Son muchas las cosas
que nos distraen de Ti, Señor,
la vida cotidiana, con su trajín diario nos dispersa,
la preocupación por cualquier nadería nos hace desconfiar,
la prisa y el agobio nos hace no dejar un hueco para Ti.
que nos distraen de Ti, Señor,
la vida cotidiana, con su trajín diario nos dispersa,
la preocupación por cualquier nadería nos hace desconfiar,
la prisa y el agobio nos hace no dejar un hueco para Ti.
La moda y el deseo de agradar nos ocupa la mente,
la eficacia y el trabajar sin parar nos llena la agenda,
los nuestros y sus mil necesidades nos acaparan,
el deseo de todas las cosas aleja nuestros pensar en Ti.
la eficacia y el trabajar sin parar nos llena la agenda,
los nuestros y sus mil necesidades nos acaparan,
el deseo de todas las cosas aleja nuestros pensar en Ti.
El ocio compulsivo, el cine, la tele, la prensa, los libros, la música,
las compras, las obligaciones, todos ellos son
ruidos que me alejan, acciones que me separan de Ti,
son ocupaciones que me entretienen y distraen de lo esencial.
las compras, las obligaciones, todos ellos son
ruidos que me alejan, acciones que me separan de Ti,
son ocupaciones que me entretienen y distraen de lo esencial.
La gente que me quiere, la familia, los míos,
también a veces son
los que me distancian de Ti, porque me ocupo y me preocupo,
como si todo lo hiciera solo,
sin darme cuenta de que todo
en mi vida lo vivo contigo,
y disfrutando de tu compañía
la vida me pesa menos,
mis capacidades personales aumentan y sosiegas mi interior.
también a veces son
los que me distancian de Ti, porque me ocupo y me preocupo,
como si todo lo hiciera solo,
sin darme cuenta de que todo
en mi vida lo vivo contigo,
y disfrutando de tu compañía
la vida me pesa menos,
mis capacidades personales aumentan y sosiegas mi interior.
Sé Tú mi Dios siempre, Señor, sé Tú mi norte y mi fin,
mi meta y mi consuelo,
se Tú la alegría de mi corazón, el aire que respiro,
el descanso cotidiano y la templanza de mi alma.
mi meta y mi consuelo,
se Tú la alegría de mi corazón, el aire que respiro,
el descanso cotidiano y la templanza de mi alma.
Mari Patxi Ayerra
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