Inicial.
El Señor nos reúne de nuevo en el domingo, para celebrar juntos la Eucaristía.
En las lecturas escucharemos una situación, que hoy es de plena actualidad entre nosotros. Mucha gente, por resultarle duras las palabras y exigencias de Jesús, lo abandona y le da la espalda. Pasaba en el Antiguo Testamento, en tiempos de Jesús y pasa en nuestros días.
En cambio, también escucharemos las palabras de Pedro: Señor ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos. Esta es también nuestra respuesta y porque creemos en Jesús, estamos aquí reunidos para darle gracias por haberse quedado en la Eucaristía para siempre.
Primera Lectura.
El pueblo de Israel, tras peregrinar por el desierto llega a la Tierra Prometida y se establece. En la nueva etapa, los israelitas deben escoger qué camino van a seguir, en quién van a confiar.
Segunda Lectura.
A pesar de los avatares que el mundo actual vive, la unión entre el hombre y la mujer en el matrimonio es fuerte y profunda. Tan fuerte, que constituye la mejor imagen para explicar la unión entre Cristo y su Iglesia.
Evangelio.
Al finalizar el capítulo 6º del Evangelio según San Juan, que hemos leído durante varios domingos, se nos presentan las distintas reacciones de los oyentes ante las palabras de Jesús, que se ha definido como el Pan de Vida.
Puesto de pie, cantamos aleluya.
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