MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos a esta última eucaristía de septiembre. El verano acabó, astronómicamente, hace unos días, y ahora se abre todo a la nueva actividad, al nuevo curso. Hemos de pensar en esas nuevas tareas con la base de las palabras que Cristo nos dirige hoy. Lanza una durísima condena contra los que producen escándalos, aquellos que escandalizan a los más pequeños, a los más débiles. Y hoy, desgraciadamente, hay mucho de eso en todos los lugares y estamentos. Sabemos, además, que Jesús no busca las exclusivas, ni las adhesiones inquebrantables. Acepta a todo aquel que está –de una forma u otra— cerca del Reino de Dios, aunque “no sea de los suyos”, “de los nuestros”. Esa ausencia de exclusividad sorprendió a los apóstoles, como, hoy, nos sorprende a nosotros. En fin, nos enseña Jesús que hemos de estar abiertos al bien, venga de donde venga. Iniciemos, pues, nuestra celebración con alegría y esperanza.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Deberíamos sacar especial enseñanza de nuestra primera lectura de hoy. Es del capítulo 11 del Libro de los Números y nos sirve, hoy, para darnos cuenta que todavía está sin superar el acoger a todos en la Iglesia. Cuando alguien llega se le mira con escepticismo, se cuestiona si es de los “nuestros”; y sobre todo se le deja claro que no se puede meter en el terreno de los demás. Pero, gracias a Dios, todavía queda gente como Moisés que no entra en este juego y nos sorprende al decirnos: ¡ojalá todo el pueblo recibiera el Espíritu del Señor!
S.- El salmo 18 exalta a Dios como creador del cielo y como autor de la Ley. Tiene, pues, dos partes. Y nosotros hoy recitamos aquella referida a su justicia. Por tanto nuestra plegaria de hoy, mediante el salmo, no es otra que la demanda humilde de perdón al Señor, con el reconocimiento de nuestras limitaciones.
2.- Seguimos leyendo la Carta del Apóstol Santiago. Ya nos advirtió Santiago sobre la acepción de personas, de preferir a los de gran apariencia, a los bien vestidos. Hoy es un alegato más contra los ricos, contra los adoradores del dinero. Tiene el texto que escuchamos hoy un profundo fondo social y es una advertencia que está vigente, aunque nos parezca muy dura.
3.- Jesús en el evangelio nos muestra la mezquindad de las actitudes cortas y ridículas, presentándonos unos horizontes nuevos de acogida y aceptación. Porque los que están con el Señor siempre gozan de la verdad que les hace libres; ya que la verdad es Cristo. Jesús lanza ya un verdadero sentido ecuménico que debe tener todo cristiano. Y nos va a hablar además del escándalo, del engaño, del abuso, de la mentira como arma.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Ofrecemos a continuación unos versos del padre Javier Leoz sobre la necesaria generosidad de espíritu
AYÙDAME
Ayúdame, Señor, a no encerrarme en mi pequeño mundo
a abrirme, sin miedo ni complejos, a los que puedan
enseñarme tu recto camino
Ayúdame, Señor, a no monopolizar mi trato contigo
a valorar otras vertientes evangelizadoras que, a mí, me puedan parecer estériles.
Ayúdame, Señor, a descubrir en todas ellas
los signos de tu presencia divina.
Ayúdame, en definitiva, Señor,
a no considerar que, lo mío, es lo único que vale
y, aquello que los demás realizan, es despreciable.
Ayúdame, Señor.
Exhortación de despedida
La fuerza para vivir con entusiasmo y sentido de la justicia y, sobre todo, con todo nuestro amor por los hermanos nos la va dando domingo a domingo Jesús de Nazaret. No olvidemos su Palabra. No nos alejemos del Él pase lo que pase.
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