1. Saludo
Muy buenos días a todos.
¡Sed bienvenidos a la fiesta de la Madre! Hoy, la Solemnidad de la Inmaculada
Concepción, nos empuja a vivir con más intensidad y entusiasmo el Adviento.
¿Quién sino Ella, vivió con emoción la llegada de Jesús? Hoy,
con esta Eucaristía, damos gracias a Dios por tantos dones o regalos con los
que hizo grande a María: la pureza, la obediencia, la sencillez, la pobreza y
muchos más.
Además, al mirar a María,
queremos agradecer a nuestras madres su esfuerzo y trabajo para ayudarnos a
entender y comprender la vida, la fe en Jesús o el sentido cristiano de la
próxima Navidad.
Que la Virgen, en este Año
Santo de la Fe, nos ayude a recuperar el gusto por Jesús.
2. Penitencial
a) Por los momentos en los
que, en nuestras oraciones, olvidamos el
dirigirnos a María. Señor ten piedad (mientras
un niño o un joven muestra en alto un rosario o una hoja donde ponga “DIOS TE
SALVE MARIA”
b) La Virgen nos invita a
seguir a Jesús imitando lo que en
abundancia tuvo Ella: amor, paz, alegría. No siempre lo hacemos. Cristo ten
piedad. (Un niño o un joven presenta
contravalores: violencia, pesimismo, guerra, odio)
c) La Inmaculada nos enseña
el valor de la limpieza de cuerpo, de alma y de espíritu. La sociedad nos
acostumbra a lo contrario. Señor ten piedad (Un
niño puede presentar en alto un detergente donde ponga “María”)
3. Oración de los fieles
1. No olvidemos a la Iglesia presidida por el Papa Benedicto.
Que, a pesar de las dificultades, nos enseñe a buscar y cumplir lo que Dios
quiere para nosotros: las virtudes de María. Roguemos al Señor.
2. En este día de la
Inmaculada, tengamos un recuerdo especial por nuestras madres. Ellas, en muchas ocasiones, representan la
alegría, la esperanza, la ilusión y el futuro de nuestras familias. Que María les
ayude. Roguemos al Señor.
3. En el mundo falta fe. En la tierra existen muchos cristianos que
viven como si no lo fueran. Pidamos a María para que, el Espíritu Santo,
remueva los corazones de esas personas que se han enfriado espiritualmente.
Roguemos al Señor.
4. Vamos caminando hacia la
Navidad. María nos lleva de su mano al
encuentro del Señor. Para que la Inmaculada nos enseñe que el tesoro de la
Navidad es descubrir, ver y adorar a Jesús. Roguemos al Señor.
5. María fue pobre. Tengamos un recuerdo especial por los
marginados. Por los que no saben que tienen como Madre a María. Para que
sea posible un mundo mejor y mejor repartido. Roguemos al Señor.
4. OFRENDAS
a) Con esta jarra de agua limpia y transparente
queremos simbolizar la pureza y el ser virgen de María. Sólo Dios es capaz de
hacer posible lo que el mundo no puede entender o comprender.
b) Con este ramo de 12 rosas (o claveles) llevamos hasta el altar la
belleza que vemos y que pregonamos de la Virgen María. Nadie como Ella supo
enamorar a Dios. Su belleza era la grandeza del corazón.
c) Finalmente, con el pan y el vino, acercamos hasta el altar
nuestra inquietud y preocupación: Ayúdanos María a despertar en nosotros el
apetito por la Eucaristía. Sin el pan de Dios nos faltarán fuerzas para
continuar el camino de la fe y del amor que Jesús nos enseña.
5. ACCION DE GRACIAS
Dios
te hizo grande María; ¡haznos colosales en el amor!
Dios
te quiso pura, María; ¡ayúdanos a ver con ojos limpios!
Dios
se fijó por la hermosura de tu corazón:
¡Ayúdanos
a mejorar el nuestro!
Dios
entró dentro de Ti por tu obediencia:
¡Abrenos
a Jesús!
Dios
gimió y lloró en tus brazos:
¡Que
seamos solidarios con los demás!
Dios
te buscó por tu pobreza:
¡Enséñanos
el valor del sacrificio!
Dios,
por Ti, se hizo amor:
¡Que
por nosotros otros descubran a Jesús!
Dios,
creció en tu interior:
¡Que
nuestras almas sean el hogar de Jesús!
Dios,
admiró tu fe y tu entrega:
¡Que no olvidemos que somos cristianos!
Dios,
te dejó santa e inmaculada:
¡Que
no malgastemos nuestra vida!
6.
Notas
a) Convendría, en el momento
del ofertorio, que un grupo de personas (no solamente niños o jóvenes)
presentarán una flor en nombre de toda la comunidad. Para ello, sería bueno,
poner delante de la imagen de la Virgen, un jarrón con agua.
b) El evangelio puede ser
preciosamente representado. Con el fondo del Ave María de Schubert, se logrará
hacer un ambiente de recogimiento y de oración.
c) En las parroquias o lugares
donde se realiza el símbolo de la Corona de Adviento, queda muy bien colocar la
imagen de la Virgen justo detrás de la Corona: María nos ayuda en los pasos
hacia la Navidad.
d) En la postcomunión, si se
quiere representar el agradecimiento a Dios, por las grandes cualidades que dio
a María, es muy sugestivo que 12 niños o jóvenes hagan un círculo en torno a la
Virgen María, levantando con sus manos 12 estrellas en las que, por ejemplo,
puede señalarse: amor, disponibilidad, dulzura, obediencia, entrega, pobreza,
¡sí!, alegría, fe, Dios, Jesús, Espíritu (u otras apropiadas a las circunstancias)
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