02 septiembre 2018

Tú me dijiste Señor que en mi camino



Tú me dijiste, Señor, que en mi camino iré encontrando hambrientos de mi pan, que habrá sedientos que vengan a mi fuente, enfermos tristes de frío y soledad. Tú me dijiste que sufres en el pobre, que estás desnudo, no tienes libertad; que en el anciano que espera Tú me esperas, y en este niño de hambre morirás. Aquí me tienes, Señor, yo quiero amarte; amando al pobre y aquel que sufre más. Tuyo es mi pan y el agua de mi fuente, ven a mi casa y amor encontrarás.
Aquí me tienes, Señor, yo quiero amarte; amando al pobre y aquel que sufre más. Tuyo es mi pan y el agua de mi fuente, ven a mi casa y amor encontrarás. En el camino hay siempre un hombre herido, que necesita mi ayuda y mi amistad, no mil discursos que hablen de justicia, no mil palabras que el viento llevará. En el camino Jesús me está esperando y en su mirada hay pena y soledad, Quiero entregarte mi alma y mi alegría, toda mi vida en ofrenda de hermandad. Aquí me tienes, Señor, yo quiero amarte; amando al pobre y aquel que sufre más. Tuyo es mi pan y el agua de mi fuente, ven a mi casa y amor encontrarás. Aquí me tienes, Señor, yo quiero amarte; amando al pobre y aquel que sufre más. Tuyo es mi pan y el agua de mi fuente, ven a mi casa y amor encontrarás, ven a mi casa y amor encontrarás.

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