Inicial.
En nuestro camino hacia la Pascua, nos encontramos ya en el tercer domingo de Cuaresma. Hoy, las lecturas y las oraciones nos urgen a que entremos de veras en el camino que vino a marcarnos Jesús y que es también nuestro camino. Un camino que tiene la cruz en el horizonte, pero detrás de la cual está la resurrección.
Jesús es el verdadero Templo que nos acerca a Dios, como luego escucharemos en el Evangelio, Él es la presencia de Dios entre nosotros, la Nueva Alianza realizada en plenitud, que también nos disponemos a renovar nosotros en esta Pascua de 2018, que no es una mera conmemoración, es una gracia sacramental siempre nueva.
Además, en este domingo, la Iglesia en España hace memoria de sus vínculos evangelizadores con la Iglesia en América Latina, celebrando el Día de Hispanoamérica, con el lema “Iglesias jóvenes, alegría y esperanza”.
Primera Lectura.
La ley se da a los que han sido antes salvados. Dios libera a su pueblo de la esclavitud y establece con él una alianza. Los preceptos que le dicta son reguladores de su relación con Dios y entre los hombres.
Segunda Lectura.
El núcleo de nuestra fe es Cristo. Un Cristo crucificado y resucitado, un Cristo que dio la vida por nosotros. Para unos necedad, para otros escándalo. Para nosotros fuerza y sabiduría.
Evangelio.
El gesto profético de Jesús contra el mercadeo del Templo por parte de los judíos, abre un tiempo nuevo en el que a Dios se le ha de dar culto en espíritu y verdad. Con el corazón y la vida.
Aclamamos al Evangelio puesto de pie.
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