(Misa con niños, catequistas y padres)
Prepara: Javier Leoz
*Objetivo: animar a dar gloria a Dios de una forma sincera
*Idea: somos templos de Dios vivo.
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Vamos acercándonos a los días santos de la Pascua. El Señor desea que, todos los que nos decimos sus amigos, cumplamos de verdad sus mandamientos.
¿Os imagináis un mundo sin leyes? Pues, de igual manera, Dios, en el camino de la fe, nos marca unas indicaciones para que sepamos cómo amarle más y mejor. Pero, claro está, luego hemos de darle un amor auténtico, sin excusas y –sobre todo- sin olvidar algo esencial: EL NOS QUIERE A NOSOTROS.
Que esta Eucaristía y la Palabra que vamos a escuchar nos anime a darle un cariño sincero y leal.
Nos ponemos de pie y recibimos al sacerdote.
2. PENITENCIAL
2.1. Nuestro amor a Dios debe ser sincero. ¿Por qué pensamos que hay que amar a Dios por obligación? Señor, ten piedad
2.2. Por los momentos en los que vivimos la fe como obligación y no cómo necesidad. Cristo, ten piedad
2.3. Por las veces en las que nos hacemos un “DIOS” a nuestra medida. Por las veces en las que nos distraemos con cosas que no son importantes. Señor, ten piedad.
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
El camino que hemos de seguir para crecer como hijos de Dios nos va a ser narrado en la primera lectura de este día. Además, San Pablo, nos recordará que no siempre lo grande para el mundo es lo más importante para Dios. Finalmente, el Evangelio, con el relato de la expulsión de los mercaderes del atrio del templo nos viene a recordar cómo tenemos que dar auténtico y profundo culto y gloria a Dios. Escuchemos con atención.
4. ORACIÓN DE LOS FIELES:
4.1. Por la Iglesia. Para que procure siempre purificar aquello que nos impide llegar al conocimiento de Dios. Roguemos al Señor.
4.2. Por todos los que no respetan el cuerpo de los demás. Por aquellos que maltratan a las personas y a su dignidad. Roguemos al Señor.
4.3. Por nuestra parroquia. Para que la cuidemos exterior e interiormente: exteriormente con la limpieza y la belleza; interiormente con una vida cristiana sólida y verdadera. Roguemos al Señor.
4.4. Para que cuidemos el “sagrario” del templo vivo que somos cada una de las personas: el alma. Para que lo cuidemos con la oración, la caridad y la confianza en Dios. Roguemos al Señor.
4.5. Para que recemos por aquellos que han muerto con la esperanza de resucitar. Para que un día también nosotros podamos contar con un cuerpo resucitado. Roguemos al Señor.
5. OFRENDAS
5.1. Con estas PIEDRAS (cajas con distintos nombres: Juan, Pedro, María, Javier, Miguel, Ana, etc.) queremos representar el CUERPO DE CRISTO que somos todos nosotros: su Iglesia. Que nunca nos cansemos de hacer algo por la gran familia de los cristianos.
5.2. Con estos números (del 1 al 10 en distintos colores) queremos dar gracias a Dios por habernos dejado estas pistas que son los MANDAMIENTOS para saber cómo amarle más y mejor.
5.3 Con el pan y el vino traemos hasta el altar los sufrimientos de muchas personas que trabajan y no son reconocidas. Que el Señor bendiga a todos los que construyen un mundo como Él quiere.
6. ORACIÓN
SOY TU TEMPLO, SEÑOR
Cuando no te olvido y te amo
Cuando no me alejo de Ti
Cuando rezo y medito tú Palabra
SOY TU TEMPLO, SEÑOR
Si creo y espero sólo en Ti
Si no miro hacia otro lado
Si confío en tu santo Espíritu
SOY TU TEMPLO, SEÑOR
Si escucho tu Palabra
Si medito tus acciones
Si ayudo a los demás
SOY TU TEMPLO, SEÑOR
Si te amo de verdad
Si te sirvo con verdad
Si te rezo con sinceridad
SOY TU TEMPLO, SEÑOR
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