20 noviembre 2018

Cristo Rey: Moniciones

MONICIÓN DE ENTRADA

Recibid nuestra más cordial bienvenida. Vamos a comenzar la eucaristía del último domingo del Tiempo Ordinario y que se dedica a Jesús de Nazaret como Rey del Universo. Esta solemnidad se estableció por el papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925, hace noventa años. La realeza de Cristo no es de fuerza, sino de amor. No busca imponer, sino convencer, es cabeza del Reino de Dios, que, sin duda, está cerca y cuando llegue plenamente cambiará nuestras vidas. Marca, también, el final del año litúrgico, porque nos recuerda el triunfo de Nuestro Señor al final de los tiempos. Tiene, pues, un sentido finalista, pero alegre. Ha sido San Marcos quien nos ha acompañado en los relatos evangélicos de este Ciclo B que ya termina. El próximo domingo iniciamos el Adviento, tiempo de espera y de esperanza, y con ello se comienza un nuevo Ciclo, el C; en el que será San Lucas nuestro acompañante por las paginas, siempre bellas, de la Vida de Jesús. Pero ahora iniciemos con júbilo esta eucaristía que nos muestra a Jesús como Rey del Amor y de la Paz.




MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, del Libro de Daniel, aparece el apelativo de Hijo del Hombre para designar al Mesías. Jesús de Nazaret haría suya esa denominación y la repitió siempre que quería hacer referencia a su persona y a su misión. Pero, a su vez, la profecía de Daniel hace una muy adecuada descripción del Mesías, que también concuerda con Cristo.

S.- El salmo 92 era considerado por los judíos como una forma de la Ley revelada por la cual Dios reina para salvar y santificar a los hombres. En el Templo de Jerusalén se cantaba como expresión de esa grandeza misericordiosa. La liturgia de la Iglesia aplica este salmo a Jesús como Rey de todo y como Salvador.-

2.- El fragmento del Libro del Apocalipsis que se proclama hoy proclama la gloria de Jesús, su Reinado como príncipe de todos los reyes de la tierra. Y Jesús nos convierte en súbditos de su Reino y nos hace sacerdotes a todos. Es impresionante los que Cristo nos da hoy. Debemos escuchar y meditar estas palabras del Apocalipsis. Son muy importantes, y definitorias de la misión que nos ha encargado Cristo.

3.- En este ciclo B, que terminamos hoy, hemos proclamado, domingo a domingo, el Evangelio de San Marcos, pero hoy se lee un fragmento del Evangelio de San Juan, donde Jesús de proclama rey, sin rodeos, ni velos, pero su reinado, que “no es de este mundo”, es una realidad de amor, paz y justicia. Y sus súbditos buscan y procuran la verdad contenida en la voz de Jesús que nos habla.



Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Tampoco está ausente esta semana el padre Leoz de nuestra despedida. Y menos hoy que terminamos un ciclo y esperamos abrir otro el próximo domingo. Es cuchemos su plegaria de hoy.



¡NO SOBRAS, SEÑOR Y REY!

Sobran en estos pequeños  reinos, 

de peligrosos puentes  elevadizos sobre el odio y la sangre

la sinrazón y la tristeza,  la violencia y la angustia,

las horas amargas y los  momentos de llanto

Faltan, Señor, en este reino  de castillos todo fachada

la verdad y el amor, la  justicia y el perdón,

la vida y la gracia, la  hermandad y la ternura

¡FALTA TU REINO, SEÑOR!

Exhortación de despedida

Hemos conmemorado hoy la auténtica realeza. La de Jesús de Nazaret, rey de la paz, del amor. Rey sencillo y amoroso que llegó a Jerusalén montado en un borriquillo. Rey solícito con los más pobres y los más cansados. Y les pide, siempre, que se acerquen a Él.

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