Tú te das cuenta, Señor,
de todos los detalles.
Tú conoces nuestras necesidades,
nuestros egoísmos y miserias
te son familiares,
pero te alegras por cada pequeña cosa
que hacemos por el otro.
de todos los detalles.
Tú conoces nuestras necesidades,
nuestros egoísmos y miserias
te son familiares,
pero te alegras por cada pequeña cosa
que hacemos por el otro.
Tú nos presentas mil ocasiones de amar
a lo largo de la vida cotidiana, como son:
la sonrisa al que vive a nuestro lado,
la disculpa al que comete un error,
el agradecimiento a quien nos sirve,
la broma al que nos encontramos,
la preparación de cualquier alimento,
recoger lo del otro, sin quejarnos, suplir,
sin pasar factura, disculpar a quien nos hirió…
a lo largo de la vida cotidiana, como son:
la sonrisa al que vive a nuestro lado,
la disculpa al que comete un error,
el agradecimiento a quien nos sirve,
la broma al que nos encontramos,
la preparación de cualquier alimento,
recoger lo del otro, sin quejarnos, suplir,
sin pasar factura, disculpar a quien nos hirió…
Tú nos haces caer en la cuenta
de la necesidad
de un telefonazo oportuno,
de una carta de acompañamiento,
de una felicitación a alguien lejano,
de una visita al que está solo,
de una caricia estimulante,
de un momo gratuito y con amor,
de un aplauso de reconocimiento
y del más mínimo detalle hacia cualquiera.
de la necesidad
de un telefonazo oportuno,
de una carta de acompañamiento,
de una felicitación a alguien lejano,
de una visita al que está solo,
de una caricia estimulante,
de un momo gratuito y con amor,
de un aplauso de reconocimiento
y del más mínimo detalle hacia cualquiera.
Tú potencias en nosotros el Amor, impulsándonos a:
abrazar expresando el cariño,
guiñar el ojo, en señal de atención,
apretar la mano, acompañando un duelo,
crear un regalo, con toda ilusión, hacer hueco al otro,
cuando hay poco espacio,
perder protagonismo,
para potenciar autoestimas,
y a poner pasión e ilusión al mar de verdad
abrazar expresando el cariño,
guiñar el ojo, en señal de atención,
apretar la mano, acompañando un duelo,
crear un regalo, con toda ilusión, hacer hueco al otro,
cuando hay poco espacio,
perder protagonismo,
para potenciar autoestimas,
y a poner pasión e ilusión al mar de verdad
Cuando Tú nos invades, Señor… nos haces todo Amor.
Mari Patxi Ayerra
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