HACER EL BIEN
Vamos a respirar profundamente cinco veces. Despacio y sin prisa. Sentimos cómo se hinchan nuestros pulmones y eso nos relaja y hace sentir bien.
Hacemos esto para poder buscar en la memoria un recuerdo. Mientras respiras piensa en alguna persona de tu vida que sea muy buena, que siempre esté contenta, que ayude a los demás. Que viva de manera sencilla. Alguien con el que todos queremos estar.
El texto es una adaptación de Mc 9, 38-43; 45; 47-48:
Había un hombre intentando curar a otro, y decía que lo hacía en nombre de Jesús. Como no era del grupo de sus amigos, Juan le mandó callar. Pero Jesús le dijo a Juan: “No seas así, hombre. ¿No ves que todos podemos intentar hacer el bien? Y todo el que quiera puede sumarse a mi proyecto”. Y aprovechó para explicarles que también hay gente que, al contrario, elige hacer el mal. En realidad todos tenemos esa batalla, entre hacer el bien y el mal. Así que Jesús les explicaba que hay que luchar por hacer el bien y pelear contra el mal. Les puso un ejemplo. “Si tu pie te va a llevar en una mala dirección, es mejor que te lo cortes.” Le miraron asustados. Pensaban que lo decía al pie de la letra, pero Jesús se rió, y les explicó que lo que quería decir es que hay que poner los medios en la vida para hacer el bien.
Cuando tú eras pequeño no sabías caminar. Y después de intentarlo muchas veces, conseguiste ponerte de pie y dar los primeros pasos. Lo mismo nos pasa durante toda la vida. Piensa en cosas que has tenido que repetir una y otra vez, hasta que te han salido bien. Las sumas, andar en bici, hacer el pino…
Si de mayor quieres ser tan bueno como Jesús o como alguien de tu familia, también tienes que practicar mucho. Cada vez que hay un problema en el colegio, puedes decidir qué hacer, enfadarte mucho y pegar o hablar las cosas tranquilamente. Si tienes una bolsa de chuches, puedes decidir entre comértelas tú solo o compartirlas.
Pienso de nuevo en esa persona buena con la que todos queremos estar. Piensa en qué cosas hace bien, cómo trata a todos, intenta parecerte a ella e imitarla. Jesús te invita a ser como él, a imitarle. Te necesita y te lo cuenta ahora.
Te necesito (canción)
Te necesito como el agua que llega a los ríos.Te necesito como el fuego que ahuyenta el frío.Para sentirme vivo te necesito.Te necesito, te necesito.
Te necesito para soñar nuevos caminos.Te necesito con tu corazón pegado al mío.Para sembrarme contigo, te necesito.
Ahora, fíjate en que Jesús te llama y te dice que te necesita.
Me necesitas
Para hacer el bien…
me necesitasPara sembrar vida…
me necesitasPorque hace falta alegría…
me necesitasPorque en tu proyecto hay sitio para todos… me necesitas.
Te necesito otro mundo es posible contigo.Te necesito en un poco de pan y vino.Con tu mirada de niño, te necesito.
Gloria al Padre,y al Hijo,y al Espíritu Santo.Como era en el principio,ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén.
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