de Ramos – 14 de abril de 2019
Isaías 50, 4-7; Salmo 21, 8-9. 17-24; Fil. 2, 6-11; Lucas 19, 28-40 (entrada) y 22, 14-23, 56
Jesús Entra en Jerusalén
En aquel tiempo, Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino de Jerusalén, y al acercarse a Betfagé y a Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: “Vayan al caserío que está frente a ustedes. Al entrar, encontrarán atado un burrito que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. Si alguien les pregunta por qué lo desatan, díganle: ‘El Señor lo necesita’ “. Fueron y encontraron todo como el Señor les había dicho. Mientras desataban el burro, los dueños les preguntaron: “¿Por qué lo desamarran?” Ellos contestaron: “El Señor lo necesita”. Se llevaron, pues, el burro, le echaron encima los mantos e hicieron que Jesús montara en él. Conforme iba avanzando, la gente tapizaba el camino con sus mantos, y cuando ya estaba cerca la bajada del monte de los Olivos, la multitud de discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los prodigios que habían visto, diciendo: “¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!” Algunos fariseos que iban entre la gente le dijeron: “Maestro, reprende a tus discípulos”. Él les replicó: “Les aseguro que, si ellos se callan, gritarán las piedras”.
Reflexión
Jesús entraba a Jerusalén a cumplir su misión de sufrir y morir en la cruz para el perdón de nuestros pecados y para abrirnos la puerta del Cielo. ¿Cómo sabía Jesús que había un burrito esperándolo y que su dueño Se lo iba a prestar? (Él es Dios y lo sabe todo) ¿Como lo recibieron en Jerusalén? (Alabándolo como rey) ¿Qué gritaban? ( ¿Qué dijeron los fariseos? ¿Por qué? (Tenían miedo de perder el poder porque todos amaban mucho a Jesús, y Jesús no aprobaba todo lo que ellos hacían.) ¿Jesús es rey de nuestro corazón? ¿Cómo lo demostramos todos los días?


Actividad
Dramatizar la escena de la entrada de Jesús en Jerusalén. Llevar palmas y disfrazar a un niño de Jesús y pañuelos en la cabeza del resto. Hacer un desfile donde Jesús pase al medio y todos cantan y agita sus palmas. Hacer palmas y pegarle palabras de cómo honrar a Jesús.
Oración
¡Señor, gracias por amarme tanto! Siendo rey del universo, te humillaste hasta morir en una cruz por mí. Ayúdame a honrarte siempre como rey de mi corazón y del mundo. Que mis palabras y acciones siempre te den gloria. Amén.

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