22 enero 2019

Sugerencias prácticas – Domingo III de Tiempo Ordinario

1. La liturgia meditada a lo largo de la semana.
A lo largo de la semana anterior a este domingo procurad meditar la Palabra de Dios de este domingo. Meditadla personalmente; una lectura cada día, por ejemplo. Elegid un día de la semana para la meditación comunitaria de la Palabra: en un grupo parroquial, en un grupo de padres, en un movimiento eclesial, en una comunidad religiosa.
2. Tenemos necesidad de valorar mejor el lugar de la proclamación de la Palabra.
En este domingo de la proclamación de la Palabra procurad especialmente que el lugar de la Palabra tenga más visibilidad. Es el lugar de la primera mesa en la que Dios se da a su pueblo.
Realzad la elevación del Evangeliario al final de la proclamación del Evangelio, estando la asamblea “con los ojos fijos en Jesús”. Esta elevación está ligada a la elevación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo durante la doxología que concluye la Plegaria Eucarística.

3. Oración en la lectio divina.
En la meditación de la Palabra de Dios (lectio divina), se puede prolongar el momento de la acogida de las lecturas con una oración.
Al final de la primera lectura: “Dios y Padre nuestro, que velas de tu pueblo desde hace muchas generaciones, con el Escriba Esdras y con toda su comunidad nosotros también confesamos que la alegría del Señor es nuestra salvaguardia. Bendito seas por siempre. Te recomendamos a todos nuestros hermanos en la fe que trabajan para dar a conocer, comprender y amar la Palabra en las Sagradas Escrituras”
Al finalizar la segunda lectura: “Padre, te damos gracias por el cuerpo de Cristo, al cual nos incorporaste por el bautismo y la confirmación, para que fuéramos miembros vivos de él. Te pedimos por los apóstoles, los profetas, los catequistas y por todos los que tienen misiones en la Iglesia. Guárdanos a todos en la unidad”.
Al finalizar el Evangelio: “Cristo Jesús, nuestro maestro y nuestro hermano: bendito seas Tú, porque realizaste las palabra de los profetas. Reconocemos en ti la presencia del Espíritu en toda su plenitud. Tú eres para nosotros el libertador, la luz y el benefactor soberano. Te pedimos por tu Iglesia: que proclame la Buena Noticia, que anuncia la liberación del mal y revela la luz al mundo”.
4. Oración Eucarística.
La Plegaria Eucarística III, en su epíclesis, se sitúa en el tono de las lecturas. Se puede escoger también la Plegaria Eucarística I para la Reconciliación, pues hoy termina la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
5. Palabra para el camino.
Al finalizar la celebración, ¿“comemos” verdaderamente las palabras del salmista? Antes de volver a nuestras casas y tareas, escuchemos una vez más al salmista que canta al Dios que habla a su pueblo: “La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos”. La Palabra que recibimos es una palabra que alegra y que ilumina. Es una canción, una lámpara. Que ella nos acompañe en todo momento a lo largo de la semana…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario